Un artículo emitido, los últimos días del pasado año, por Dorothy Neufeld joven investigadora sobre finanzas, inversiones y economía, con trabajos publicados en Investopedia y Vancouver Value Investing, el cual verso sobre una visualización de la economía mundial en términos del producto interno bruto calculado para el año 2022 en unos 94 billones de dólares. Es oportuno recordar que el PIB es un indicador macroeconómico que estima la producción económica de un país, es decir, el valor total de todos los bienes y servicios finales generados en un periodo determinado. Si bien es cierto que el PIB es la riqueza total de una nación, también vale aclarar que esta variable macroeconómica no es un indicador absoluto de la riqueza global de una sociedad, ya que no mide su definitiva distribución en términos de la población, para lo cual existen otros indicadores, pero sin duda es una medida muy importante sobre la eficacia de una economía, y en definitiva permite inferir sobre el nivel de calidad de vida de la gente.
En la torta de los 94 billones de dólares, cuatro países llevan la supremacía, Estados Unidos con 22,9 billones $, China 16,9 billones $, Japón 5,1 billones $ y Alemania con 4,2 billones $. Es decir, estos cuatro países representan el 52,2 por ciento del PIB mundial, más de la mitad de la riqueza que se generara en el planeta para este año.
En el análisis se mencionan los cincuenta países principales y los cincuenta países más pequeños, por supuesto a Venezuela para encontrarla se tiene que buscar “De atrás Pa’lante” y finalmente aparece en los últimos lugares con un PIB para este 2022 de apenas 0,04 billones $. Por supuesto, todos sabemos que de haber el cambio político que anhelamos y que pronto tendremos, que traerá consigo un cambio radical del tipo de economía, nuestro PIB dejara de estar entre los últimos lugares. En este orden de ideas, existe la posibilidad de que el Estado Zulia, la región más importante del país en términos de recursos, que está siendo parcialmente liberada, podría tener un repunte económico, en función de una estrategia política y económica acertada para la reconstrucción de su aparato productivo, con base en el aprovechamiento de tantas oportunidades y la solución de sus muchos problemas, se podría entonces lograr un producto interno bruto per cápita superior al resto de las regiones del país.
Es bien sabido que el estado Zulia cuenta con suficientes recursos naturales, para mencionar algunos: petróleo, gas natural, carbón, arenas silíceas, barita, caliza, cobre. Además de los forestales, suelos y marítimos que permiten un importante desarrollo agrícola, ganadero y pesquero para la producción de una variedad de rubros. La región posee una superficie de 63.100 Km2 superior a países como Costa Rica con 51.100, Dinamarca 43.094, Suiza 41.277 o Puerto Rico con 8.870 Km2 de superficie. Como se explica, que estos países tengan un producto interno bruto per cápita superior al de los zulianos en más del 95 por ciento. Estamos claros que no tiene mucho sentido comparar países con regiones, pero lo que quiero significar es que el estado Zulia tiene un gran potencial para que sus habitantes derrochen prosperidad, superando la deplorable situación económica y social similar a las regiones de mayor pobreza en el mundo.
¿Qué se debe hacer en estos momentos que el Zulia ha logrado la mitad de su “independencia”?, ya que la otra mitad está supeditada a la solución del problema político nacional que enrumbe al país hacia una democracia, el equilibrio entre los poderes públicos, el estado de derecho y un modelo económico regido por las leyes del mercado. Definitivamente, se tiene que acometer un Plan de Desarrollo Económico y Social que aproveche las potencialidades de la región para lograr un crecimiento y desarrollo económico y social a nivel de los países del bloque desarrollado. En este plan deben jugar un rol estelar tres elementos fundamentales: primero; la iniciativa empresarial con todos sus conocimientos, experticias y recursos, segundo; los nuevos emprendimientos de negocio apoyado por una formación técnico-gerencial y crediticia, y tercero; la indispensable formación de lideres tecnocráticos en la administración pública para que aborden su dinámica laboral con base en métodos científicos y gerenciales para la planificación y ejecución de sus actividades, y sumamente importante, la forma de abordar y resolver los problemas para su definitiva desaparición.
Si las actuales autoridades de Estado toman en cuenta estos elementos en sus gestiones, el Zulia cambiara radicalmente y será una verdadera vanguardia en el país, catapultando a sus líderes regionales hacia el ámbito nacional. Una vez extrapolada la experiencia zuliana hacia el resto del país, nuestro PIB estará en sitiales respetables con todas las implicaciones del caso.
Alberto Barboza
Coach Gerencial en liderazgo, planificación y productividad
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