G20 acordó evitar que empresas oculten ganancias en paraísos fiscales y más recursos para vacunas contra el Covid en países pobres

442


Los líderes de las 20 economías más grandes del mundo respaldaron el sábado un impuesto mínimo global destinado a evitar que las grandes empresas oculten ganancias en los paraísos fiscales, y también acordaron destinar más vacunas contra el COVID a los países pobres.

Asistiendo a su primera cumbre en persona en dos años, los líderes del G20 respaldaron ampliamente los pedidos para extender el alivio de la deuda a los países empobrecidos y se comprometieron a vacunar contra el COVID-19 al 70% de la población mundial para mediados de 2022.

Sin embargo, con una conferencia climática crucial de la ONU que comenzará en solo dos días, el G20 pareció tener complicaciones para respaldar el tipo de sólidas nuevas medidas que los científicos dicen que son necesarias para evitar un calentamiento global calamitoso.

Italia, que acoge la cumbre en Roma, puso la salud y la economía en la parte superior de la agenda del primer día de la reunión, y las discusiones climáticas más difíciles están programadas para el domingo.

Resaltando la forma en que la crisis del coronavirus ha tumbado al mundo, médicos con batas blancas y trabajadores de la Cruz Roja se unieron a los líderes para su tradicional fotografía «familiar», un tributo a los sacrificios y esfuerzos de los médicos de todo el mundo.

Al dirigirse a la apertura de la reunión, que se lleva a cabo en un centro de convenciones de acero y vidrio, el primer ministro italiano, Mario Draghi, dijo que los gobiernos deben trabajar juntos para enfrentar los formidables desafíos que enfrentan sus pueblos.

«Desde la pandemia hasta el cambio climático y los impuestos justos y equitativos, ir solo no es una opción», afirmó Draghi.

El acuerdo sobre impuestos corporativos fue aclamado como una evidencia de una renovada coordinación multilateral, ya que las principales corporaciones enfrentan un impuesto mínimo del 15% dondequiera que operen a partir de 2023 para evitar que protejan sus ganancias en entidades extraterritoriales.

«Esto es más que un simple acuerdo fiscal, es la diplomacia que está remodelando nuestra economía global y cumpliendo con nuestra gente», escribió el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en Twitter.

Con el mundo sacudido por el aumento de los precios de la energía y las complicadas cadenas de suministro, se esperaba que Biden instara a los productores de energía del G20 con capacidad sobrante a impulsar la producción, en particular Rusia y Arabia Saudita, para asegurar una recuperación económica global más sólida, dijo un funcionario de alto rango del gobierno estadounidense.

Esperanzas atenuadas

Al igual que muchos de los otros líderes del G20 en Italia, Biden volará directamente a Glasgow el domingo para la cumbre climática de las Naciones Unidas, conocida como COP26, que se considera crucial para abordar la amenaza del aumento de las temperaturas.

El bloque del G-20, que incluye a Brasil, China, India, Alemania y Estados Unidos, representa un estimado del 80% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero la esperanza de que la reunión de Roma pueda allanar el camino hacia el éxito en Escocia se ha atenuado considerablemente.

El presidente chino, Xi Jinping, y su par ruso, Vladimir Putin, decidieron seguir los eventos solo por video, y los diplomáticos que buscan sellar un acuerdo significativo dijeron que ambos países, así como India, se resistían a los nuevos y ambiciosos objetivos climáticos.

El primer ministro británico, Boris Johnson, reconoció que el G20 y la COP26 serían difíciles, pero advirtió que sin una acción valiente, la civilización mundial podría colapsar rápidamente como el antiguo Imperio Romano, lo que dio paso a una nueva Edad Oscura.

«Va a ser muy, muy difícil conseguir el acuerdo que necesitamos», dijo a periodistas el sábado temprano.

Esfuerzos climáticos

Un borrador del comunicado visto por Reuters dice que los países del G20 intensificarán sus esfuerzos para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius, el nivel que los científicos han dicho que es necesario para evitar nuevos patrones climáticos desastrosos.

El documento también reconoce que los planes nacionales actuales sobre cómo frenar las emisiones nocivas tendrán que fortalecerse, pero ofreció pocos detalles sobre cómo hacerlo.

Asimismo, los líderes se comprometieron a dejar de financiar una generación de energía a carbón en el extranjero para fines de año y a «hacer todo lo posible» para dejar de construir nuevas centrales eléctricas de carbón antes del final de la década de 2030.

Aparentemente disfrutando de la diplomacia en persona después de meses de relativo aislamiento, los líderes mantuvieron numerosas reuniones al margen, incluidas discusiones entre Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia sobre el programa nuclear de Irán.

«Es genial verlos a todos aquí, después de unos años difíciles para la comunidad global», dijo Draghi.

Lejos del centro de conferencias, conocido como ‘La nube’, varios miles de manifestantes realizaron una protesta ruidosa pero pacífica en el centro de la ciudad para exigir acciones para detener el cambio climático.

Crispian Balmer y Jan Strupczewski/ Reuters