Tengo que confesar que no puedo negar el impacto que me causó el giro de 180 grados del CNE, encabezado, ahora, por Elvis Amoroso, al que llaman “el inhabilitador”, porque fue en condición de Contralor General de la República, que inhabilitó a María Corina Machado por 15 años, superior al año de inhabilitación que le había impuesto el anterior Contralor, Manuel Galindo, por no reportar la “cesta ticket” que, como diputada, recibía de la Asamblea Nacional.
A propósito de esa extensión, nadie sabe explicar el porqué de dicha extensión, si en lo que va desde la suspensión de Galindo hasta hoy, cuando se produce “la suspensión Amoroso”, la ciudadana María Corina Machado no ha ejercido cargo público alguno.
Lo del impacto que me ha causado por la decisión del CNE se debe a que creo conocer a algunos sectores opositores, que pudieran estar motivados a arrancarles de la mano la oferta que está haciendo Amoroso, travestido de CNE, porque, sin lugar a dudas, eliminarían a varios adversarios, que son los que llevan ventajas en estos comicios primarios: María Corina Machado, Enrique Capriles y Fredy Superlano, por aquello del “cualquerismo” (cualquiera le gana a Maduro) del que ya escribí la semana pasada.
Claro entiendo la repuesta del señor Jesús María Casal, presidente de la Comisión Nacional de Primaria a la oferta de “asistencia técnica” que de manera tardía hace el CNE. Tardía, porque desde el 5 de junio hasta ahora ha corrido mucha agua debajo de la ahora autogestionada jornada de primaria que la Comisión Nacional de Primaria ha preparado, de tal manera que la, ahora, preocupación del CNE por un evento que el ente electoral ha torpedeado ha producido la desconfianza justificada de las mayorías.
En descargo de la directiva de la CNP no había manera, de carácter formal, para negarse a reunir. Entre otros motivos, es que el CNE es precisamente, el órgano rector de las venideras elecciones presidenciales de 2024.
Pero, espero, como creo que espera la mayoría, que la CNP, le dé las gracias por la oferta, por su preocupación en el proceso, cuestión que debe ser extendida a Vladimir Padrino López, quien se ha ofrecido para cuidar y proteger, no solo el proceso electoral del 22 de octubre (¿de quién? No se sabe), sino de todo proceso electoral que se produzca en el país y que por obligación debe ser regido por el CNE (Padrino dice) Pero, “lamentablemente”, señor Amoroso, y general-ministro Padrino, la oferta llegó tarde, pues ya se ha cumplido en un 80 % el cronograma de la Primaria de manera autogestionada sin la presencia del CNE.
Además, las experiencias autogestionadas que se han realizado en el pasado han sido exitosas, por ejemplo, la de julio de 2017, la consulta que se hizo por el respaldo o el rechazo ciudadano a la Asamblea Nacional Constituyente y las instituciones del Estado nacional, tuvo una concurrencia de 7.676.894 votantes. En, la consulta, la oposición obtuvo más del 98% a favor y, en la consulta realizada en 2020, convocada por el gobierno interino de Guaidó, hubo una concurrencia de 6.471.428 votantes con un respaldo masivo a favor de la oposición de un 97%. Claro, se podrá argumentar que las condiciones eran otras. Y sí, son otras, pues las condiciones de vida de los venezolanos han empeorado. Así que, la repuesta del CNP al CNE debería ser: “¡Gracias, muchas gracias! y nos vemos en el 2024 y pórtense bien”.
@enderarenas