“Los escenarios mundiales están siendo estremecidos por la irracionalidad, la ambición, la injusticia, la deslealtad, la deshumanización y la pérdida de creencias espirituales.” Neuro J. Villalobos R.
Conscientes de esa realidad que ensombrece el futuro de la humanidad, unida a la desgracia que sufre nuestro país Venezuela, con Chávez primero, y con Maduro después en estos largos y penosos 23 años en el poder, un grupo de venezolanos hoy dispersos por todo el planeta pero siempre atentos de lo que ocurre en el país, hemos decidido, personalmente y organizados en Venamérica, institución registrada en el Estado de Florida, USA, reencontrarnos para atender el clamor de más de siete millones de venezolanos emigrados, refugiados, asilados, perseguidos o exiliados que se encuentran en diáspora por los distintos rincones del orbe.
En tal sentido, se están dando los pasos necesarios para conformar un Movimiento de Ciudadanos Venezolanos en el Mundo, con dos objetivos bien claros. Uno, la salida del régimen de Maduro que es indispensable para detener la destrucción continuada de Venezuela como Nación y como República. Dos, la reconstrucción del país y la reunificación de las familias separadas. Se trata, como dice el documento base, no tan sólo de una Vuelta a la Patria como lo expresa Juan Antonio Pérez Bonalde en su conocido poema, sino de colaborar en la reconstrucción de la nación desde cualquier lugar donde nos encontremos.
Cuatro propósitos nos animan. Primero, “Una posición ética, de principios y firmemente anclada en la realidad política y económica de Venezuela” ya que la responsabilidad, de inicio, es la de defender la integridad de nuestro ser nacional, de nuestra democracia y del progreso en libertad.
Segundo, “defender con claridad y firmeza nuestra condición de ciudadanos y nuestros derechos, que no se pierden con el exilio, la emigración, el cambio de residencia o la condición de refugiado”. Nuestra Constitución Nacional es absolutamente clara en ese ordenamiento. Estos derechos fundamentales van mucho más allá del voto y es nuestro deber defenderlos por todos los medios. Para ello, obviamente, actuaremos en sincronía con las organizaciones y personas residentes en Venezuela y llevaremos nuestros reclamos a instancias internacionales.
Tercero, “apoyamos cualquier camino constitucional que conduzca a restablecer la democracia, la libertad y la vida digna en Venezuela”. Si bien consideramos la realización de elecciones libres, justas y competitivas, con supervisión internacional, que conduzcan a la formación de un gobierno que garantice la restauración de la nación y su vida en democracia, no nos limitamos solamente a la ruta electoral. “La idea de la resistencia activa se traduce en que estamos dispuestos a ejercer acciones de desobediencia civil y en espacios internacionales, como la Corte Penal Internacional y los organismos de protección de los derechos humanos, que conduzcan a desnudar la naturaleza del régimen y su incompatibilidad con los valores de la democracia y de nuestra historia.”
Igualmente, apoyamos todas las acciones constructivas, inversiones e iniciativas de emprendimiento que se hagan con transparencia con el fin de aliviar las penurias del pueblo venezolano.
Cuarto, “Convocamos a organizarnos para la acción.” Creemos en la necesidad de la unidad de los demócratas de nuestra nación alrededor de sus valores éticos, históricos, culturales y fundacionales. Consideramos que los partidos políticos son esenciales para la vida en democracia y estamos dispuestos a ayudar también en su reconstrucción exigiendo su apego al cumplimiento y defensa de la Constitución Nacional.
Creemos en una verdadera democracia con eficiencia, que piense en el bien común y que supere la cultura del rentismo. Para ello contamos con proposiciones concretas dirigidas a reconstruir y reordenar el país dentro de un nuevo modelo de desarrollo económico, político y social conducente hacia una nueva y moderna cultura democrática. Estas son ideas extraídas del documento que propone la organización del Movimiento Ciudadano de Venezolanos en el Mundo. No son las únicas y estamos abiertos a recoger todas las ideas que surjan, compatibles con una nueva visión de país así como todos aquellos aportes materiales y espirituales, en talento y conciencia, que nos ayuden a colocar nuestra nación nuevamente en el sendero del progreso y del bienestar común.
Neuro J. Villalobos Rincón
