Eugenio Martínez: Maduro busca recuperar la producción petrolera para afianzarse en el poder

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Según el más reciente informe de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) la producción petrolera venezolana muestra una leve recuperación

Nicolás Maduro llegó al poder hace 95 meses. En este tiempo la producción petrolera venezolana ha caído en promedio 21.000 barriles diarios cada mes, cerca de 2 millones de barriles en total.

No obstante, en los últimos meses el régimen ha logrado -a pesar de las sanciones internacionales- alcanzar un incremento leve de la producción, aunque aún muy lejos de los niveles que existían en el año 2013.


Según el más reciente informe de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) la producción petrolera venezolana muestra una leve recuperación. Las fuentes primarias aseguran que Venezuela logró producir en abril 578.000 barriles diarios de petróleo, mientras en marzo, la producción se ubicó en 400.000 barriles diarios. Esto significa que la producción petrolera del año 2021 retrocedió a los niveles del año 1930.

La última promesa de Maduro en este sentido es elevar la producción a 1,5 millones de barriles diarios para finales de 2021, es decir, la mitad de lo que el país producía hace dos décadas.

Si llegase a cumplirse este pronóstico, el régimen pudiese ganar cerca de US$100 millones diarios (si se mantiene el precio actual de referencia de unos US$64 por barril). Una cifra muy tentadora para intentar mantener su régimen a flote. Maduro necesita urgentemente aumentar sus ingresos y para eso, más allá del precio del barril de petrolero en los mercados internacionales, necesita lograr aumentar la producción y la venta de crudo.

No obstante, analistas petroleros consultados por DIARIO LAS AMERICAS sostienen la perspectiva de que es imposible que Venezuela logre aumentar este año su producción petrolera en 112%, considerando más probable que se logre estabilizar la producción en torno a los 600.000 barriles.

El economista Luis Oliveros asegura que el promedio de producción del primer trimestre ronda los 533.000 barriles diarios, según las fuente primaria de la OPEP, y 513.000 barriles diarios, según fuentes secundarias. Este leve incremento contrasta con la producción de los últimos años:

• En el primer trimestre de 2017 Venezuela logró una producción diaria de 2.244.000 barriles
• En el primer trimestre de 2018 Venezuela logró una producción diaria de 1.621.000 barriles
• En el primer trimestre de 2019 Venezuela logró una producción diaria de 1.293.000 barriles
• En el primer trimestre de 2020 Venezuela logró una producción diaria de 822.000 barriles
• En el primer trimestre de 2021 Venezuela logró una producción diaria de 533.000 barriles


Oliveros además destaca que el crudo marcador venezolano promedió en marzo, $46,47 dólares por barril, mientras que la cesta OPEP se ubicó en $64,56 dólares por barril, mientras en marzo la relación fue de $42.87 por barril y $61,05 por barril respectivamente.

Oliveros sostiene que, a pesar del incremento de los últimos meses, sigue creyendo que es “imposible alcanzar la meta de 1.500.000 barriles diarios que el gobierno de Maduro se ha planteado para 2021”

Para Oliveros, Venezuela sigue en dificultades. Ya terminó el primer trimestre y, aunque la producción petrolera aumenta y la inflación disminuye, no es suficiente ni parece sostenible en el tiempo, mientras la pandemia empeora el panorama.

El colapso petrolero

Andrés Rojas Jiménez, editor del portal especializado Petroguía sostiene: “Si uno ve lo que ha pasado con la evolución petrolera previo a las sanciones, es decir hasta el año 2018, vemos que en la gestión del chavismo en general, pero sobre todo cuando entra Maduro, hay un colapso. Esto no necesariamente tiene que atribuírsele a las sanciones, sino que son producto de decisiones económicas desacertadas, empezando por el encaje cambiario que hizo inviable cualquier inversión en este sector”.

La explicación de Rojas ocurrió durante el foro “Venezuela está cambiando, ¿hacia dónde?”, organizado por la firma CarpeDiem.

En este espacio, Rojas precisó que con las sanciones se agudizó aún más las crisis dentro de la industria petrolera venezolana “porque no se tenían los recursos, no se tenía el financiamiento y para cualquier empresa se le hacía prácticamente inviable invertir en el sector de los hidrocarburos en el país”.

