El próximo gobierno venezolano tendrá la responsabilidad de acometer muchas acciones para la reconstrucción del país en todos los ámbitos, dado el grado de deterioro y destrucción nacional ocurrido en las últimas dos décadas. En ese plan no deben faltar cinco líneas estratégicas que considero de vital importancia.
La primera línea, tiene que ver con el estado de derecho, condición que evitara que los nuevos gobiernos degraden la institucionalidad y vuelvan a convertir la administración global en una “choza”. Es súper importante el principio de gobernanza, como lo declara conceptualmente la ONU, en el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, deben estar sometidas al imperio de las leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios internacionales de derechos humanos.
El estado de derecho sugiere la separación y contrapeso de los poderes públicos, ¿Quién carajo dijo que el Presidente de la República es el dueño de un país?, el Presidente de la República de cualquier nación civilizada es apenas el CEO del Poder Ejecutivo, que tiene que gerencial en armonía y coordinación con otros CEOs que están a su mismo nivel y que representan los otros poderes del Estado, tales como el Legislativo y el Judicial. El equilibrio y respeto mutuo entre esos poderes es la garantía de vivir en una República democrática, caracterizada por un mínimo de tres principios universales, humanos e inalienables; la libertad, el derecho y la justica. Lo contrario a una República con balance entre los poderes públicos, es simplemente “Tiranía”.
La segunda línea tiene que ver con un modelo o sistema económico de éxito, me refiero a un modo de comprender la economía, donde los individuos y las empresas lleven a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante transacciones en el marco de las leyes del mercado y basado en el respeto de la propiedad privada. Un sistema económico donde el Estado juegue el mas de los irrisorios roles, donde solo intervenga justamente para asegurar la pureza de las leyes, pero un sistema donde la posibilidad de nuevos e innovadores emprendimientos tengan cabida para evitar el fenómeno de monopolios y oligopolios.
La tercera línea consiste en diseñar una política de desarrollo económico en función de la capacidad que todavía tiene el país de generar riqueza, y que ésta se refleje en la calidad de vida de los habitantes. En consecuencia una verdadera y audaz política de desarrollo económico, diseñada en función de las fortalezas, oportunidades, amenazas y debilidades del país, debe tener la facultad de generar los siguientes resultados: un crecimiento económico sostenible, una distribución de la renta relativamente equitativa en función del valor agregado de cada actor, una elevada calidad de vida de los habitantes y una baja vulnerabilidad al comercio internacional.
La cuarta línea es la formación de líderes a todo nivel, es decir, forjar un liderazgo tecnocrático en la administración pública, un liderazgo empresarial y un liderazgo laboral. El liderazgo tecnocrático que sea capaz de aplicar el método científico, para la solución de los macroproblemas existentes, usando técnicas creativas para el análisis y evaluacion en los ámbitos políticos y sociales, dejando de lado, en la medida de lo posible, las consideraciones de carácter ideológico.
Respecto al liderazgo empresarial, este posee un potencial extraordinario que hemos tenido adormecido por años, el sector empresarial, también debe ser sensibilizado, para que entienda y acepte que el mecanismo más idóneo para generar riqueza, es la productividad organizacional, que se logra mediante la aplicación de técnicas gerenciales y de procesos para hacer los negocios eficaces y eficientes con un talento humano capacitado y comprometido con el destino de la organización. Dejar de lado definitivamente la especulación, la cartelización, los monopolios y oligopolios, destinados al manejo unilateral de los precios de los bienes y los factores productivos, ni con alianzas ilegales con el propio Estado.
En materia del liderazgo laboral, me estoy refiriendo a la sensibilización de los trabajadores en torno a que la única manera de mejorar la calidad de vida es mediante la productividad laboral y la agregación de valor a la producción. Una vez generada la riqueza habrá posibilidades de concebir un mecanismo donde su distribución sea justa y equitativa. Será justa en la medida que se honre al trabajo productivo, que es resultado del conocimiento y el compromiso del trabajador. Cada quien debe ser dueño de su destino y es por el esfuerzo propio que debemos ganarnos todo lo que la vida nos puede proporcionar. Debemos erradicar para siempre la creencia que el estado debe suplir nuestras necesidades, conformándonos con dadivas que a la final nos hace dependientes y nos inhabilita para desarrollar nuestras potencialidades y generar nuestra propia riqueza.
Por último, la quinta línea es la relacionada con el fortalecimiento de la estructura familiar, en definitiva el problema económico del país se resolverá relativamente en un corto y mediano plazo con las medidas apropiadas, no ocurre lo mismo con el problema social, este requiere mucho más tiempo e incluso el plazo puede ser hasta generacional.
De allí que es urgente el fortalecimiento de la estructura familiar, como estrategia de reconstrucción del tejido social, mediante el diseño e implementación de programas de formación familiar en las escuelas, universidades, iglesias, y por supuesto, en las propias comunidades, donde se enseñen y refuercen principios y valores universales, sustentados en el amor, respecto, comunicación, consideración y responsabilidad, de tal manera que hagan de la familia un verdadero núcleo de la sociedad.
Estoy seguro que existen otras líneas o acciones estratégicas no menos importantes que se deben considerar, pero estas cinco, no deben faltar en el proyecto de reconstrucción nacional.
Alberto Barboza
Coach Gerencial en liderazgo, planificación y productividad
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