El candidato de izquierda Pedro Castillo se convirtió este jueves en el virtual presidente electo de Perú al obtener el 50.19 por ciento de los votos emitidos en la elección el pasado domingo.
Su rival Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, quedó con el 49.80 por ciento los sufragios.
La diferencia de votos fue de 68 mil 473, de acuerdo con el último dato de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), que terminó de procesar esta tarde el 100 por ciento de las actas electorales, a cuatro días de celebrada la jornada electoral en el país sudamericano.
Las persistentes lluvias imperantes en la zona obligó a que el repliegue de las actas hacia el centro de cómputo debiera hacerse, en un primer tramo, por vía fluvial y luego por vía área, informó la ONPE, a través de un comunicado.
El presidente argentino Alberto Fernández reconoció a Castillo como presidente electo horas antes de que terminara el procesamiento de las actas, a lo que el profesor izquierdista de Perú respondió: “juntos trabajaremos por una América Latina más justa, democrática y libre”.
En una conferencia de prensa el martes, Fujimori se quejó de que halló indicios de fraude en la mesa, “que para nosotros es considerado inaceptable”, y que durante los comicios ocurrieron “una serie de irregularidades” realizadas por personal de su rival, aunque no presentó pruebas.
Los peruanos quedarán a la espera de la decisión de las autoridades electoral sobre 200 mil votos que Fujimori pidió anular, un recurso que provocaría que la proclamación del nuevo presidente se llevará a cabo hasta en dos semanas.
Si lograra el recurso, los resultados tendrían un giro y podría ganar la elección debido a la cantidad de votos con la que Castillo la supera ahora.
Es la primera vez en la historia electoral de Perú que en una segunda vuelta presidencial un candidato presenta tal cantidad de pedidos de anulación, de acuerdo con las autoridades.
En las elecciones presidenciales de 2016, los votos se contaron en cinco días y el triunfo de Pedro Pablo Kuczynski sobre Keiko Fujimori se logró por menos de medio punto y 41.438 votos. Un día después, Fujimori aceptó a regañadientes el triunfo de Kuczynski.
La tensión aumentó en el país sudamericano durante estas elecciones presidenciales que siguen a un convulsionado quinquenio en el que Perú ha sido gobernado por cuatro presidentes. Las calles del centro histórico de Lima recibieron sendas manifestaciones de los simpatizantes de Fujimori y Castillo. Ambos grupos afirman que harán respetar sus votos hasta el final.
Fujimori sigue en la mira de la autoridad
En medio de esta incertidumbre, un fiscal que investiga a Fujimori por lavado pidió el jueves a un juez que la candidata sea encarcelada otra vez porque incumplió las estrictas normas de conducta que permitieron su liberación hace año y medio. El fiscal José Domingo Pérez argumentó que Fujimori tenía prohibido hablar con testigos de su caso, uno de ellos Miguel Torres, quien el miércoles se presentó ante la prensa junto a Fujimori para anunciar la anulación de miles de votos.
La fiscalía acusa a Fujimori de presunto lavado de activos por recibir millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht y empresarios peruanos para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016, en las cuales fue derrotada. Pérez pide 30 años de cárcel para Fujimori, 22 años de prisión para su esposo, el estadounidense nacionalizado peruano Mark Villanella, y otras solicitudes que incluyen a 38 implicados más cuyas pedidos de cárcel suman en total más de 800 años.
Si Fujimori gana, evitará la prisión y su caso judicial se congelará durante su posible gestión. Si acumula su tercera derrota, irá a juicio, al igual que su esposo. Tampoco podrá cumplir con su promesa de campaña de liberar a su padre, el encarcelado expresidente Alberto Fujimori, quien cumple 25 años de prisión por delitos de corrupción y asesinato durante su gestión 1990-2000.
APNews