Bajada de la Virgen de la Chinita convertida en devoción hispana en Orlando

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Por quinto año consecutivo la Fundación Iglesia Virgen de Coromoto USA organizó la solemne bajada de la Virgen de Chiquinquirá de la ciudad de Orlando, convertida en una fecha de comunión y hermandad para toda la comunidad hispana en Orlando.

Más de 5 mil personas se dieron cita en la 6770 Lake Ellenor Drive, para adorar a la patrona de los zulianos, con misa, gaita, comida tradicional zuliana y mucha alegría.

Ivette García, una de las asistentes, agradeció al padre José Palmar por la experiencia de “compartir un ratico como si estuviese en su Maracaibo querida en estos días de devoción. “Lloré de tanta emoción”.

Muchos agradecieron por la experiencia de “compartir un ratico como si estuviese en su Maracaibo querida»
Hubo gaitas a la Virgen, chimbangles de San Benito con los vasallos del Sur del Lago, flores, globos, banderas, danzas y mucha devoción.
La iglesia de Scienciology, que colaboró con la seguridad del evento, contabilizó cerca de 5000 feligreses que acudieron al llamado en Orlando.

Quienes no pudieron estar presentes siguieron la maratónica transmisión en vivo por la cuenta de Instagram @padrejosepalmar que duró cerca de 6 horas.

Pancho Negrete y Gerardo Melizma animaron y transmitieron igualmente en sus cuentas el evento junto a los gaiteros de la Virgen.

El padre José Palmar hizo un alto en sus labores al final de la jornada para expresar con emoción la hermosa experiencia:

“Lo único que faltaba era la ermita de San Juan de Dios convertida desde hace décadas en la actual Basílica de Chiquinquirá. Hubo imagen de la Chinita, en las tres veneraciones chiquinquireñas que se reunieron en esta solemne quinta bajada de la Chinita en Orlando, como son: la Reina de Orlando, la consentida de Jupiter y la Chinita mimada por los niños de la Costa Oriental del la Lago que viven en la Florida Central. Hubo una multitudinaria feligresía llena de emoción y repleta de devoción. Hubo gaitas de añoranzas con gaiteros de tradición . Hubo chimbangles de San Benito con vasallos del Sur del Lago. Hubo flores y banderas, danzas y repiques de tambores. Hubo misa de tres curas: un saladillero, un colombiano y un cubano. Hubo coro hermoso al estilo parroquial de cantos de alabanza y liturgia. Hubo luces y tarimas; vendedores de comida rápida y parrilleros de carne en vara; llegó gente de lejos y de más allá; hubo lágrimas y aplausos; vivas y gritos; hubo calorón y apretujones. Y lo más importante de todos, hubo entrega y devoción por nuestra Virgen Amada”, describió el llamado párroco migrante.

@lizvalecillos

Fotos: @damasojimenez