José Aranguibel: ¡Barinas demostró lo que en el Zulia comenzó!

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«La primera justicia es la conciencia»
Víctor Hugo

Donde ronca tigre no hay burro con reumatismo dicen los llaneros y eso fue lo que expresaron este domingo 9 de enero, cientos de miles de barineses al salir a sufragar sin miedo, temor o pánico por Sergio Garrido, electo gobernador de Barinas por la Mesa de la Unidad Democrática, donde terminó por caer la leyenda urbana que decía que en la tierra misssssma, cuna del chavismo, los opositores “no volverán”.

Estruendoso ha sido el golpe que la Mesa de la Unidad Democrática le ha asestado al alto mando de la Revolución del Siglo XXI, creído amo y señor del destino de esa región del llano venezolano, donde 24 años de gobiernos sólo rojos rojitos no validaron discursos ni razones para mostrar hoy a una Barinas desarrollada, pujante y a sus hijos llenos de suprema felicidad por tener excelentes servicios públicos, seguridad, desarrollo agropecuario, gasolina, gas-oil, poder adquisitivo o alimentos abundantes y económicos, pero mejor paremos de contar.
La verdad allí es una sola, —muy similar a la del resto del país—, cargada de destrucción, atraso y engaños que los barineses cansados, agotados y fatigados en su estómago y paciencia esperaron por cambios en la calidad de vida que nunca llegaron por vía de promesas y decidieron hablar a través del voto rechazando más mentiras que multiplicaron el malestar al extremo que leales electores radicales, confesos y conversos a las proclamas del desaparecido Hugo Chávez Frías en su natal Sabaneta, asumieron una conexión multiplicadora de decirle “chao contigo” a quienes asumieron por décadas el liderazgo revolucionario que cautivó y enamoró a millones después del 4 de febrero de 1992 y que luego de seis años llevó a Chávez Frías a Miraflores.

Así las cosas, lo sucedido el histórico domingo 9 de enero suma 172 mil 497 razones que el soberano barinés le entregó a Sergio Garrido que significa el 55,36 por ciento de los
votos contra 128 mil 583 o lo que es lo mismo el 41,27 por ciento que logró el aspirante oficialista, Jorge Arreaza, no nacido en esas tierras de palma y sol, excanciller venezolano, exministro de la Revolución, pero nada curtido en tareas de cría de ganado, ordeño o siembra cual camarita de verdad veguero. A Arreaza y al gobierno de Miraflores no les funcionó en lo más mínimo la entrega de obsequios a lo largo y ancho del terruño del desaparecido maestro Eladio Tarife, compositor de la canción “Linda Barinas”, que desde el domingo ha estado sonando como nunca a través de las emisoras de radio venezolanas. El mérito del Gobernador electo y de un gran equipo que le “echó bolas” a un propósito común que la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, TSJ, frustró el 21N por escaso margen, cuando inhabilitaron a Freddy Superlano, luego a su esposa, Aura Silva, bien valió la pena y es digno decirlo que a la tercera va la vencida, porque contra la entrega de cientos de neveras, cocinas, lavadoras, aires acondicionados, gasolina, bombonas de gas, juguetes, bolsas de comida y hasta el milagro de hacer aparecer el agua en algunos sectores de Barinas, la paliza de casi 44 mil votos, —14 puntos de ventaja— es la explicación que analistas consideran con la entrega temprana del oficialismo, ganado a promover actos vandálicos y la violencia que resulta en asesinatos como sucedió el 21N en el municipio San Francisco del estado Zulia.

Las matemáticas dicen ser exactas y eso fue lo que empezó a preocupar a los líderes rojo rojitos, cuando las encuestas a boca de urna arrojaban el conteo de votos y más votos que ratificaban la victoria por amplio margen de la Mesa de la Unidad Democrática que llevó a Sergio Garrido a decir que sus paisanos esa noche iban a celebrar a lo grande. Y no fue casual que Jorge Arreaza, antes de oírse el primer boletín del CNE, afirmó que “Barinas querida, la información que recibimos de nuestras estructuras del PSUV, indican que, aunque aumentamos en votación, no hemos logrado el objetivo. “Agradezco de corazón a nuestra heróica militancia. Seguiremos protegiendo al pueblo barinés desde todos los espacios”.
Por algo, muchos altos líderes y funcionarios oficiales salieron raudos vía aérea de Barinas que llevó a Freddy Superlano a decir que “se fueron con el rabo entre las piernas”.

No obstante, Arreaza, el PSUV y Claudio Fermín no fueron los únicos derrotados el domingo en Barinas, sino que muchos que dicen ser “opositores”, dentro y fuera de Venezuela, llamados guerreros del teclado y otros oportunistas, creídos y creídas que son iluminados por la Divina Providencia desde la comodidad del “exilio” o de representar a patiquines de la política, continuarán derramando lágrimas de cocodrilos por la situación de extrema pobreza, carencias y miseria de millones de venezolanos. En pocas palabras no dejarán de conseguirle excusas negativas a este rotundo éxito democrático obtenido a través de elecciones. Esos deben andar como el avestruz para no ver la lección del pueblo de Barinas que creyendo y confiando en la propuesta de la Mesa de la Unidad Democrática y de sus cuadros de UNT, AD, PJ, VP y otros grupos de electores, unidos demostraron lo que comenzó el 21N en el Zulia con Manuel Rosales Guerrero, en cuanto a que sí es posible derrotar al modelo ideológico y político revolucionario que en nombre del “pueblo soberano” arruinó, destruyó, quebró y trituró el aparato económico y el futuro de los hombres y mujeres de la patria de El Libertador Simón Bolívar. Que siguen saliendo a otras tierras y que al final de este año, —que apenas comienza—, podría sobrepasar los siete millones de almas regadas por el mundo.

José Aranguibel Carrasco