Una indiferencia extendida recorre las calles de Caracas ante el inicio, este viernes, de una nueva oportunidad para el diálogo entre el chavismo y la oposición venezolana. La reunión en México entre representantes de Nicolás Maduro y de la oposición, encabezados por Juan Guaidó, con la intermediación del Gobierno de Noruega, genera en gran parte de los venezolanos muchas dudas, aunque en ocasiones hay un tenue halo de esperanza. El 51% de la población ve con buenos ojos este cuarto intento en seis años para lograr un acuerdo que permita salir al país de la terrible crisis económica y social que le aqueja, según una encuesta de Dataincorp.
Julio Pérez Alvarez, que trabaja para una compañía que distribuye agua potable en zonas residenciales, cree que es “viable que algunas cosas se den, no todo, pero algún avance”. “Yo quisiera que esto se arregle, que se normalice, el conflicto no se aguanta más. El diálogo puede hacer posible la unión, que lo de todos valga por igual, por el bien del país”, añade.
El director de la firma demoscópica Delphos, Félix Seijas, asegura que la mayoría de los venezolanos quiere “salidas pacíficas, no quiere violencia y sabe el costo que eso puede tener”, pero sostiene que, aunque la mayoría ve con buenos ojos el diálogo, “tiene claro que el Gobierno de Maduro es más fuerte y tiene ventaja. Esa desigualdad de condiciones fundamenta el pesimismo de muchas personas.”
En la calle las voces también muestran división. La secretaria Gisela Corredor considera que “si la oposición cede en su agenda golpista y de asedio, y se mete en el carril de la Constitución, podrían alcanzarse acuerdos”. Ella asegura que Maduro siempre se ha mostrado abierto al diálogo como “siempre afirma en televisión “. Jorge Caires, que regenta un quisco de periódicos y golosinas, le lleva la contraria: “Yo no le tengo la menor fe al diálogo. Mi única ilusión es que Maduro se vaya, y no la he perdido. Las negociaciones con Maduro han demostrado ser inútiles, luego todo lo incumple como quiere”.
Las sesiones de trabajo entre el Gobierno de Maduro y la oposición venezolana comenzarán este viernes y tendrán una nueva ronda de conversaciones a finales de mes, en la cual se aspira a tocar los aspectos más delicados. La delegación opositora estará integrada por los partidos del denominado G-4, que agrupa a las fuerzas más importantes de la disidencia antichavista y respalda a Juan Guaidó.
El País de España