Precios de la gasolina bajan en EEUU por caída récord del consumo

542

Los precios de la gasolina se repliegan en Estados Unidos desde sus máximos históricos de mediados de junio, debido a una caída récord del consumo de combustible en el país y del consumo en general.

Los temores de recesión a nivel mundial y la reducción del consumo en EEUU han provocado que los precios de la gasolina bajen de un récord promedio de 5,01 dólares el galón regular.

En Estados Unidos, la merma de la demanda de gasolina es notable. En la semana que terminó el 8 de julio, cayó a su nivel más bajo desde principios de año.

«Es un acontecimiento importante», afirmó O’Grady. «Esperábamos una gran temporada de verano» en las carreteras, impulsada por el apetito de los estadounidenses por conducir, tras dos años marcados por la pandemia, matizó.

Los altos precios de todos los productos de primera necesidad han impactado el bolsillo de los consumidores durante año y medio. En el verano los padres intentan disfrutar de algunas vacaciones con sus hijos y ante el precio de los combustibles han preferido viajar cerca o por avión. En este período los padres también reducen sus gastos para la compra de materiales escolares a pocas semanas de comenzar el nuevo curso.

El precio de la gasolina común sigue en una racha de 35 días consecutivos a la baja desde que el 14 de junio, luego de alcanzar una cifra récord de 5,01 dólares por galón (3,78 litros), lo que equivale a 1,32 dólares por litro, según datos de la American Automobile Association (AAA).

Sin embargo, los precios del petróleo han vuelto a subir por encima de los 100 dólares el barril en un mercado internacional muy inestable en estos momentos por los problemas de China, los temores a una recesión mundial por la subida de tasas de interés en EEUU y su desaceleración económica, el suministro de gas ruso a Europa y otros obstáculos.

El precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI), la referencia del mercado estadounidense, cayó desde más de 120 dólares el barril a principios de junio hasta 95 dólares a mediados de julio, pero esta semana el precio volvió a repuntar sobre los 100 dólares el barril.

Este enfriamiento se debe a los temores de una fuerte desaceleración económica o incluso una recesión, que reduciría la demanda mundial de crudo y también la de productos refinados, incluida la gasolina.

La aprensión está relacionada en gran medida con el endurecimiento de la políticas monetaria, con fuertes subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales, en particular la Reserva Federal estadounidense, recuerda John Kilduff, de Again Capital.

En Estados Unidos, la merma de la demanda de gasolina es notable. En la semana que terminó el 8 de julio, cayó a su nivel más bajo desde principios de año.

«Es un acontecimiento importante», afirmó O’Grady. «Esperábamos una gran temporada de verano» en las carreteras, impulsada por el apetito de los estadounidenses por conducir, tras dos años marcados por la pandemia, matizó.

Gasolina e inflación
«Históricamente, el aumento del precio de la gasolina solo ha tenido un efecto marginal en la demanda», afirma el analista, que contempla otra explicación: el auge del teletrabajo.

Si el trabajo a distancia es posible ahora, «cuando el precio de la gasolina suba, en lugar de ir a la oficina cinco días, sólo irás dos», argumenta.

«Mi previsión es que los precios sigan bajando hasta otoño» boreal, dijo Kilduff, añadiendo que los costos seguirán altos en comparación con los estándares históricos.

Los republicanos y parte de la opinión pública culpan a Biden del aumento de la inflación, que podría debilitar a los demócratas en las elecciones legislativas del 8 de noviembre.

La directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, destacó en una nota las «medidas históricas» adoptadas por el presidente Biden para aliviar los precios del petróleo y los combustibles.

El mandatrio decidió utilizar una cantidad sin precedentes de las reservas estratégicas de petróleo de Estados Unidos, que han disminuido en 136 millones de barriles desde el pasado mes de septiembre.

Para Edward Moya, de Oanda, el reciente repunte de los precios del petróleo es incluso en parte atribuible al mandatario, «después de que el viaje del presidente Biden a Oriente Medio (la semana pasada) no se tradujera en ningún compromiso» de los sauditas para aumentar su producción.

«Hay dos maneras de abordar el problema», según Bill O’Grady. «Una es aumentar la oferta y la otra es reducir la demanda. (Biden) ha hecho muy poco para aumentar la oferta y mucho para aumentar la demanda» con sus fuertes medidas de apoyo económico durante la pandemia, resumió.

El suministro de crudo al mercado se sigue viendo de todos modos limitado, principalmente tras las sanciones impuestas a Rusia por la invasión a Ucrania.

AFP