Francisco Rojas: Un mundo raro

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Cuando te ofrezcan un sol y un mundo entero, es necesario mantener una duda razonable.

En la política y en época de elecciones los ofrecimientos son de todo tipo, debido a que previamente se conocen las necesidades de los votantes y entonces se le ofrece a cada quien según sus carencias.


Ahora mismo en Argentina, un país que fuese rico y a quien consideraban el granero del mundo, se vivió un proceso electoral para elegir al presidente de la nación. La gente empezó a oír ofertas, incluso de algunos que gobernando no habían cumplido las promesas que le habían hecho al electorado en las anteriores elecciones que habían ganado.


Otro candidato ofrecía algo que casi nadie ofrece en elecciones, diciendo que había que trabajar duro para acceder a una vida mejor.


Inusual propuesta en un país donde cerca de 15 millones de habitantes viven de las dádivas del Estado, donde los sindicatos sirven a los directivos y no a los trabajadores. Allí donde las abuelas de Mayo, también tienen lucrativos negocios, que hereditariamente trasladan a las madres de Mayo.

Nada extraño porque la corrupcion no es extraña en ninguna parte, porque en todas ellas hay corruptores y corrompidos. Solo ha faltado un sociólogo de envergadura que le haya otorgado un título como constructora de la sociedad.

En Argentina la cosa tiene su peculiaridad, pues los corruptos no cuentan el dinero producto de sus operaciones, ellos lo pesan en grandes bolsas negras, de esas que se usan para acumular desechos.

Esos corruptos gozan del aprecio de interlocutores muy cercanos a divinidades terrestres, quienes los reciben en aposentos llenos de colorido y glamour.


El caso es que hubo elecciones y ganó el que ofrecía el trabajo como salida a la crisis , claro demás está decir que también ofrecía cosas bastante estrambóticas y algunas fuera de la realidad conocida.


La gente dejó de votar por los piqueteros que impiden la libre circulación y por los que ofrecen un mundo mejor donde no haya explotadores , es decir empresarios que ofrezcan trabajos y generen riqueza.


Será que las cosas están cambiando y la gente se está volviendo sensata, o es que harta de tanta ineficiencia optan por votar por candidatos que proponen acabar con todo lo existente, entre ellas la democracia misma; si la misma que les permite expresarse y que les garantiza el derecho a ser elegidos.

Francisco Rojas