Antonio de la Cruz: La batalla por CITGO y el futuro de Venezuela

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En un rincón olvidado de Caracas, bajo la sombra de edificios desgastados por el tiempo y la historia, dos viejos amigos se encuentran en la discreta cafetería de Ana. La tensión en el aire es palpable, reflejo de una nación al borde de una elección presidencial crucial para los venezolanos que ansían el fin del régimen que lleva dos décadas en el poder y que recurrirá a cualquier tramoya para no salir de Miraflores.

Roberto, un abogado que ahora trabaja activamente en la oposición, y Carlos, un periodista que ha pasado años cubriendo los entresijos del poder en Venezuela, debaten acaloradamente sobre el futuro del país.


«Es un juego peligroso el que está haciendo el régimen», dice Carlos, mientras mira a través de la ventana empañada la calle desierta. «El robo de CITGO, las acusaciones a la oposición, todo apunta a que Maduro quiere aferrarse al poder a cualquier costo».


Roberto asiente mientras revuelve su café lentamente. Toma un sorbo y dice: «No solo eso, están manipulando el patriotismo, vendiendo esta narrativa del robo imperialista para fortalecer el voto de la base chavista. Pero ¿qué pasa con la gente? ¿Con esos que ven más allá de la propaganda?».


Carlos suspira. Piensa en aquellos que han sufrido directamente el saqueo de la nación. «Hay una historia aquí que no está siendo contada», dice. «La de los que resisten, los que aún sueñan con un cambio. Deberíamos contar esa historia».


Ambos se entusiasman con el plan. Van a desarrollar una serie de artículos y podcasts que ofrezcan una plataforma a las voces de la oposición, a aquellos afectados por la crisis económica y a los expertos internacionales que puedan desmitificar la retórica oficial del robo de CITGO.

Se debe exponer cómo las expropiaciones del gobierno de Hugo Chávez llevaron al país a la situación actual, cómo la subasta de CITGO es parte de no cumplir con las sentencias de tribunales internacionales y la cancelación de la deuda externa.


«Y no olvidemos la audiencia del 15 de julio en Delaware, Estados Unidos», recuerda Roberto. «Eso podría cambiar todo el juego. Necesitamos estar allí, cubrirlo, asegurarnos de que el mundo sepa lo que realmente está en juego».


Sienten que solo así harán grietas en el muro de la desinformación. Ana, la dueña de la cafetería, los escucha y les da ánimos. «Ustedes tienen el poder de cambiar las mentes -les dice- y tal vez, solo tal vez, el curso de este país saqueado por los enchufados del régimen».


Son conscientes de que hay mucho por hacer y que a medida que se acerca el día de la elección presidencial, la preocupación del régimen aumenta y son capaces de lo que sea. Los artículos de Carlos y Roberto recibirán atención no solo en Venezuela sino también internacionalmente. Van a contribuir a las discusiones sobre el verdadero estado de la democracia venezolana y el futuro de CITGO. La administración estadounidense debe proteger el mayor activo de Venezuela en el exterior.


Carlos y Roberto no pierden las esperanzas de que esa sea la decisión el día de la audiencia en Delaware, que la administración estadounidense siga protegiendo el mayor activo de Venezuela en el exterior y se posponga la subasta para noviembre.


En tiempos de gran adversidad, la resistencia es posible. La lucha por CITGO no es solo una cuestión de activos y legalidades; es una lucha por el alma de Venezuela. Y en esa batalla, cada palabra cuenta, cada historia importa.

@antdelacruz_