El Movimiento Venezolano por el Revocatorio, contra el presidente Nicolás Maduro denunció como “bufonada” el reciente cambio de reglas del Consejo Nacional Electoral que dificulta la recolección de firmas necesarias para consultar a los ciudadanos, mediante referendo, si desean que el presidente abandone el cargo.
La oposición pide al Tribunal Supremo del país que revise las modificaciones y advierte que utilizará todos los medios para la lograr la consulta popular.
Gracias al fuerte control sobre los organismos del país, el chavismo impone, una vez más, sus maniobras políticas para aferrarse al poder.
Pese a años de aguda crisis y el clamor de millones de venezolanos para que el Gobierno de Nicolás Maduro permita el paso a un nuevo Gobierno, el último recurso legal impulsado por la oposición para lograrlo, un referendo revocatorio, se ve “saboteado”.
La Comisión Nacional Electoral, cuya junta de cinco miembros incluye a tres personas relacionadas con el partido gobernante, dispuso que los 4,2 millones de firmas necesarias para respaldar la consulta popular deben ser recolectadas solo durante 12 horas, el próximo 26 de enero, y en solo 1.200 localidades.
Es decir, que los partidarios de la salida de Maduro del Ejecutivo tienen la difícil labor de obtener cinco firmas por minuto y recoger la totalidad requerida en menos de un día para activar el proceso revocatorio.
Ante las nuevas normas anunciadas el pasado 21 de enero, dos figuras de la oposición: Nicmer Evans y César Pérez Vivas, solicitaron este fin de semana al Tribunal Supremo del país que revise las disposiciones.
«Es una gran bufonada. Si ellos (el Gobierno) para la firma contra (el decreto emitido por el expresidente de EE. UU. Barack Obama, instalaron 14.000 centros a nivel nacional e internacional, ¿cómo puede ser que hayan instalado 1.200 centros (para activar el revocatorio) que nadie conoce?», cuestionó Evans en una rueda de prensa virtual.
France24