Estoy empezando a escribir mi artículo semanal la del fin de semana la escribo el día jueves) y todavía me debato entre escribir una nota sobre el mundial de futbol y los logros de Messi ( Estoy a punto de desecharla, pues, aunque me gusta el futbol y mi jugador favorito es justamente Messi, confieso no ser muy competente en el tema futbolero), me paseo por una nota sobre la Navidad y una propuesta de cambiar la letra del “Burrito Sabanero” en la parte que dice: “ mi burrito sabanero va camino de Belén… de Belén, de Belén…etc.” pues en los evangelios canónicos se habla de Jesús de Nazareth lo que indica que Jesús nació allí y no en Belén, por lo tanto debería cantarse : “Mi burrito sabanero va camino a Nazareth, Nazareth… etc.”
Este tema, también, lo estoy pensando, pues, no soy precisamente un erudito en el tema religioso a pesar de contar con algunos datos, aportados por el expapa Benedicto XVI en la que señala que no es verdad que en el pesebre había vacas y burros (lo cual es un mentís adicional de que el burrito llegó a Belén). Creo que lo voy a desechar, también.
Sigo debatiéndome y, ahora, se agrega un tema adicional: las declaraciones de dirigentes importantes de la oposición y de los partidos políticos que apuntalaron inicialmente al gobierno interino y hoy propugnan darle un “golpe de Estado” a Juan Guaidó, pero eso sí, conservar el “lomito” del interinato: los recursos públicos en el exterior, pasando por Citgo, el oro en Reino Unido y no sé cuántas cositas más. Además, la oposición ha “entendido” que es más fácil tumbar a Guaidó que hacer política para salir de Maduro.
Son los enemigos íntimos que la oposición tiene, con las que ha dormido desde que Chávez llegó al poder. Así tenemos, por ejemplo, a Capriles, el perpetuo adolescente de la política venezolana, el ciclope político, porque tiene un solo ojo, de la política venezolana. Sus declaraciones, al igual que la declarada el miércoles por AD, PJ y UNT no han hecho otra cosa que contribuir a seguir rasgando el fino tejido de la confianza que hacen perder valor a la transición democrática.
Escuchar a Marquina justificar el “golpe de Estado”, señalando sobre que no se han cumplido los objetivos planteados es una verdad, pero tal cuestión no es imputable solo al gobierno interino, sino a la suma de errores políticos ( además de otros) que los partidos que acompañaron al interinato cometieron, en algunos casos con mañas muy parecidas a los que la corrupción chavista ha cometido para arruinar al país, porque, si hablamos claro podríamos llegar a la conclusión que mas de uno que hoy posa de “bueno” tenía las manos metidas en negocios no tan santos, por ejemplo, en Monómeros.
Además, echarle toda la leña a Guaido, que solo fue un líder circunstancial para el momento político que se vivía y se vive, para quemarlo en la hoguera de la santa inquisición primerojusticiera es desconocer la lógica política que toda situación de la dualidad de poderes encara. Pero, no podemos pedirles “peras al olmo” (y mucho menos al horno) porque hay sectores de la oposición, por mucho que nos duela que, igual que la dirigencia chavista, es francamente ignorante.
Así que tanto las declaraciones de Capriles como la alocución de los partidos políticos que piden deshacerse de Guaidó conforman, lamentablemente, un episodio vergonzante.
De verdad, todavía me debato sobre cual tema escribir la nota de esta semana. Así que lo dejo hasta aquí.
@enderarenas