Alberto Barboza: Inteligencia colectiva de la oposición

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El peor enemigo de la oposición, no es el gobierno, tampoco es ella misma, el enemigo más sagaz, somos nosotros, la gran masa de la población que aborrece al régimen, la gente que podemos votar, que nos abstenemos o que votamos nulo, pero al fin de cuentas, los que elegimos nuestras autoridades. Este conglomerado, que podemos denominar el “mercado electoral”, carece de inteligencia y se encuentra confundido, cree que la oposición esta mas dividida que nunca, que no da “pie con bola” y ese ha sido su retorica desde hace muchos años, pero lo grave es que ese sentimiento se ha profundizado, justamente en los tiempos de “dolores de parto”, momentos que considero existen posibilidades de entrar en otra etapa política y recuperar la democracia. Como última instancia tenemos el 2024, pero puede ser el 2023, claro está, es comprensible, que a pesar de que los tiempos políticos puedan tener determinada velocidad, para nosotros, representan una eternidad, no es lo mismo “esperar sentado en una confortable butaca que parado en un jardín de cadillos”.

Lo cierto es, que este mercado electoral ahora anda molesto y mucho más desanimado, porque algunos pseudo-lideres de ciertos pseudo-partidos han anunciado que para los próximos comicios van independientes y no formaran parte de un posible proceso de escogencia de un único candidato abanderado a la presidencia que represente a toda la oposición. ¿Cómo es posible que el mercado electoral asuma este fenómeno como una profundización de la división de la oposición?, no entienden que esta gente no es oposición, que tienen roles muy bien definidos, que es justamente hacer ver que la genuina oposición se encuentra dividida. Por supuesto, que lo está, y es justamente producto de que la mayoría de sus líderes son unos perfectos “enanos intelectuales”, gobernados por su ego, que los hace políticamente improductivos.

La genuina oposición es toda aquella, que trabaja día a día con acciones que no favorecen al gobierno, toda oposición, independientemente que en su fuero interno, tenga la máxima aversión al régimen, pero que no contribuya a mancomunar los esfuerzos en un solo frente, simplemente lo está favoreciendo, y de paso lo hace “Ad honorem”.

Antes de seguir con la idea, debo hacer un giro en términos gerenciales, para luego retomar la misma y llegar a la conclusión prevista. Existe un método determinante en el éxito de cualquier empresa, y es lo que se conoce como “Memoria tecnológica”, entiéndase por este término, cuando una organización aprende de su pasado y de los errores que ha cometido sistemáticamente. Es imposible que en este espacio explique el mecanismo de resguardo de la memoria tecnológica empresarial, pero a muy “Grosso modo”, se trata de un sistema para desentrañar todos los problemas o fallos de una empresa en términos de su fenoestructura y genoestructura, donde queden al descubierto todas las posibles fallas, reales y potenciales, que son fuente de errores, y lo más importante, el diseño de las posibles y factibles soluciones, de tal manera que llegue el momento cumbre, donde todos los productos, bienes o servicios, se generen sin errores, retrabajos, desperdicios y con la máxima calidad, proporcionando a sus clientes la mayor satisfacción y lealtad posible. Este sistema lleva al estatus de lo que se conoce como la “Empresa inteligente”, es decir, que aprende y se perfecciona logrando la tan anhelada “Excelencia organizacional”. Definitivamente, esto es un tremendo negocio, pero a la mayoría de los empresarios y gerentes les estoy hablando en un idioma extraterrestre, simplemente porque no entienden o no creen en estas cosas.

Asimismo, en la política existe la memoria tecnológica, y desgraciadamente algunos regímenes, con los cuales el gobierno tiene relaciones, han adquirido en el transcurso de su historia, por todas las circunstancias que han atravesado, memoria tecnológica que se traduce en inteligencia política de acuerdo con sus fines, y buena parte de esa inteligencia ha sido aprovechada por el gobierno para desarticular, no solo a la oposición, sino justamente al mercado electoral. He ahí la esencia de los acontecimientos políticos venezolanos en las últimas dos décadas, y la razón de que este mercado electoral venezolano, siga confundido y se deje distraer por esas “bobadas” de pseudolideres de pseudopartidos que a estas alturas están declarando que van solos para el 2024.

La verdadera oposición debe tomar en cuenta estos temas para su análisis y definición de estrategias, para lograr dos objetivos igualmente importantes; primero, educar al mercado laboral mediante técnicas bien conocidas de marketing, para que este se aclare y no se confunda con los infantilismos de pseudolideres con sus disfraces de opositores, y el segundo, definir un método sinérgico de escogencia de un verdadero liderazgo nacional para la próxima oportunidad electoral, donde se extrapolen las experiencias de los estados Zulia y Barinas en los pasados comicios electorales. Con esta praxis definitivamente aceleramos esos “dolores de parto” hacia el nacimiento de una nueva Venezuela.

Alberto Barboza

Coach Gerencial en liderazgo, planificación y productividad

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