Kaled Yorde: Ley del Mentalismo (Segunda parte)

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A) En la anterior entrega señalamos que cuando el hombre entienda que el Universo es de naturaleza mental, éste podría explicarse con facilidad los variados fenómenos mentales y psíquicos que tanto y llaman su atención.
La presente entrega versa sobre la manera como tanto los pensamientos positivos como los negativos edifican o derriban la paz mental y la armonía en los hombres, según sea la naturaleza y la calidad de lo que estamos pensando.
Cuando se piensa en algo de la mente emana una corriente magnética invisible para el ojo humano que se parece a un rayo de luz.
En ello no hay especulacion: Esta cientificamente demostrado que el cerebro emite ondas. Ese rayo u onda mental sale de la mente en dirección a ciertas personas, hechos y objetos que están apartados de la mente emanados.
Cuando pensamos con frecuencia cualquier tipo de pensamiento, se forma alrededor de la mente del emisor, así como tambien alrededor de la mente destinataria, una especie de cuerpo energético de eter o ARQUETIPO. Ese Arquetipo va creciendo y tomando fuerza en la medida en que sean repetitivos el tipo de pensamiento (gustos, placeres, tendencias y los hábitos positivos y negativos, buenos o malos).
Tales cuerpos o cúmulos energéticos tienen una denominación específica: EGREGOROS, y la palabra significa formación de vibraciones (arquetipos) de las ideas o pensamientos que los hombres frecuentemente emiten.
Los Egregoros son de dos tipos: Positivos y Negativos. Los primeros producen tanto en el pensador como en las personas en quienes se piensa, gran sensación de paz y armonía; mientras que en los segundos, por ser negativos, impuros, sucios e indebidos, corrosivos y de naturaleza inmoral, atraen desarmonia, pesar y perturbación psíquica y espiritual.


B) Lo importante es saber que según como sea la naturaleza y pureza de calidad de lo que estamos pensando, estaremos formando Egregoros de luz o de tinieblas. Si es de luz atraemos efluvios benéficos y bendiciones incontables y en la vida nos va bien. En sentido opuesto, todo pensamiento que contenga malos deseos y mala voluntad, afectan tanto al pensador como al destinatario de ese tipo de energía.
Fíjense, amables lectores, esto: Si pensamos estimulando en la mente del otro lo positivo y deseándole el bien a la gente, esos buenos deseos regresan multiplicados de bienestar y felicidad. De esto podemos sacar una primera conclusion: Tal como piensas, eso eres. Esto puede decirse en otras palabras: En lo que uno piensa en eso se convierte.
En Venezuela hay un dicho popular de mucho arraigo: «Te deseo el doble de lo que me deseas!
Esto es cuchilla de doble filo. Lo bueno o lo malo que le deseamos a los demás, se regresa y recae sobre nosotros, todo según lo establece la Ley de Correspondencia y la Ley de Causa y Efecto, dos de los 7 Principios Universales del Cosmos.
Otra conclusión que se saca de lo explicado: El hombre crea vida con el pensamiento.
Quien frecuentemente piensa bien de todo, atrae a su vida el bien.
En sentido opuesto, quien se la pasa hablando de tragedias, pobreza, escasez, enfermedades, robos, asaltos y violencia, operaciones quirúrgicas, atrae a su vida toda esa negatividad a la que tanto le teme.
Vale la pena esta acotacion: Las personas miedosas que solo piensan y hablan de ladrones, atracos y violaciones, lo que hacen es atraer tales maldades a sus predios. Una persona de fe que confía en Dios, en Cristo o en cualquier protector espiritual, nunca debe dudar de la protección divina de que es objeto.
En sí la fe y la duda no pueden cohabitar. El miedo y la fe tampoco!

Quien constantemente monte en cólera, odie a la gente, esté lleno de amargura y es persona quejumbrosa, crea a su alrededor una atmósfera pesada, a manera de una nubecilla portátil que lo envuelve y le sigue: Es el egregor negativo creado por el cúmulo de vibraciones tóxicas de sus pensamientos.
La gente pesimista y miedosa que todo el tiempo está pensando que la van a atracar, que los ladrones se le van a meter en su casa, que habla sólo de enfermedades., termina atrayendo toda esa negatividad en la que se la pasa pensando a su propio predio.
Aún más, la persona que piensa mal a la hora de morir, sus » hijos astrales» (egregoros) que creó con sus negatividades y temores exagerados le seguirán al más allá, bien a manera de entidades y feas sombras que paralizan su alma de pánico, o bien como hermosas figuras angelicales llenas de hermosura que le llenan de gran felicidad.
Los antiguos conocían el aforismo «Mente Sana Cuerpo Sano». Esto traduce: De la misma manera como piensa, así es el hombre. Jesús solía enseñar que de la boca sale la abundancia del corazón. Lo que se dice es la concreción de lo que estamos pensando.

Conclusiones: Quien cultive sanos pensamientos, tendrá un cuerpo sano, mucha salud y buenos hábitos.


El Kybalion enseña que el TODO crea en su Mente Infinita innumerables universos, planos, sub-planos y dimensiones, los cuales existen desde hace eones de tiempo. También nos señala que para Él la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de Universos no significa más que el tiempo que se emplea en un abrir y cerrar de ojos. De hecho, la Mente Infinita del TODO es la matriz del cosmos.

C) Así pues, amigo lector, somos lo que pensamos y esa realidad la creamos nosotros mismos con el pensamiento. Si nos enfocamos y seguimos el sendero del «Camino, la Verdad y la Vida», creamos ángeles y virtudes, y por ende, felicidad y bienaventuranza, el tesoro espiritual más apetecible.
Por el contrario, preferimos la senda de las tinieblas, apegos e identificaciones al mundo material y sus espejismos, -la temporalidad y lo efimero-, cosecharemos sufrimiento y enormes crisis existenciales.

@kaledyorde