Hugo Delgado: Metazuela

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(Photo by RONALDO SCHEMIDT / AFP)

Los últimos acontecimientos que afectan al gigante tecnológico Facebook, del polémico Mark Zuckerberg, pueden extrapolarse a la realidad venezolana, si se relacionan con la situación planteada por el docente de las universidades Simón Bolívar (USB) y la Católica Andrés Bello (UCAB), Ángel Oropeza, en su reciente artículo “Ceguera Social Inducida” (El Nacional 28 de octubre de 2021)

En su  trabajo periodístico en el NY Times del 29 de octubre de 2021, el columnista en tecnología. Kevin Roose, aunque muestra escepticismo sobre la materialización de los nuevos planes de Zuckerberg, explica las razones del cambio de nombre de Facebook: Meta. Una visión para relacionarlo con el metaverso, el entorno virtual inmersivo que Facebook pretende utilizar, entendiéndose esta nueva propuesta como: “Un sistema de realidad virtual inmersiva que busca que el usuario pierda contacto con la realidad al percibir de manera exclusiva los estímulos del mundo virtual”(Laura Freina y Michela Ott 2015).

Según Rosse  Facebook formalizó un plan que ha estado en marcha durante años. La compañía ya tiene más de 10.000 personas trabajando en proyectos de realidad aumentada y virtual en su división Reality Labs, aproximadamente el doble de personas que  todo el personal de Twitter, y ha dicho que contratará 10.000 más en Europa. Según Zukerberg la compañía este año gastará alrededor de 10.000 millones de dólares en inversiones relacionadas con el metaverso, y  ha comprado empresas emergentes relacionadas con esta área, materializando la visión expuesta hace 30 años, por el autor de ciencia ficción Neal Stephenson, y que según el gurú será un “sucesor de internet móvil”.

Para los que poco entienden de estas transformaciones digitales, cabe enfatizar que Venezuela también emprendió este proyecto hace dos décadas y en 2021 oficializó la presentación de Metazuela: Una realidad virtual limpia, bien iluminada (por su servicio de electricidad moderno y eficiente) y aumentada, con ciudadanos responsables bien atendidos (alimentación, salud y educación), llena de amor, niños y ancianos felices, jóvenes optimistas con su futuro, gente alegre que viaja por el territorio nacional <protegida por sus cuerpos de seguridad> para disfrutar del turismo nacional, gozando de confiables sistemas de telecomunicaciones (Internet y telefonía móvil), de una infraestructura mantenida y segura (aeropuertos, carreteras y puentes) y una gestión revolucionaria honesta y eficiente.

Seguro el inquieto multimillonario Zuckerberg escuchó a Hugo Chávez y su delfín Nicolás Maduro su propuesta de socialismo del siglo XXI, para modelar su soñado Metaverso que hoy abre una nueva fase a la humanidad,  pues le permitirá entrar en ese  mundo con dispositivos de realidad virtual aumentada, y después se podrán incorporar sensores corporales más avanzados para que las personas puedan realizar juegos virtuales, asistir a conciertos virtuales, ir de compras para tener artículos virtuales, coleccionar arte virtual, pasar el rato con los avatares virtuales de los demás y asistir a reuniones de trabajo virtuales” (NY Times 29-10-2021).

Ángel Oropeza explica que los regímenes como el instaurado en Venezuela, primero solapado con la democracia y ahora abiertamente autoritario, necesitan combinar mecanismos de control  coercitivos y otros “menos tangibles y de aceptación pasiva” que no producen resistencia en los dominados,  esa relación permite lograr “la ceguera social inducida”.

A diferencia del metaverso de Zuckerberg, el régimen aplica sistemática y continuamente una estrategia de propaganda y de contenidos perceptuales de su  interés, que combinados con otra, la obstaculización del flujo informativo, impide que las personas  tengan fuentes de información alternas, puedan comunicarse entre sí y accedan  a  informaciones reales, evitando así el peligro de no alcanzar el objetivo de crear una realidad falsa.

Sobre este último aspecto, Oropeza explica: “De hecho, las teorías psicológicas de la consistencia nos enseñan que las personas, al no tener una información con la cual contrastar, terminan dando por cierta la información a la cual tienen acceso”. Es así como se crea –entonces-  la realidad virtual que proyecta un país en franca mejoría y un milagro económico producto de las remesas que generan cierta demanda y una dolarización forzada y llena de agujeros negros que agilizó ciertas actividades.

Y eso lo afirma el catedrático cuando señala: “Los estudios más recientes de opinión pública están arrojando datos que confirman la progresiva eficacia entre nosotros del fenómeno de la ceguera social inducida. Así, por ejemplo, para algunas encuestas un porcentaje bastante amplio de la población afirma que el país está mejor que hace 1 o 2 años, y para otras tiende a crecer la proporción de venezolanos que creen ver una mejoría en las condiciones de vida de sus compatriotas”.

Una realidad virtual refutada por el  informe  relacionado con la violencia contra la mujer (125 casos en el primer semestre de 2021 según el Centro de Justicia y Paz) y  la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida realizado por la Universidad Católica Andrés Bello (Encovi-Ucab), “hoy por hoy la radiografía social más confiable y creíble tanto en Venezuela como a nivel internacional”, que ha encontrado y describe con datos confiables una realidad social y económica dantesca y ciertamente mucho más grave que existente hace uno o dos años.

Los indicadores son preocupantes, la pobreza extrema pasó de  de 67,7% (2020) a 76,6% en 2021; la pobreza por ingresos de 91% (2018) a 94,5%  en el último año;  la desigualdad social  de 49,5 (2019) a 56,7 en el presente; 500 mil niños y jóvenes salieron del sistema educativo; el empleo se redujo en 1,3 millones de puestos; el 37%  de los jóvenes entre 18 y 24 años ni estudian ni trabajan; el empleo formal solo cubre el 40% y el consumo per cápita de alimentos se redujo de 3% al 13%.  Un espejo real que refleja- como señala Oropeza, “cualquier cosa menos síntomas de un país que mejora”, contradiciendo así “algunos distraídos que creen que Venezuela se termina al final de un bodegón”.

El país  de la realidad virtual creada por el régimen y una masa de venezolanos es uno y el percibido por otros es diametralmente distinto. Pero como dice  Oropeza “tanto la ciencia psicológica como las investigaciones en el campo de la cultura política han demostrado que las personas no responden a la realidad sino a la percepción, aunque sea falsa, que tienen de ella. Funciona aquí para muchos la creencia de que lo que no veo no existe”.

Al ocultar la verdad, el régimen “logra que mucha gente no sepa cuán mal están los demás y cuán generalizada y profunda es la tragedia social y económica de su país”, escribe el catedrático de la UCAB y la USB. Por eso el cierre de televisoras, emisoras, periódicos, el bloqueo de sitios informativos,  la aplicación de la táctica nazi “Sippenhaft” a opositores  y la detención y éxodo de periodistas, es una prioridad estratégica del chavismo porque así crea la percepción de la “realidad virtual invasiva”, más avanzada e  innovadora que la propuesta de Metaverso.

@hdelgado10