Lo que le ocurre al Zulia en materia de agua, electricidad y gasolina, es consecuencia de la crueldad del régimen y de su filosofía militarista de torturar y maltratar para doblegar y someter.
El régimen da por perdido al Zulia y sabe que su candidato, aquí, no tiene ni la más remota opción de victoria, pero tampoco es que va a tirar la toalla, no. Si en esta región la decisión de votar el 21N ya rebasó el 70% del electorado, y cívicamente se expresará en contra de la actual situación, varias alternativas le quedan a los torturadores: promover la abstención, dividirnos promoviendo y financiando candidatos supuestamente opositores, incentivar la diáspora, y hacer todo lo que su cruel filosofía le impone. Ese laboratorio no está aquí, se viste de colores y de color verde, está en Miraflores.
El régimen está raspando la olla en esta región porque sabe que se va, pero no está rendido. Los zulianos sabemos que, con el voto como arma, lo castigaremos, lo desalojaremos, pero no podemos cantar victoria todavía, no. Cero triunfalismo. Hay que hacer la campaña, organizar, movilizar, agitar, cuidar los votos y defender los centros de votación y la votación misma.
La guerra sicológica y la tortura diaria están en plena ejecución. La Camarilla es hábil y no se le debe subestimar. Por su naturaleza es alacrana, es decir, cruel, traidora e inhumana, se siente obligada a generar malestar (y lo hace) al aplicar un macabro Plan de Administración de Cargas para mantenernos a oscuras y con calor a punta de bajones y apagones, al provocar la sed racionando el agua y al traficar con la gasolina para desmovilizar la población. Nada es sabotaje. El plan es agobiarnos, trasnocharnos, cansarnos, extenuarnos, desanimarnos, y todos los arnos que se nos puedan ocurrir. El régimen y sus operadores en la región pretenden llevarnos al camino de la desesperanza, tratan de torcer nuestra voluntad de cambio, nuestra decisión de retomar la esperanza y activarla. No la tienen fácil tampoco.
La Plataforma Unitaria liderada por Juan Guaidó, ha hecho un excelente trabajo a nivel internacional y ahora le ha tocado abordar unas elecciones regionales que ponen a prueba las cualidades políticas del régimen y las cualidades políticas de la oposición. En el Zulia esta situación ha sido laboriosa, pero en medio de las maniobras, la Plataforma Unitaria sigue consolidándose.
El caso Maracaibo es un reto tanto para la oposición como para el gobierno, y los maracuchos, luego se superar la esperanza pasiva, tenemos que afinar bien, estar bien claritos en quien representa a cada quien, no hay medias tintas. Para mí, en medio de esta tortura diaria, la Plataforma Unitaria en Maracaibo la representa el abogado Rafael Ramírez, cariñosamente conocido como El Negro. Lo demás es embaucamiento.
Soc. Adnovio Suárez H.