Irán ha cumplido su amenaza y lo ha hecho por todo lo alto: con un ataque masivo de drones y misiles sobre territorio israelí. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, los precios del petróleo cotizan este lunes con leves descensos en los mercados, algo que parece totalmente incoherente ante la escalada de la tensión en Oriente Medio. Sin embargo, los expertos encuentran explicaciones razonables para explicar este comportamiento del crudo. El Brent cotiza con ligeros descensos (que han llegado a superar el 1,2%) que llevan al barril de crudo europeo a perder los 90 dólares, mientras que el West Texas se sitúa en los 85 dólares por barril.
Una explicación a esta tímida respuesta del petróleo es la relativa reducción de la incertidumbre. Irán había prometido vengar el mortífero ataque que sufrió su consulado en Siria. Teherán culpó desde los primeros instantes a las fuerzas israelíes y aseguró que la venganza llegaría en el momento adecuado. Pues la venganza llegó y pese a los ataques masivos, Israel no ha registrado víctimas gracias a la cúpula de hierro (un sistema de defensa que protege el territorio de Israel de ataques aéreos) y a los aviones israelíes, americanos y británicos que neutralizaron la mayoría de drones y misiles iraníes. Además, Irán ha asegurado que con este movimiento su respuesta «ha concluido».
El mercado había cotizado la incertidumbre durante la semana pasada, con notables subidas de precios en el petróleo y el oro (activo refugio). Ahora, una vez que la venganza se ha hecho realidad, los mercados ya conocen parte de la historia, al menos el 50%, lo que podría tranquilizar levemente a los inversores.
«Los precios del petróleo no valoran mucho el ataque a juzgar por el rango de precios recorrido este lunes. El viejo dicho de ‘compre el rumor, venda el hecho’ se ve reflejado en cómo el nuevo máximo del año hasta la fecha en el Brent se pierde esta jornada», asegura Tama Vargas, analistas de PVM Oil en un comentario de esta misma mañana para clientes.
Los expertos de ING coinciden y explican en una nota matutina que «la evolución del precio del petróleo esta mañana es moderada a pesar del ataque de Irán a Israel. El mercado ya había descontado algún tipo de ataque, mientras que los daños limitados y ninguna pérdida de vidas significan la posibilidad de una respuesta más mesurada por parte de Israel. La forma en que responderá Israel es ahora la principal incertidumbre. En el caso del petróleo, el riesgo es que nos acerquemos a que la oferta se vea afectada directamente», aseguran.
Así, todo hace indicar que el mercado parece que tenía descontado el citado ataque de Irán contra Israel, después de que el pasado viernes, el anuncio de la posible ofensiva elevó de forma brusca el precio del petróleo, del oro y de los bonos soberanos.
La respuesta de Israel
Ahora, la incertidumbre se encuentra en la respuesta de Israel, que a su vez podría desencadenar una escalada del conflicto y generar más incertidumbre y riesgo en los mercados. Sin embargo, los países occidentales están presionando a su aliado para que no dé una respuesta de gran envergadura. Los países avanzados se juegan mucho en este conflicto, puesto que una guerra total desencadenaría una fuerte subida del petróleo que pondría contra las cuerdas a varios mandatarios occidentales como el presidente de EEUU, Joe Biden, que se jugará en no mucho tiempo la presidencia del país con Donald Trump, experto en aprovechar cualquier tipo de crisis para ganar apoyo. Una subida del precio del crudo se volvería en contra de Biden casi seguro.
Por ello, el G-7 y el resto de países avanzados piden a Israel que modere su respuesta y que en ningún caso dé comienzo a una guerra total contra Irán. Teherán es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, con un bombeo diario que supera los 3 millones de barriles de crudo. La interrupción de este petróleo generaría un auténtico terremoto en los mercados de crudo, que ya se encuentran tensionados por los recortes de la OPEP y una demanda que está siendo más intensa de lo que se esperaba.
