El ejército ruso se debilita ante retiro de tropas de Jarkov y Putin solo confía en su maquinaria de propaganda

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La maquinaria de propaganda rusa sigue vendiendo los supuestos éxitos de su ‘operación especial’ en el país vecino, pero lo cierto es que la situación es cada vez más complicada para las fuerzas de Vladimir Putin. Ucrania se hace fuerte en zonas como Jàrkov, donde sus soldados no han tenido más remedio que retirarse hasta la frontera.

Es obvio que el ejército ruso se debilita. Las bajas son muy superiores a las que el Kremlim reconoce. Se calcula que habría pedido alrededor de un tercio de las fuerzas terrestres enviadas a territorio ucraniano. Y muchos militares abandonan filas ante la falta de medios y el trato -de esclavos o ganado- recibido por sus superiores.


Tampoco podemos olvidar que el presidente ruso no se encuentra en su mejor momento, ni físico ni psicológico. Tanto es así que el jefe de la Inteligencia Militar de Ucrania, el general de división Kyrylo Budanov, se ha atrevido a vaticinar que a mediados de agosto se producirá un punto de inflexión en la guerra con Rusia. Durante una entrevista concedida a Sky News, se ha mostrado convencido de que habrán recuperado los territorios ocupados antes de que acabe el año.

Los cadáveres se acumulan
Rusia ha perdido unos 26.900 soldados desde el inicio de la invasión, según el Ministerio de Defensa de Ucrania. Una cifra muy superior a la ofrecida por Moscú. Sin embargo, es una evidencia que los cuerpos sin vida de los miembros de su ejército se acumulan en las zonas de conflicto.


Recientemente, militares ucranianos han recuperado cientos de ellos en los alrededores de Kiev. Los cadáveres han sido trasladados en bolsas hasta un vagón frigorífico, para conservarlos hasta que alguien los reclame. Entretanto, intentan identificarlos revisando la documentación y los enseres que llevan en los bolsillos.

Tratados como esclavos
Ucrania presume de su ejército, resaltando los valores de los que carecen las fuerzas militares del país invasor. El jefe de Estado Mayor y subcomandante del Este de Ucrania, el general de brigada Oleksandr Tarnavskyi, ha publicado -en sus redes sociales- un video en el que se dirige a sus soldados como «personas que saben luchar». De sus generales y comandantes, destaca que son «sabios, valientes, patriotas e inseparables de sus subordinados».


Algo que contrasta con lo que ocurre con lo que ocurre en las Fuerzas Armadas rusas -asegura- donde prima «el miedo y la humillación». «Incluso los sargentos, sin mencionar a los oficiales o generales, tratan a sus subordinados como esclavos o ganado», asevera. Afirmaciones que encajan con la dificultad de Putin para restituir las bajas en sus filas.

Se retiran de Jàrkov
Ucrania sigue ganando terreno en Járkov. Ha conseguido que el enemigo se repliegue y retroceda hasta una sección de la frontera estatal con Rusia, según ha informado este lunes su ministerio de Defensa. Hechos que confirman el éxito de la contraofensiva en el norte de la región.

El pasado viernes, el Ejército ucraniano expulsó a las tropas rusas más allá del río Séverski Donets, que cruza el Donbás. Un punto clave para el control de las regiones del este del país, incluido Járkov. «Entramos en una nueva y larga fase de la guerra», afirmó entonces el ministro del ramo ucraniano, Alexéi Réznikov, en un comunicado en Facebook.


Hoy se ha confirmado la incapacidad de Putin para hacerse con el control de Járkov, la segunda ciudad ucraniana, a la que ha tenido que renunciar. Según el último parte castrista, el ejército ruso continúa atacando en la zona este dirección a Donetsk y podría lanzar una ofensiva en el área de Izum.

En Mariúpol, sin embargo, continúan los ataques masivos de artillería y aéreos. Las fuerzas de Putin -dice el Ejercito ucraniano- han centrado sus esfuerzos en bloquear y eliminar sus unidades en la planta de Azovstal. Pero no han logrado hacerse con su control, a pesar de las informaciones que llegan desde Moscú.

El bulo de Azovstal
Petr Andryushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol, ha desmentido -a través de Telegram- la información difundida por Rusia acerca de que los militares ucranianos que había en su interior han abandonado el área de la acería portando una bandera blanca, recoge la agencia ucraniana Interfax. Es «otra falsificación», ha aseverado.


La plataforma InformNapalm ya había advertido de la posibilidad de que los medios oficialistas rusos lanzaran una campaña para desmoralizar al ejército ucraniano, que podría incluir información falsa sobre la situación de Azosvtal.


«Rusia está preparando la mayor falsificación de testimonios sobre la destrucción de Mariupol», asegura el mencionado Andryushchenko. Se refiere a declaraciones falsas «en forma escrita» de residentes de la ciudad, según explica en su Telegram y recoge la agencia de noticias ucraniana Interfax.

Para llevarlo a cabo, los ocupantes rusos habrían anunciado el inicio de un registro necesario para la compensación por la vivienda destruida y/o la pérdida de un familiar, que se concretaría en 500 mil rublos (aproximadamente 6 mil dólares) por inmueble y 3 millones de rublos (alrededor de 33 mil dólares) por familiar fallecido.

Según denuncia el asesor del alcalde de Mariúpol, así Moscú conseguirá decenas de miles de «evidencias» sobre las «atrocidades del ejército ucraniano», que puede usar para influir en la opinión de la comunidad internacional. La prueba es que «tal compensación no es posible» dado el «estado actual» de la economía rusa.

Libertad Digital