Desde su perspectiva, ha existido un incremento y una recuperación de la producción petrolera y en la venta de crudo, en parte por las gestiones del ministro de Petróleo, Tarek El Aissami; y el presidente de PDVSA Asdrúbal Chávez.

Sin embargo, a pesar del leve repunte en la producción, Rojas alerta que “esto no significa que el problema de la industria petrolera está solucionado, se logró frenar la caída, eso es importante, pero mantener este ritmo de crecimiento luce bastante complicado (…) También se ha incrementado la producción de gasolina, pero la dinámica de la pandemia ha hecho que el consumo disminuya significativamente, si volvemos a los niveles de consumo del año 2012, sin duda alguna, la producción de combustible nacional sería totalmente insuficiente”.

Buscando recursos

Por otra parte, el economista y profesor universitario Leonardo Vera sostiene que en Venezuela se está generando una “apertura económica a los trancazos” porque la sanciones internacionales han obligado a Maduro a realizar una “apertura a los trancazos”, porque lejos de provocar un cambio en la conducta política sobre los actores a quien estaban dirigidas estas sanciones lo que terminaron produciendo fue un cambio gradual en el régimen económico.

Vera sostiene que parece claro que PDVSA ha encontrado fórmulas inusuales para comercializar crudo en el mercado internacional, liberar inventarios y darle algún espacio a la producción, a pesar de las sanciones.

Como ha indicado en otras ocasiones, asegura que las estratagemas de Maduro “para evitar la detección y las sanciones incluyen transferencias de barco a barco, empresas fantasmas y señales satelitales silenciadas”.

El régimen venezolano también se vale de dopar (doping) el crudo con aditivos químicos y cambiar su nombre en la documentación para que pueda venderse como un crudo diferente sin dejar rastro de sus orígenes venezolanos (…) Gran parte del petróleo crudo que se le está vendiendo a China es mezclado con aditivos en las costas de Malasia para luego ser entregado a las refinerías”.

Vera calcula que si Maduro logra estabilizar la producción petrolera en torno a 550.000 barriles diarios -asumiendo un precio para el crudo merey 14,39 US$/bl por debajo de la proyección que tiene la EIA para el Brent (53,2 US$/bl)- la industria de los hidrocarburos podría registrar ingresos por la venta de crudos cercanos a los 7.295 millones de dólares”.

Apertura económica a los trancazos

Durante el foro “Venezuela está cambiando, ¿hacia dónde?” Vera resaltó dos pronósticos recientes sobre el futuro del país: “Credit Suisse circuló un reporte hace unas semanas atrás que sorprendió a muchos analistas locales, pronosticando un crecimiento económico para Venezuela en 2021 de 4%. No es una cifra para nada elevada; sin embargo, causó cierto estupor este pronóstico (…) dos semanas más tarde, el Fondo Monetario Internacional, en sus perspectivas globales, puso a Venezuela en un panorama sombrío de recesión prolongada, con una contracción económica de 10% para este año. Entonces, en ese rango de 4% de crecimiento de Credit Suisse y una caída del 10% que pronostica el FMI nos estaríamos moviendo”.

Vera, sostuvo que existen “dos aspectos en que el gobierno se pudiese sentir vulnerable. Uno de ellos es el tema monetario y de medios de pago, porque los venezolanos tienen en estos momentos gravísimos problemas con el tema de las piezas monetarias. No hay efectivo en la calle. Con un país con muy mala conectividad, hacer las transacciones digitalmente a veces traen dificultades en el interior del país. Por eso el proyecto de la digitalización. Sin embargo, es muy difícil concretarlo y algo va a tener que inventarse para resolver esto de los medios de pago (…) el otro factor donde se podrán ver sorpresas tiene que ver con el combustible, con la gasolina y el diésel. Allí tienen que buscar alguna salida y quizás podamos ver algunas soluciones pragmáticas para que los entes privados importen gasolina de países vecinos. No serían para nada sorpresivo”.

@puzkas/ Diario Las Américas