Las delegaciones, que representan el régimen de Nicolás Maduro y a la oposición de Juan Guaidó, volvieron a reunirse este viernes, cara a cara, en la mesa de negociaciones de la Ciudad de México con los puntos claves de la agenda como son la discusión del levantamiento de las sanciones económicas y las condiciones electorales.
Los delegados chavistas llegaron temprano esta mañana al aeropuerto de la capital mexicana. Se vio descender del avión venezolano Conviasa a Jorge Rodríguez, jefe del grupo oficialista, a Nicolás Maduro Guerra, ‘Nicolasito’, como llaman al hijo del mandatario chavista, y a los abogados acompañantes Elsy Rosales y Cristóbal Corriente. «Nuestro equipo está completo», dijo al referirse a sus nueve miembros.
Por su lado, la delegación opositora de la plataforma unitaria que respalda al gobierno interino de Juan Guaidó incorporó al diputado Freddy Guevara, coordinador de Voluntad Popular, en sustitución del embajador Carlos Vecchio. El jefe del grupo de la oposición es el abogado Gerardo Blyde y el resto de los 9 miembros son los mismos que participaron en la primera ronda de conversaciones.
A su arribo en México donde celebrarán reuniones hasta el 6 de septiembre, el diputado chavista Jorge Rodríguez aclaró que lleva el encargo de Maduro: «Venimos con profunda expectativa, hemos recibido la instrucción del presidente Nicolás Maduro de que hagamos énfasis en devolver las garantías económicas que le han sido robadas a todo el pueblo de Venezuela», dijo al referirse a las sanciones.
Y añadió el presidente del parlamento chavista: «Todos nosotros hemos sido afectados por las medidas de bloqueo, de sobre cumplimiento, a su vez de sanciones ilegales que han intentado doblegar a Venezuela».
Rodríguez reconoció que los partidos políticos de la oposición decidieron participar en las regionales de noviembre. «Esto es parte del regreso al cauce institucional lo que ayuda a la civilidad y los derechos políticos».
Maduro ha señalado sus delegados presentarán «todas las exigencias económicas para la recuperación de la economía del país y para que se devuelva el oro secuestrado en el Banco de Inglaterra, que se devuelvan todas las cuentas bancarias y se levanten todas las sanciones contra Petróleos de Venezuela».
La decisión final sobre el levantamiento de las sanciones económicas está en manos del gobierno de Joe Biden. Al respecto el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, dijo el mes pasado que «el régimen de Maduro puede crear un camino hacia el alivio de las sanciones permitiendo a los venezolanos participar en elecciones presidenciales, parlamentarias y locales libres y justas que deberían haberse celebrado hace tiempo».
Hace un mes Washington suspendió una sanción para permitir a las compañías no estadounidenses exportar a Venezuela gas licuado de petróleo que es utilizado para cocinar. La decisión fue considerada como un «gesto de buena fe» para promover el diálogo.
En la víspera del encuentro mexicano, el presidente interino Juan Guaidó envió un mensaje a la nación por las redes sociales donde reiteró que «Maduro: ponte serio. Todos sabemos que hoy no hay condiciones ni garantías para una elección libre y justa», una de las exigencias que hace la oposición al régimen.
En cuanto al hecho de que los partidos de la coalición opositora decidieron participar en las elecciones regionales del 21 de noviembre, Guaidó dijo que es «producto de un proceso arduo que hoy sigue y que el país exige sea unitario para dar la pelea en nuestro frente de lucha y ampliar los espacios de participación de la gente».
«Hoy se inicia la primera ronda de negociación en México. ¡Estamos Unidos Para Luchar! Por un acuerdo de Salvación Nacional. Por elecciones libres y justas», escribió Guaidó en Twitter.
Hace 20 días las delegaciones firmaron en México el 13 de agosto un memorando de entendimiento de siete puntos que incluyen la definición de garantías electorales y un cronograma para elecciones observables; el levantamiento de las sanciones; la restauración de derechos a activos; el respeto al Estado constitucional; la convivencia política y social; la renuncia a la violencia; la reparación de las víctimas de la violencia, y la protección de la economía y la población.
Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, afirmó que no son suficientes las pocas habilitaciones de políticos y la liberación solo de dos dirigentes como Freddy Guevara y Gilber Caro. «Seguiremos bregando y negociando en México», dijo.
En este sentido, la delegación opositora exigirá más condiciones como la liberación de los 332 presos políticos, la habilitación de los políticos exiliados, la devolución de los signos partidistas usurpados. La entrada de la ayuda humanitaria, de los alimentos, de las vacunas anticovid y un plan de vacunación masiva, que hasta ahora el régimen no ha implementado.
Las reuniones tienen lugar en un hotel de la Ciudad de México (Sofitel sin confirmar) a puertas cerradas. Hay mucho hermetismo. Los delegados han firmado una carta de confidencialidad que se mantendrá durante los seis meses que llevará el proceso.
Ludmila Vinogradoff/ Corresponsal ABC de España
