El máximo responsable del Gobierno de Estados Unidos para temas de América Latina, Brian A. Nichols, advirtió de las carencias democráticas que aún persisten en Venezuela y admitió a día de hoy que la inhabilitación de opositores y el aumento de la represión no permiten albergar “mucha esperanza” de que vayan a organizarse elecciones libres, si bien cree que “todavía hay tiempo” para que el ”régimen” de Nicolás Maduro “cambie de ruta”.
Nichols, que visita España para plasmar las prioridades de la Administración de Joe Biden en América Latina, abogó durante un acto en Casa de América por la celebración en Venezuela de elecciones “inclusivas” y “competitivas”, si bien considera que “eso depende de Maduro y de los que le rodean”.
El secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental explicó que Washington asumió “un riesgo calculado” al aliviar parte de las sanciones contra Venezuela y recordó que el permiso temporal para ciertas actividades expira el 18 de abril, momento en el que el Gobierno norteamericano se reserva el derecho de retomar todos los castigos.
En este sentido, apuntó que la “esperanza de un camino democrático” fue lo que condujo al Acuerdo de Barbados suscrito en octubre por chavistas y opositores, pero a día de hoy “los representantes de Maduro no han cumplido los compromisos”, entre otras cosas por el mantenimiento de la inhabilitación a María Corina Machado y la imposibilidad de su teórica sustituta, Corina Yoris, de inscribirse a las presidenciales.
Estados Unidos tiene “graves preocupaciones” por las detenciones de opositores y activistas en estas últimas semanas. Nichols resaltó que los llamamientos de España en favor de la activista hispanovenezolana Rocío San Miguel y ha pedido su “inmediata liberación”.
Cree, además, que las críticas públicas del Gobierno de Colombia y de su presidente, Gustavo Petro, a la represión sobre la oposición en Venezuela son “importantes”, ya que se trata de un dirigente con “mucho peso” en la región.
Agencias