Fiscales federales calculan que tendrán en sus manos antes de mayo a Álex Saab Morán, a quien consideran una de las fichas más importantes y protegidas del régimen de Nicolás Maduro Moros.
La logística para trasladar al barranquillero desde Cabo Verde (donde completa nueve meses preso) hasta una celda de máxima seguridad, en el Federal Detention Centers (FDC) de Miami, se activó a mitad de semana, luego de que la Corte Suprema del pequeño país africano aprobó su extradición.
EL TIEMPO estableció que el dispositivo cuenta con el apoyo de un país vecino y con el monitoreo a un avión federal –Gulfstream G550–, que lo recogerá en un punto aún por definirse, cuando se resuelva el último recurso que su defensa tiene ante el Tribunal Constitucional de Cabo Verde, en donde este caso se convirtió en una pesadilla políticojudicial.
Para algunos, se trata de un mero trámite legal que dura entre dos semanas y dos meses en resolverse.
El entramado
Pero el despliegue de hombres y recursos para llevarse a Saab se debe a que Estados Unidos está seguro de que este maneja información relevante sobre el régimen venezolano, que va más allá del blanqueo de los 350 millones de dólares por los que la Corte del Distrito sur de Miami lo está procesando y pidiendo.
“El nombre del señor Saab aparece en acuerdos con Irán, en movimientos de dólares y de oro hacia Turquía; y en negocios opacos que pasan por España, Italia, Reino Unido, Rusia y Liechtenstein. Tiene mucha información sobre Venezuela y sus aliados y sobre negocios particulares de Maduro”, le aseguró a EL TIEMPO un investigador.
Eso explica por qué Venezuela llegó incluso a equiparar al barranquillero, de 48 años, con el propio Maduro, dentro de las millonarias negociaciones de compra de combustible y acuerdos de colaboración con Irán, que nadie sabe hasta dónde llegan, pero que inquietan a Washington y a Colombia.
Y, de manera poco discreta, desde Caracas contactaron a abogados en Estados Unidos para defenderlo, luego de que EL TIEMPO reveló que lo habían nombrado embajador plenipotenciario en África, en un intento fallido por darle inmunidad.
Una defensa de US$ 170 millones
“Saab es la cabeza de la estructura financiera de Maduro. A partir de diciembre de 2017, de diez dólares que maneja Maduro, ocho pasan por la estructura de Saab, ya sea para adquirir alimentos o monetizar oro en Turquía y Rusia”, le aseguró a EL TIEMPO Carlos Paparoni, comisionado presidencial de Juan Guaidó Contra el Terrorismo y Crimen.
Y agregó que el costo de la defensa de Saab supera los 170 millones de dólares.
Investigadores le dijeron a EL TIEMPO que parte de ese dinero se ha ido en los honorarios de al menos 8 bufetes de abogados regados por cuatro países, incluido uno en el Reino Unido y el del polémico exjuez español Baltasar Garzón.
Además, en el pago de aviones privados en los que se mueve su defensa; en el contrato con una agencia de comunicaciones y hasta en la organización de marchas y difusión de videos de apoyo a Saab, que hacen parte de la ofensiva desplegada para alegar su inocencia y exigir su liberación.
De Brickell a Irán
¿Cómo se convirtió Saab, de origen sirio libanés, en un objetivo de alto valor para el gobierno de Estados Unidos?
Desde los 90 estaba en el radar de las autoridades de ese país. Pero en esa época, era tan solo un empresario sospechoso, que decía sobrevivir de la venta de gorras, toallas y llaveros promocionales, que intentó comercializar desde una modesta oficina abierta en Brickell, Florida.
Sin embargo, información negativa sobre el origen de sus fondos y el contenido de sus exportaciones, llevaron a que le negaran la renovación de la visa.
Una década después reapareció sellando millonarios negocios con el régimen de Hugo Chávez para la construcción de casas de interés social, a través de una empresa colombiana.
Muerto el ‘comandante’, se convirtió en un abastecedor de comida subsidiada (las famosas cajas Clap) y en una especie de asesor en la sombra de Nicolás Maduro Moros y de su corte.
