Elizabeth Fuentes: Carta abierta a la periodista de VTV que invadió un apartamento

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A su edad, yo trabajé como periodista y con mi sueldo pude adquirir un apartamento. Y mi hija nunca vivió necesidad alguna y mi esposo y yo viajamos por medio mundo sin agradecerle eso a nadie porque en la democracia que afortunadamente me tocó vivir, todo eso era posible

Señora Yolisbeth Concha Montilla: Con mucho estupor vi y volví a ver el video donde usted, sin que le temblara un músculo de la vergüenza, cuenta de lo más orgullosa a cámara que invadió un apartamento ajeno. Lo “ocupó”, es la palabra que utiliza como si ese sinónimo de invadir pudiera sonar más revolucionario. Aunque le recuerdo que ocupar también significa saquear, asaltar y violentar, según cualquier diccionario del asunto y que usted, como comunicadora, debería conocer muy bien.

Pero lo más sorprendente es que usted alude a su condición de camarada que ha luchado por la revolución “desde el canal del Estado”. Cuando se supone (vaya ingenuidad la mía), que un canal del Estado se define porque está al servicio del país y no del gobierno. Que de los impuestos de todos los venezolanos, sean o no del PSUV, es de donde salen los sueldos de usted y todos los que laboran allí. Y que en países civilizados, los canales del Estado -como la BBC de Londres, por ejemplo- pertenecen a los ciudadanos de todo el Estado y por consiguiente no debería ser, como lo es VTV donde usted labora, un medio de comunicación “ocupado” por el gobierno para servir como instrumento de propaganda y desinformación. Porque si mal no recuerdo, en VTV se ha asegurado una y mil veces que el gobierno que usted apoya con tanta vehemencia ha construido 3 millones y medio de viviendas. Lo que, mediante una simple operación matemática, implica que la mitad de los 28 millones de venezolanos que aún habitamos aquí, deberían tener su vivienda propia, si se calcula que cada familia estaría compuesta por cuatro miembros. Le explico: si en verdad han construido 3 millones 500 mil y eso lo multiplicamos por un promedio de 4 miembros por familia, totalizaría 14 millones de venezolanos. Es decir, la mitad del país tiene vivienda propia. Entonces cabe preguntarse, quién miente. Si usted, que siendo una camarada que lucha por la revolución desde el canal del Estado, no le han otorgado una vivienda digna. O quien miente es el gobierno y VTV. Escoja.

Pero valga su momentum para informarle señora periodista que, más o menos a su edad yo también fui una periodista que trabajaba en un medio de comunicación, El Nacional para más señas. Y con mi salario y el de mi esposo de aquel entonces, solicitamos un préstamo en un banco y adquirimos una vivienda de lo más bonita y “digna” y sobre todo, comprada y pagada religiosamente por nuestros sueldos durante varios años. Además, teníamos dos carros y viajamos a Europa varias veces y a mi hija nunca le faltó ningún alimento ( los supermercados estaban repletos), y todo eso, señora Concha Montilla, en plena democracia y trabajando en un medio donde los salarios eran bastante apretados y, aquí viene lo bueno, casi nunca nadie nos censuró nada. Porque personalmente me cansé de criticar públicamente a los gobiernos de turno los cuales, con sus raras excepciones, jamás exigían que algún reportaje o entrevista no saliera publicada. Rara excepción como el régimen de Jaime Lusinchi, el mismo que inauguró ese horror que el chavismo replicó con tanto éxito, como lo fue y ha sido impedir que los medios tuviesen papel para imprimir sus periódicos, lo que les permitió a Chávez y Maduro acabar con todos ellos, el sueño mayúsculo de Jaime Lusinchi.

“Me encuentro en un estado de necesidad muy fuerte porque tengo dos niños”, dice usted en ese video buscando solidaridad. Oración que ejemplifica absolutamente la cosecha del socialismo que usted defiende, porque en la Venezuela democrática que afortunadamente me tocó vivir cuando yo tenía su edad y laboraba como periodista, no conocí a ninguna colega que tuviese que invadir un apartamento ajeno para poder sobrevivir. Y mucho menos utilizar a los dos hijos como excusa por su acción. Porque, y esto si es preocupante, ¿se ha detenido usted a pensar en el ejemplo que le está dando a esos hijos? ¿Al adolescente que estudia ya tercer año?¿Cómo le explicó su conducta?

Seguidora en su cuenta de Twitter @CONCHATV de personajes como Diosdado Cabello y la plana mayor de esta “revolución” que la tiene a usted virtualmente en la calle, ahora le espera nada menos que fajarse a batallar contra el verdadero propietario de esa vivienda que usted ocupa, un diplomático que está fuera del país, como usted lo señala. Lucha donde probablemente usted descubra que en Venezuela la lucha de clases siga vivita y coleando y que el señor diplomático probablemente tendrá más palancas que usted a la hora en que alguien tome la decisión definitiva de hacerla desalojar una propiedad que no le pertenece. Porque también descubrirá que en esta “revolución” el capitalismo sigue viento en popa y si no me cree, haga un paseo por los edificios y mansiones de lujo que se están construyendo en las urbanizaciones del Este de Caracas, donde algunos tienen hasta una piscina para cada apartamento y averigüe, como periodista que es, a quiénes pertenecen semejantes monumentos al derroche y el dinero mal habido.

Elizabeth Fuentes @fuenteseliz