El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue hospitalizado este lunes en Orlando, Florida, con «dolor abdominal», informó el diario O Globo.
La noticia llega un día después de que los partidarios de Bolsonaro marcharan frente a edificios gubernamentales en Brasilia en protesta por el nuevo presidente Luiz Inacio Lula da Silva. Los disturbios incluyeron manifestantes que asaltaron la Corte Suprema de Brasil, el Congreso y el palacio presidencial.
Bolsonaro tiene un historial de problemas de salud, habiendo sido hospitalizado varias veces por obstrucciones intestinales. Sufrió daño intestinal cuando fue apuñalado en un mitin de campaña de 2018.
Bolsonaro nunca admitió la derrota y se negó a asistir a la toma de posesión de su sucesor. Voló a Florida dos días antes de la juramentación del nuevo presidente.
Igualmente negó tener alguna participación en los disturbios y emitió un comunicado condenando la violencia.
“Las manifestaciones pacíficas, dentro de la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, el vandalismo y la invasión de edificios públicos como los actos de hoy, y como los practicados por la izquierda en 2013 y 2017, son una excepción”, escribió Bolsonaro en un comunicado, según al Wall Street Journal.
Biden se pronuncia
El presidente Joe Biden ofreció su propia condena del ataque el domingo por la noche.
“Condeno el asalto a la democracia y al traspaso pacífico del poder en Brasil”, escribió Biden en Twitter. «Las instituciones democráticas de Brasil cuentan con todo nuestro apoyo y la voluntad del pueblo brasileño no debe ser socavada. Espero seguir trabajando con el presidente Lula».
Ronn Blitzer / Fox