Escenarios para el petróleo
«La magnitud del ataque del fin de semana y el hecho de que fue la primera vez que Irán atacó directamente a Israel significa que todavía existe un gran riesgo de una mayor escalada en la región. Aunque Irán considera que el altercado está ‘concluido’, los mercados tendrán que esperar para ver cómo responde Israel. EEUU y sus aliados están presionando para que se dé una respuesta diplomática, mientras que el riesgo es que los miembros de línea dura dentro del gobierno israelí presionen para lograr una respuesta más agresiva», señalan los analistas de ING.
Un ataque directo sobre la infraestructura energética de Irán. «Cualquier ataque a las instalaciones de producción o exportación de petróleo en Irán elevaría el precio del crudo Brent a 100 dólares», asegura Andy Lipow, presidente de Lipow Oil en declaraciones a la CNBC.
Unas sanciones más duras. «En el caso del petróleo, los acontecimientos aumentan claramente el riesgo de interrupciones en el suministro. Irán bombea actualmente un poco más de 3 millones de barriles diarios y es el cuarto mayor productor dentro de la OPEP. El primer riesgo es que las sanciones petroleras se apliquen de manera más estricta contra Irán, lo que podría provocar una pérdida de suministro de petróleo de entre 500.000 y 1 millón de barriles diarios», señalan los expertos de ING. Esta pérdida de producción garantizaría que el mercado del petróleo siga siendo deficitario durante el resto del año.
Cierre del Estrecho de Ormuz. «Por último, si asistiéramos a una mayor escalada, existe el riesgo de que Irán intente interrumpir o bloquear los flujos de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, a través del cual se mueven aproximadamente 20 millones de barriles diarios de petróleo. Creemos que el riesgo que más probablemente se materialice es una aplicación de sanciones más estrictas contra Irán», aseguran los expertos del banco naranja. «El cierre del Estrecho de Ormuz llevaría a precios en el rango de 120 a 130 dólares», asegura Andy Lipow.
No ocurre nada más entre Israel e Irán. En este escenario, Israel decide no responder a Irán de una forma contundente y continúa con sus ataques selectivos en países cercanos a Teherán, pero que no incluyen el territorio iraní. Este sería el escenario más benigno para el precio del crudo que se mantendría en la zona de los 85-95 dólares por barril. Por ejemplo, los expertos de ING siguen pronosticando un petróleo en los 87 dólares de media para este año porque no prevén un conflicto total en Oriente Medio entre Israel e Irán.
Aunque se produzcan una escalada en el conflicto, todavía hay esperanza para evitar un petróleo totalmente disparado: «Si sufriéramos pérdidas significativas de suministro, Estados Unidos siempre podría liberar más petróleo crudo de sus reservas estratégicas de petróleo», explican desde ING. No obstante, hay que recordar que sus reservas son limitadas y solo funcionan como parche temporal.
También es importante recordar que la OPEP cuenta con más de 5 millones de barriles diarios de capacidad de producción excedente (sobre todo Arabia Saudí). «Si los precios subieran significativamente debido a las pérdidas de oferta, uno podría imaginar que el grupo intentaría traer parte de esta capacidad excedente al mercado. La OPEP no querrá que los precios suban demasiado dado el riesgo de destrucción de la demanda».
No solo el petróleo reacciona sorprendentemente a la baja, los activos considerados refugio como el oro, el dólar o la deuda pública, cotizan sin cambios destacados. El dólar baja frente al euro y cotiza a 0,93 dólares, mientras que en el mercado de deuda, la rentabilidad de los bonos permanece casi sin cambios. El rendimiento del bono a diez años de EEUU se eleva al 4,55%, y el alemán, al 2,3%. Pese a todo, el riesgo no ha terminado ni mucho menos. Hay varios analistas que ya colocan al petróleo entre los 100 y 120 dólares por barril tras los acontecimientos del fin de semana.
El Economista