Estado Islámico se adjudica el ataque fuera del aeropuerto de Kabul

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El autodenominado Estado Islámico se adjudicó la autoría del ataque de este 26 de agosto fuera del aeropuerto de Kabul, que según cifras oficiales deja al menos 73 personas muertas. Se trata de 60 afganos y 13 militares estadounidenses, de acuerdo con funcionarios locales y de EE. UU. El asalto se produce en momentos en que Washington trabaja a contrarreloj para sacar del país a cientos de sus ciudadanos y colaboradores antes del 31 de agosto, fecha límite de la retirada de sus tropas.


Máxima tensión en Kabul. La sospecha resultó ser cierta. Este 26 de agosto el terror se apoderó del aeropuerto Hamid Karzai de Kabul luego de que dos explosiones sacudieran las inmediaciones del aeródromo, desde donde miles de afganos han acudido en los últimos días para intentar huir tras la toma del poder por parte de los talibanes.

Dos terroristas suicidas y hombres armados atacaron a multitudes de personas que acudían en masa a la terminal aérea de la capital afgana, transformando una escena de desesperación en una de horror para quienes huían de la toma de poder de los talibanes. Al menos 60 afganos y 13 soldados estadounidenses murieron, según indicaron funcionarios afganos y estadounidenses.

Poco después del asalto, el autodenominado Estado Islámico se adjudicó la responsabilidad a través de la agencia de noticias Amaq, del grupo extremista, en su canal Telegram.

La catástrofe estalló cuando un atacante suicida del grupo militante islamista «logró llegar a una gran reunión de traductores y colaboradores del Ejército estadounidense en el ‘Baran Camp’ cerca del aeropuerto de Kabul y detonó su cinturón explosivo en medio de ellos, matando a unas 60 personas e hiriendo a más de 100, incluidos los combatientes talibanes», señaló el movimiento.

Un funcionario de la Casa Blanca ya había señalado que las principales sospechas recaían sobre el autodenominado Estado Islámico.

De acuerdo con testigos, una de las detonaciones impactó a personas que estaban sumergidas hasta las rodillas en un canal de aguas residuales bajo el sol abrasador, por lo que varios cuerpos fueron arrojados al agua fétida. Aquellos que momentos antes esperaban tomar un vuelo, se les podía ver llevando a los heridos a las ambulancias aturdidos y con sus prendas de vestir ensangrentadas.

France24