“No hay éxito reservado para quien ignora que ejerce control sobre su auge y su colapso.” Daniel Habif.
Después de un poco más de sesenta años de férreo control de la sociedad cubana, el régimen que domina en la isla se ha hecho un experto en el proceso de desmontaje emocional de sus habitantes por lo que ahora se ha dedicado a prestar su ayuda a varias tiranías en el mundo, entre ellas, la venezolana, facilitada por Chávez primero y Maduro después.
Hacernos creer que existe una fuerza en nuestro alrededor, la de ellos, que determina las cosas que nos suceden, con un poder inmenso que no podemos enfrentar y contra la que no hay nada qué hacer es la intención de ese desmontaje emocional, hasta que nos convenzamos de que no vale la pena de ofrecer resistencia a lo que las circunstancias han preparado para nosotros.
Contra ese proceso socio y psicológico tenemos que luchar también. Al respecto dice Daniel Habif que la mejor manera para hacer florecer tu autoestima es estar cerca de quienes te nutren el alma ya que cuando sentimos que no tenemos mecanismos para alterar lo que nos espera en el futuro, nos inhibimos a causa del miedo. Para eso se necesitan líderes bien formados.
Continúa Habif diciendo que la queja constante y la actitud de victimización son expresiones de un miedo al entorno ya que nos sentimos desprotegidos en un mundo en que pululan fuerzas que no podemos controlar. Lo que sucede, dice, es que depositamos las responsabilidades que nos corresponden a nosotros, en poderes ajenos. Eso es precisamente lo que puede estar ocurriendo a muchos venezolanos, consideramos que otros deben venir a solucionar los problemas que nos aquejan sin reparar que tenemos el poder suficiente para salir, por nosotros mismos, de la podredumbre y la indecencia de un régimen usurpador que nos oprime y avergüenza ante propios y extraños.
Obviamente no estamos solos en esta lucha que nos cansa pero no nos rinde. Tenemos la compañía de los verdaderos demócratas del mundo,sin embargo, no podemos pretender que ellos se inmolen por nosotros en el altar de la libertad.
Observamos con preocupación que la humanidad está perdiendo la fe en el relato liberal que ha dominado la política global en las últimas décadas, pero, también estamos convencidos por la terca realidad, que el relato socialista tampoco es la solución a los ingentes y penosos problemas de la sociedad actual donde los peligros que nos acechan no sólo son de carácter emocional como los descritos antes,sino que la fusión de la biotecnología y la infotecnología nos enfrenta a los mayores desafíos que la humanidad ha conocido, como viene alertando Harari.
La fe está en nuestro interior porque proviene de nuestra confianza en lo que viene de Dios, pero la fe no opera sin disciplina ni esfuerzo que son sus nutrientes. Hay que tener mucha fe, si, pero hace falta que nos unamos en torno a un ideal que nos congregue a todos los venezolanos de bien, con bríos, confianza y esperanza, en cuerpo, alma y espíritu para lograr vivir en libertad, con orden, equidad y decencia, y ese poder está en nosotros.
Sigamos las oportunas lecciones de Habif que nos señala que con la creencia profunda en Dios y en el poder de cada uno de nosotros, la fe deja de ser una ilusión, un simple concepto, y se convierte en una forma de vida, en acción y hechos.” De todos los miedos no hay ninguno peor que el que no te deja actuar. Esa es su versión más nociva con la que no se puede negociar, hay que arrancarlo por completo”. Necesitamos rescatar nuestro control interno para ir al rescate del control de lo externo que nos permita determinar nuestro futuro con independencia, sabiduría y valentía.
Neuro J. Villalobos Rincón