Los colombianos
Álvaro Pulido, su socio colombiano con un opaco pasado, y hasta sus hijos y ex esposa, aparecen en el entramado de empresas que montó para mover millones de dólares procedentes de Venezuela hacia al menos una decena de países.
Emiratos Árabes, Brasil, Panamá y Costa Rica se unieron a las pesquisas tras descubrir movimientos atípicos de dinero.
De hecho, EL TIEMPO estableció que, para asegurar la comparecencia de Saab ante la Corte del Distrito sur de Miami, se anunciará en los próximos días la ampliación de su indictment, involucrando a gente muy cercana a la ficha colombiana del régimen.
Además de personas de su entorno más íntimo, EL TIEMPO confirmó que en la lista figuran algunos colombianos. Uno de ellos es un abogado, estructurador de proyectos, que le ayudó a montar el sofisticado esquema societario que tiene en al menos ocho países.
También se estableció que el ex cónsul colombiano Javier Betancourt Valle está involucrado en la trama y ya ha tenido conversaciones con autoridades de Estados Unidos. En 2017, EL TIEMPO reveló la presencia del diplomático en Group Grand Limited, una de las empresas de Saab.
Según registros de Hong Kong, allí también apareció Shadi Nain Saab Certaín, hijo de Saab, quien al parecer permanece en Francia.
Aunque Betancourt le dijo a este diario, en su momento, que todos los negocios fueron legales, autoridades de Bélgica pidieron que se le investigara, luego de que esa empresa intentó negociar en el mercado bursátil europeo 200 millones de dólares en bonos de PDVSA, la petrolera venezolana.
Pero todo indica que Betancourt no es el único que ha hecho acercamientos para aclarar su conducta.
¿Colaboración?
El pasado lunes, en medio de una audiencia a la que asistió virtualmente EL TIEMPO y Camila Fabbri –la modelo italiana casada con Saab– uno de los fiscales del caso, Kurt Lunkenhei, alcanzó a hablar de otro caso similar al de Betancourt.
“A Estados Unidos se llega a pelear o a agachar la cabeza; y eso significa negociar ya”, le explicó a este diario una fuente enterada.
Y reveló que en Estados Unidos no han sido bien recibidos los ataques y tono de la defensa de Saab, dentro de las audiencias en las que han alegado que no es un fugitivo y que tiene inmunidad diplomática.
Por ahora, Saab está aislado en la casona en donde cumple detención domiciliaria, advirtiendo que no va a colaborar con al DEA.
Se le permitió entrar un computador y afuera hay 30 hombres del Ejército y de la Policía de Cabo Verde, cuyo Ejecutivo ya anunció en privado que firmará la extradición, luego de que el Constitucional se pronuncie, tras el último recurso legal que le queda a defensa.
Maduro guarda silencio.
Las multas y presiones a Cabo Verde
Tras la captura de Álex Saab, el 12 de junio de 2020, Cabo Verde se convirtió en epicentro de un pulso político, mediático y judicial, que le dio gran notoriedad. Para evitar coletazos de cualquier índole, las autoridades judiciales de ese país han otorgado garantías procesales extremas a Saab, cuya defensa ha interpuesto todo tipo de recursos.
A pesar de ello, Cabo Verde es blanco de presiones de todo tipo. Inicialmente los amenazaron con llevarlos ante La Haya por supuestas violaciones a los derechos humanos. Además, políticos locales han advertido sobre inminentes sanciones de aliados de Venezuela.
Y ahora, Cabo Verde se enfrenta al pago de una sanción por 200.000 dólares, como compensación a Álex Saab por su supuesto arresto y detención ilegales.
Esta solicitud fue hecha ante la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) por el nigeriano Femi Falana, otro de sus tantos abogados, que busca que la sanción se extienda en el tiempo, poniendo en riesgo la estabilidad económica de Cabo Verde. La defensa de Saab insiste en que su captura fue ilegal, en que se trata de un caso político (contra el régimen de Maduro) y en que el enviado especial tiene inmunidad.
Además, dicen que todos sus negocios son legales y que si bien ha movido millones de dólares, no son ilegales por el solo hecho de venir de las arcas venezolanas.
Equipo de investigación de El Tiempo de Bogotá