Hernán Lugo Galicia: El alzamiento silente en Cuba

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A la par que el régimen reprime, detiene y festeja sus “gestas”, la crisis en la isla se acrecienta y, con ella, las expresiones de rechazo. Familias de presos políticos queman fotos de los Castros, 400 dirigentes de la Asamblea de la Resistencia Cubana se declaran en paro.

Una fecha, y un solo resultado: la ruina de un país, bajo la complicidad de la intelectualidad europea, gobiernos tiránicos del mundo y personajes norteamericanos que, sin medir su fe religiosa, aplauden el mayor genocidio en Cuba, con su presencia en La Habana.

Por trigésima segunda vez, la “caravana de pastores por la paz” (IFCO, por sus siglas en inglés) participó en un acto con el gobernante Miguel Díaz-Canel, el designado por la cúpula del Partido Comunista de Cuba (PCC) y vociferaron loas a un gobierno oprobioso.

El IFCO exige a EEUU lo que es incapaz de pedirle a los comunistas en Cuba: libertad y democracia, pero callan ante las detenciones de dirigentes políticos, artistas o de cualquier ciudadano que demande mejores condiciones de vida.

Cuba ostenta la más alta población de presos en el mundo: 100,000 en 2021, lo que supera a China, India, Brasil y EEUU, que tienen mayor población. Si bien, un porcentaje es por delitos comunes, la mayoría es por el cuestionamiento al régimen. La ONGPrisoners Defenders registró sólo, entre el 1 de mayo de 2021 y el 30 de abril 2022, un total de 1,218 presos políticos.

“Los jóvenes socialistas” sólo van de paseo o de turismo, ya que no se quedan a vivir en Cuba, sino que prefieren las mieles del capitalismo, mientras tratan de socavar las bases de este sistema. Son instrumentos del PCC, del G-2 para lavar la cara del régimen en el exterior, sobre todo en EEUU”, afirmó el ex preso político, Robero Pizano, quien estuvo 18 años detenido por sublevarse contra los Castros.

En EEUU se expresan sin temor organizaciones pro-castristas, entre ellas: Pastores por la Paz, la Brigada Venceremos, Code Pink, Puentes de Amor, Answer Coalition, The People´s Forum, Centro Médico Wyckoff, Alianza Martiana y el partido All African Revolutions. Y, en el caso de Puerto Rico, la brigada Juan Rius Rivera y los jóvenes del Partido por el Socialismo y Liberación de EEUU.

“Aquí en Tampa hay comunistas escondidos; otros, hablan sin problemas y hasta promovieron en 2021 la instalación de un consulado, que se evitó por la presión en las calles”, recordó Norma Camero, ex presidente de Casa Venezuela Tampa.

El IFCO no tiene una vida muy activa en la Florida debido a la presencia de cubanos disidentes, aunque sí hay seguidores del castrismo en Tampa, concretamente en sectores de la Universidad del Sur de la Florida, y del Partido Socialista, que se mantienen bajo perfil, pero que se manifiestan en cualquier evento que programen en La Habana. Uno de ellos, fue el acto en Cienfuegos, realizado el pasado 26 de julio.

Ese día, el castrismo celebró a toda pompa, el 69 aniversario de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, ocurridos el 26 de julio de 1953, donde murieron 18 soldados y 24 resultaron heridos. En esa “gesta histórica”, por cierto, no se vió -por ningún lado- a Fidel Castro quien, supuestamente, se perdió en el camino por no saber dónde estaban las instalaciones militares.

La razón de la maniobra de los guerrilleros era demostrar “el malestar del pueblo de Cuba” contra la dictadura de Fulgencio Batistas e irrumpir en la vida política de aquel entonces. Por el crimen, los revolucionarios sólo pagaron 18 meses de cárcel.

¿Qué pasaría sí el pueblo cubano esgrime en 2022 las mismas razones y toma esos emblemáticos cuarteles?, se preguntan en la isla.

El fusilamiento, torturas, la prisión con penas máximas o el destierro serían las respuestas. Sin embargo, ya no hay razón para el miedo pues, cada día, el cubano muere, bien en desesperanza, desnutrición o la represión, y entonces, se opta por retar a la dictadura. Un ejemplo, es la familia Miranda-Leyva, que grabó un mensaje, con unas pancartas que dicen: “Díaz-Cane, terrorista”, “Díaz-Canel, Singao”, y quemaron de manera simbólica la bandera del Movimiento 26 de Julio y las fotos de Fidel y Raúl Castro, y de Díaz-Canel.

Hasta ahora, hay 400 miembros de la Asamblea de Resistencia Cubana (ARC) que se declararon en rebeldía y están llamando a un paro nacional en los próximos meses. Pizano informó que la ARC expondrá el alcance del paro el 7 de agosto en el Club Cívico Cubano en Tampa y están convocando a todos los grupos en el exilio, sean de Venezuela, Nicaragua, Bolivia o Cuba, entre otros, para que se unan y expresen su apoyo a los isleños.

Un movimiento silente está presente en la isla.

Y es que, a pesar de la represión, Cuba tiene motivos para protestar y alzarse. Los apagones son una constante. Sólo se genera 2,647 MW, pero la demanda es de 2,759 MW; es decir, hay un déficit de 103 MW y el Ministerio de Energía dice que en un año podría reponer las unidades dañadas. Los cortes seguirán y el malestar también.

Eso lo sabe el régimen que lanzó la campaña “A Cuba, ponle corazón”, con lo que insisten en acusar a EEUU de los problemas, bajo el argumento del bloqueo.

La realidad es que Cuba aumenta, cada día, las compras en USA; 89%, $4,350 millones en 2021. Sin contar el respaldo de 170 empresas y empresarios de 29 países, 171 asociaciones de amistad, solidaridad y de cubanos residentes en el extranjero, de 43 países. (Díaz-Canel, dixit).

La batalla no se ha perdido.

Hernán Lugo Galicia / [email protected] / Tampa Bay