Estados Unidos, Panamá y Colombia anunciaron el martes que lanzarán una campaña de 60 días para detener la migración ilegal a través del traicionero Tapón del Darién, donde el flujo de migrantes se ha multiplicado este año.
En la declaración conjunta no se proporcionaron detalles sobre cómo los gobiernos tratarán de frenar el flujo de migrantes que llegó a casi 90.000 en solo los primeros tres meses de este año a través de la densa jungla sin ley.
El ambicioso anuncio se produjo cuando la administración de Biden espera con nerviosismo el fin esperado de una regla relacionada con la pandemia del 11 de mayo que ha suspendido los derechos de muchos a buscar asilo. Sin ese instrumento de disuasión en la frontera de EE. UU., existe la preocupación de que las llegadas de inmigrantes puedan volverse incontrolables nuevamente.
La declaración conjunta dijo que los países también utilizarán “nuevas vías legales y flexibles para decenas de miles de migrantes y refugiados como alternativa a la migración irregular”, pero nuevamente no dio detalles.
El tercer elemento del plan es la inversión para reducir la pobreza y crear empleos en las comunidades fronterizas de Colombia y Panamá, presumiblemente para que menos personas trabajen en el contrabando de migrantes.
“Reconociendo nuestro interés y responsabilidad compartidos para prevenir el riesgo para la vida humana, desbaratar las organizaciones criminales transnacionales y preservar la selva tropical vital, los gobiernos de Panamá, Colombia y los Estados Unidos tienen la intención de llevar a cabo una campaña coordinada de dos meses para abordar la grave situación humanitaria en el Darién”, dice el comunicado.
Kathia Martínez/ AP