La tasa de desempleo en Estados Unidos se mantuvo en junio en niveles históricamente bajos por cuarto mes consecutivo, alejando de momento el fantasma de una inminente recesión, una posibilidad cada vez más admitida por los economistas y reguladores estadounidenses.
La primera economía del mundo sumó 372.000 puestos de trabajo en junio, una cifra ligeramente por debajo de la de abril pero superior a las previsiones de los economistas, que auguran una moderación del mercado laboral a medida que la Reserva Federal (Fed) sube los tipos de interés para tratar de poner coto a la alta inflación.
El índice de desempleo del gigante norteamericano se mantuvo en el 3,6 % por cuarto mes consecutivo, muy cerca del 3,5 % que se alcanzó en febrero de 2020, antes de la pandemia, y que supuso entonces un mínimo en 50 años.
De hecho, el número de empleos en el sector privado ya supera en 140.000 puestos de trabajo a los registrados en febrero de 2020, aunque el sector público todavía está 664.000 empleos por debajo.
El presidente estadounidense, Joe Biden, sacó pecho de la solidez del mercado laboral y defendió que se trata de «la recuperación del empleo más rápida y robusta de la historia de EE.UU.», en un comunicado emitido por la Casa Blanca poco después de conocerse los datos, que recoge la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
Biden lanzó incluso una pequeña pulla a su antecesor Donald Trump (2017-2021), al asegurar que «hay más estadounidenses trabajando en el sector privado que en cualquier momento de la Presidencia» del exmandatario.
Una gran parte de las ganancias del mercado laboral responde al aumento de los empleos en el sector de los servicios profesionales y empresariales, que incluye el diseño de sistemas informáticos o la investigación y el desarrollo científicos.
EFE
