El responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge, recomendó este miércoles limitar las parejas e interacciones sexuales en este momento, principalmente a las personas con más riesgo de contraer la viruela del mono, como una de las medidas para contener la transmisión del virus.
El consejo de abstinencia sexual va dirigido, sobre todo, a los hombres que tienen sexo con hombres o a quienes tienen múltiples parejas sexuales, dado que entre ellos se están dando la mayoría de contagios de esta viruela. El directivo ha admitido que «puede ser un mensaje duro, pero tener cuidado puede protegerlo a usted y a su comunidad».
La OMS también ha advertido que la vacunación no va a ser la «bala de plata» que pare esta epidemia (a diferencia de la covid), aunque se esté vacunando a personas con más riesgo de contagio o de complicaciones de su salud. Y ha pedido que las soluciones salgan de Europa, porque es donde hay más casos: al menos 12.000 en 37 países.
Esta epidemia de viruela del mono fuera de la docena de países africanos donde era endémica desde hace un par de décadas, ya suma unos 18.000 casos declarados. España es uno de los países más afectados, con 3.738 positivos confirmados por el Ministerio de Sanidad hoy, aunque se queda corto, porque solo la Comunidad de Madrid ha dicho tener unos 230 más de los computados, 1.695. La semana pasada se empezó a vacunar, especialmente en Madrid y Barcelona, lugares con más casos.
Hay al menos 3.487 casos también en EE.UU., donde ha tenido un rápido crecimiento la epidemia las últimas semanas (ahí sí se está vacunando más ampliamente), y al menos 2.200 casos en Gran Bretaña, 2.350 en Alemania y 1.700 en Francia. Hay contagios en unos 70 países del mundo.
Tras declarar el sábado la OMS la viruela del mono como emergencia internacional, o pandemia, el máximo nivel de alerta sanitaria, la organización quiere que los países se tomen la amenaza vírica más en serio, que adopten más medidas para contener su expansión. El director para Europa ha pedido a todos los países, tengan contagios o no, que actúen para prevenir o controlar el virus.
Unos 18.000 casos declarados
Kluge ha recordado que la gran mayoría de contagios son entre hombres que tienen sexo con hombres y por ello ha pedido que «las soluciones para hacer frente al virus deben salir de Europa sin estigmas ni discriminación de las comunidades afectadas y con estrecha colaboración con ellas».
El directivo ha recordado que es una infección que no supone en general una amenaza vital (hasta ahora la epidemia solo ha causado cinco muertes en África y requieren hospitalización un 8% de infectados). En África, afectaba sobre todo a niños y personas de más edad y de salud más delicada.
En la actual pandemia, el contagio es sobre todo por el contacto estrecho durante las relaciones sexuales, pero la OMS avisa que también hay contagios no sexuales entre personas que comparten casa, en casos no siempre claros de exposición al virus. Ha pedido que se proteja sobre todo a niños, embarazadas y personas inmunosuprimidas.
La OMS reclama que tomen medidas tanto los gobiernos y autoridades sanitarias, como la población. Pide que se faciliten las pruebas diagnósticas, la vacunación – aunque España, por ejemplo, tiene un número muy limitado de vacunas- y la atención médica. Y que se informe bien a los positivos de la duración de la infección (21 días) y de la necesidad de aislarse en ese periodo.
Kluge ha pedido a las personsas con más riesgo de contagio que se mantengan informadas y se protejan. Y que si creen que pueden estar infectados se aislen, no mantengan relaciones sexuales hasta haberse recuperado y eviten fiestas o lugares de contacto sexual.
Igualmente, la OMS pide que se aumente la capacidad de vigilancia epidemiológica y el rastreo de contactos de los positivos, porque muchos no se identifican, lo que alimenta la transmisión del virus.
Síntomas no siempre iguales
También advierte a los médicos que los casos no siempre presentan los mismos síntomas. La Agencia de Seguridad de la Salud del Reino Unido (UKHSA) ha advertido que a veces apenas hay la característica erupción que causa el virus, sino un granito en la zona genital o perianal; otras hay pústulas en la boca; puede haber dolor rectal, no siempre hay fiebre ni cansancio…
Kluge ha instado a los gobiernos europeos y de Asia central que colaboren entre ellos y que no se acaparen vacunas y antivirales, sino que se garantice que lleguen «adónde más se necesiten». Asimismo, ha pedido más inversión en África, donde cree que no se ha prestado la atención que requería la viruela del mono durante la pasada década.
Marta Ricart/ Vanguardia