Alberto Barboza: La democracia nos espera a la vuelta de la esquina

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Realmente me siento molesto, por no decir una “maracuchada” con la opinión de la mayoría de la gente, de algunos políticos y de muchos comunicadores sociales, que supuestamente forman parte o son afectos a la oposición, digo supuestamente, debido a que su conducta no contribuye con la salida de la crisis, y por ende, de la recuperación de la democracia con un mínimum de estado de derecho. Analizo algunas de las creencias de estos sectores:

La creencia sobre, la salida del gobierno, que tiene que ser por la fuerza porque no se puede interactuar con usurpadores, delincuentes y pare de contar. Pues bien, aquí yo les formulo las siguientes preguntas: ¿Ustedes tienen fuerza bélica para confrontar? Si la respuesta es no, entonces cabe la segunda pregunta: ¿Ustedes cuentan con ejércitos de otros países que puedan prestar asistencia militar? Si la respuesta es no, viene la tercera pregunta: ¿Ustedes cuentan con algunos mil quinientos millones de dólares para contratar un grupo importante de profesionales y conformar un ejército y echarle pichón? Si la respuesta es no. Entonces viene la siguiente recomendación: Dejen de hablar “pistoladas” y organícense en torno a procesos de negociación y/o electorales, independientemente de la historia sobre estos aconteceres.

La creencia sobre, que todo aquel que platique con el gobierno es un colaboracionista o cohabitador y pare de contar. Pues bien, pregunto lo siguiente: ¿Si usted sale de vacaciones y al regresar a su casa consigue que se encuentra habitada por unos malhechores, en principio con quien entablara conversación para persuadirlos que le regresen su casa, con los vecinos a con los ocupantes ilegales? Si la respuesta es, que la negociación es con los vecinos porque no se habla con usurpadores, pues bien, la recuperación será muy tardía si es que ocurre.

La creencia sobre, que la oposición está dividida, bueno aquí no voy a formular preguntas sarcásticas, solo doy mi opinión en el sentido que la oposición si ha estado estúpidamente dividida todos estos años, pero no es una división como la mayoría cree, la oposición no tiene que estar unidad como la hiedra a la pared, porque eso es difícil, por razones doctrinarias, que en realidad no es una buena razón, la división se debe a sentimientos y emociones de sus dirigentes, debido a que no estamos hablando de gente “grande”, estamos contando con actores donde pesa mucho el protagonismo y las bajas pasiones, esa ha sido la razón fundamental. Pero todavía sigo creyendo que en las circunstancias más críticas y apremiantes, esas posiciones se dejaran de lado en pro de la salvación nacional.

Estoy convencido que a la oposición la ha afectado mucho mas la infiltración del gobierno que sus mismas diferencias, esa infiltración la percibe la gente como un separatismo apátrida, como la mayor macula, que los lleva a no participar en los diferentes procesos electorales, de allí que el partido de gobierno ha venido ganando sucesivamente en casi todos los procesos electorales. He aquí el gran problema que enfrentamos, la apatía del mercado electoral, motivado por la exagerada percepción sobre la división de la oposición. Utilizo el término exagerada, debido a que la apatía, se debe a la verdadera e injustificada división de la oposición, más la introducida por el gobierno, mediante estrategias de nuevos partidos y nuevas personalidades emergentes y demás que la hace ver súper fraccionada.

Señores, reflexionemos, si mañana la verdadera oposición democrática decide acometer un proceso de primarias para elegir nuevas autoridades, o una única autoridad de cara al 2024 o en el mejor de los casos 2023. Es decir, que al próximo evento electoral vamos con un solo candidato, simultáneamente nacerán 24 candidatos de supuesta oposición, que sumados al de la verdadera oposición, serán 25 candidatos que enfrentaran al candidato del oficialismo. Acto seguido, la gran mayoría de la gente va a tomar la clásica y estúpida decisión de no ir votar, porque la oposición está muy dividida, sin entender que no son 25 candidatos, es uno solo por el que hay que votar. Recordemos lo que paso en el estado Zulia, que salimos a votar y ganamos “de calle”, o lo que paso en Barinas que ante la repetición del proceso electoral la gente indignada, los que no votaron la primera vez, si lo hicieron en la segunda y Barinas se gano sobremanera.

Conclusión, que división y que división del “carajo” si votamos masivamente ganamos, independientemente de todos los contras. Toda ganancia irrisoria es vulnerable de adulteración, pero una victoria contundente con una brutal diferencia es irrefutable y casi imposible de revertir. Así que todo el “mundo” a votar, no nos dejemos confundir, la democracia nos espera a la vuelta de la esquina.

Alberto Barboza

Coach Gerencial en liderazgo, planificación y productividad

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