Muchos se preguntan por las negociaciones de México. La Plataforma Unitaria reclama el regreso a la mesa. El jefe negociador del interinato, Gerardo Blyde, dijo al portal digital Analitica.com que “el diálogo todavía no tiene fecha ni calendario, pero que la oposición está calentando los motores para estar preparada cuando se reanuden las conversaciones que se habían iniciado el año pasado”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió el pasado lunes al régimen de Nicolás Maduro retomar el proceso del diálogo en México. Además, instó a la comunidad internacional a apoyar una solución negociada, para resolver la crisis en Venezuela.
Cuarenta y ocho horas antes, el Grupo Internacional de Contacto ─constituido por los gobiernos de Chile, Argentina, Uruguay, Costa Rica, Panamá, Ecuador, República Dominicana, España, Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal, Suecia y la Unión Europea― también lo haría. “Abogo por retomar el diálogo en México y actuar de buena fe en beneficio del pueblo venezolano», según el comunicado que no firmó Argentina.
A principios de enero, Estados Unidos instó al régimen de Maduro a volver a las negociaciones con la oposición en México, un día después de que el líder del PSUV pusiera como condición para volver al diálogo la liberación de su supuesto testaferro, el colombiano Álex Saab, extraditado por la justicia de Estados Unidos desde Cabo Verde por cargos de lavado de dinero.
Si la condición sine qua non para el régimen de Maduro no es satisfecha, la reanudación del diálogo es poco probable. Porque el memorando de entendimiento ―firmado en agosto del año pasado y que incluye la definición de garantías electorales y un cronograma para elecciones observables; el levantamiento de las sanciones; la restauración de derechos a activos; el respeto al Estado constitucional; la convivencia política y social; la renuncia a la violencia; la reparación a las víctimas de la misma, y la protección de la economía y la población―no representa ningún incentivo para la corporación criminal trasnacional instalada en Miraflores en este momento.
La demanda de “garantías electorales y el cronograma para elecciones observables” quedó en entredicho con el informe preliminar de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (23.11.2021) al señalar la jefa de la delegación de observadores, la portuguesa Isabel Santos, que «el marco electoral venezolano cumple con la mayoría de los estándares internacionales básicos, (…) pero la falta de independencia judicial, la no adherencia al Estado de Derecho y algunas leyes afectaron la igualdad de condiciones, el equilibrio y la transparencia de las elecciones».
En cuanto al levantamiento de las sanciones económicas, el resultado ha sido que, después de 13 meses, la administración de Joe Biden las ha mantenido a pesar del fuerte lobby realizado por el régimen de Maduro y las empresas petroleras socias de Pdvsa en las empresas mixtas.
El continuo reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino por parte de Estados Unidos, el Reino Unido y Colombia impide la restauración de derechos a activos en el exterior al heredero de Hugo Chávez.
Sobre el resto de los puntos del memorándum: el respeto al Estado constitucional; la convivencia política y social; la renuncia a la violencia; la reparación a las víctimas de la misma, y la protección de la economía y la población, es mejor seguir con el status quo que buscar un cambio en la lógica madurista, si al final mantiene el poder de facto.
En este instante, la mejor opción para la Plataforma Unitaria es desistir del empecinamiento de ir a México. Para lograr su objetivo tendría que convencer al gobierno de Biden de flexibilizar las sanciones de segundo piso impuestas a la estatal petrolera Pdvsa, con lo cual le darían un “tanque de oxígeno” a la corporación criminal trasnacional necesitada de divisas. Las que maneja actualmente por los negocios ilícitos no son suficientes para mantener el aparato que lo sostiene en el poder. Por ello, la lucha interna entre las facciones de Maduro, Cabello y “el tercio de generales del Ejército”.
Además, el cronograma del madurismo para la elección presidencial sería en 2024 y la parlamentaria en 2025. Lo que no resolvería la ilegitimidad de Superbigote (2018) y de la AN (2020).
La Plataforma Unitaria tiene que darle tiempo al tiempo. El conflicto entre Rusia y Occidente en Ucrania tendrá implicaciones geopolíticas que podrían impactar la crisis política de Venezuela.
Asimismo, la falta de divisas por la baja exportación de petróleo ha desatado una feroz guerra interna en el PSUV ―encarcelamiento de alcaldes, diputados y militares― para ponerle la mano a los dólares, pesos, euros provenientes del narco, droga, minería, el combustible, secuestros, armas que permiten financiar las distintas estructuras para preservar el poder.
En términos de supervivencia, el interinato está vigente hasta 2023, mientras que el madurismo debe validar el poder fáctico diariamente este 2022.
La organización criminal trasnacional no ve incentivos para ir a la tierra de los aztecas. Apuesta al cortoplacismo de la Plataforma Unitaria para que le sirva en bandeja de plata la flexibilización de las sanciones y la ayuda humanitaria.
En el caso de la Plataforma Unitaria, es tiempo de “afilar el hacha”, eligiendo una nueva dirección política, entre otros. Y mirar la “guerra feroz” en el cabellomadurismo desde la barrera.
En consecuencia, México no es parte de la solución hoy.
Antonio de la Cruz @antdelacruz_
Director ejecutivo de Inter American Trends