Washington y Caracas tuvieron importantes acercamientos diplomáticos y económicos en los últimos meses ¿Pueden mejorar las relaciones a corto plazo? Los expertos consultados por DW tienen opiniones divididas.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela parecen haber experimentado una leve mejoría en 2022. Debido a que la guerra en Ucrania se alarga, el país norteamericano buscó nuevas alternativas energéticas y se fijó en el petróleo venezolano.
Además de discutir un posible relajamiento de sanciones económicas e intercambio de prisioneros, el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, le otorgó una licencia a la empresa energética Chevron para operar por seis meses en Venezuela.
EE. UU. celebra también que la oposición y el régimen de Nicolás Maduro hayan retomado el diálogo recientemente, aunque exige elecciones libres y democráticas de cara a las primarias de este año y a las presidenciales de 2024.
¿Mejorarán las relaciones en 2023?
«Venezuela está totalmente lista para normalizar las relaciones con EE. UU.», declaró Maduro a principios de año. Washington, al día siguiente, respondió que Maduro «no es el líder legítimo de Venezuela» y que reconoce a la Asamblea Nacional de 2015 como la última institución democrática del país.
«La probabilidad real de mejorar las relaciones es muy baja», afirma a DW Evan Ellis, experto en Estudios Latinoamericanos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), de EE. UU.
«No veo que el Gobierno de Maduro tenga la intención de seguir las exigencias del Gobierno de Biden. Sus insinuaciones de negociar seriamente son realmente escasas. Aunque EE. UU. siga buscando formas de mejorar las relaciones, no creo que Maduro coopere», agrega.
Para Carlos Romero, politólogo y analista internacional venezolano, se trata de «una situación difícil de pronosticar. No hay a la luz una oportunidad de consenso. Yo creo que es una situación que está en el limbo, porque todavía no hay ideas o fundamentos claros de que la relación va a mejorar», dice a DW.
Víctor Mijares, profesor de la Universidad de Los Andes en Colombia, tiene algo de esperanza: «Hay posibilidades de avanzar, sobre todo si prevalece el enfoque pragmático del Gobierno de Biden», expresa a DW. Sin embargo, advierte que Washington tendría que ser «aún más pragmático» si quiere lograr un mayor acercamiento a Caracas.
El rol de Washington, a pesar de su «doble estándar»
Al Gobierno de Biden se le critica por su «doble estándar». Mientras califica de «ilegítimo» a Maduro, hace negocios con él por el petróleo venezolano: «Cada vez más Gobiernos están haciendo políticas por intereses, y no políticas por moral», señala a DW Daniel Varnagy, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad Simón Bolívar, en Venezuela, y califica esta práctica como habitual en el siglo XXI.
Por su parte, Mijares, sostiene que «puede parecer incoherente políticamente, sobre todo de cara a la imagen exterior estadounidense. Pero cuando se toma en cuenta como criterio la seguridad energética, cobra sentido».
En tanto, Sabine Kurtenbach, investigadora del Instituto GIGA, de Hamburgo, insiste en que EE. UU. se acercó a Venezuela «por mera necesidad» y considera que el país norteamericano debe «seguir presionando para que el Gobierno dialogue con la oposición. Pero, desde el exterior, mucho más no se puede hacer», subraya la especialista consultada por DW.
¿Qué pasa con la oposición venezolana?
El Gobierno interino de la Asamblea Nacional de 2015, liderado por un mermado Juan Guaidó, fue recientemente disuelto. La oposición deberá reorganizarse: «Son los venezolanos y las venezolanas quienes tienen que ponerse de acuerdo sobre cuál es el país que quieren. La oposición tiene el apoyo internacional, pero no tiene muchas oportunidades de mover cosas», enfatiza Kurtenbach.
Ellis, del CSIS, indica que es importante que la oposición se comprometa a «presentar una plataforma coordinada y un candidato de unidad para las elecciones» y, luego, «intentar impulsar un proceso de mayor transparencia, con observadores internacionales y reformas del proceso, para tratar de que sea más difícil que Maduro se robe las elecciones».
El politólogo Romero cree que el gran bloqueo de las relaciones diplomáticas, comerciales y consulares podría reducirse «si la oposición presta una mayor colaboración con EE. UU. y con el Gobierno de Maduro, para conseguir un modus vivendis que se perdió en 2019».
DW