Dámaso Jiménez: La economía del Fake

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Esta es la historia de un Fake que se hizo realidad:


El 20 de noviembre del 2018 comenzó a circular por las redes la imagen de un supuesto billete de 1 millón de bolívares que formaría parte de la nueva denominación de la moneda venezolana, prácticamente destruida por la “revolución” comunista que lleva su nombre. El bolívar fue condenado a un papel inútil o en desuso ante monedas como el peso, el euro o el dólar.


Para entonces “los expertos en redes” se refirieron a la imagen del billete de un millón de bolívares como un vil montaje, alegando que el Banco Central de Venezuela no había emitido ningún tipo de comunicado sobre un billete con esa denominación.


Como nunca antes la moneda venezolana sufrió una fuerte depreciación desde la llegada del chavismo al poder, primero con el populismo irresponsable de Chávez y posteriormente radicalizada con la guerra declarada por Maduro al empresariado venezolano en el inicio de su nefasta gestión en el 2013, incluyendo una hiperinflación que fue usada para despojarla de 9 ceros en total, como consecuencia de la maquinita de impresión del BCV usada sin medir las consecuencias.


Según cifras de la Asamblea Nacional opositora de entonces, la hiperinflación del 2018 depreció el bolívar en un salto largo con un alza interanual en los precios de 1.698%. En los12 meses siguientes la hiperinflación llegó a alcanzar un record del 4.000 %.


Era el quinto año de recesión económica luego de 15 años de control de cambio. El régimen nunca más logró controlar la voraz inflación, por el contrario avivó el fuego de la destrucción de la economía ante las torpes medidas implementadas por Maduro, que solo culpaba del desastre de la crisis a la “guerra económica” y a su sospechoso habitual, los EEUU.


Nunca se tomó en cuenta que la borrachera de la corrupción desde Cadivi, la destrucción de la industria petrolera, las inciertas estrategias de su gabinete y asesores comunistas, la desinformación del BCV y los controles férreos terminaron por profundizar las distorsiones y hacer crack a una de las economías más fuertes de América Latina.


Se llegó a decir que la imagen del billete de 1 millón de bolívares que recorría las redes entonces era solo un montaje. Una copia malintencionada tomada del billete de 100 bolívares, perteneciente al cono monetario del 2018 en Venezuela. No había otros registros de esa índole para comparar y ante el silencio acostumbrado del BCV la alerta pronto se extinguió como un simple Fake, hasta el comunicado de este viernes sobre la circulación de las nuevas piezas que comenzarán a circular a partir del 8 de marzo. En Venezuela nunca es tarde para que las cosas se pongan peor.


El nuevo cono monetario llegó sin avisar. La hiperinflación que se vive en Venezuela desde el 2017 como un funcionario más del gabinete de Maduro, presenta ahora un billete de 1 millón de bolívares que equivale a 0,529 centavos de dólar americano, que no alcanza para comprar nada hecho en este mundo.

¿Por qué no fue sacado a finales del 2018 cuando el intento terminó siendo disfrazado como un Fake por la conspiradora económica del BCV?


Para entonces aún podía ostentar algo de valor y hasta de utilidad ante la crisis de liquidez por la desaparición del billete de 100 bolívares, producto de las mentes vandálicas en el poder.


En aquel momento solo importaba la destrucción del sistema lo más rápido posible sin importar que la escasez de bolívares terminaría abriendo las puertas a otras monedas extranjeras necesarias para el régimen, luego de las fuertes sanciones impuestas por los EEUU por las acciones criminales que destruyeron la economía.


¿Pero porque sacar el billete de un millón de bolívares ahora cuando la medida resulta ser un mero saludo a la bandera?

Aunque algunos economistas han procesado que la emisión de nuevos billetes del cono monetario vigente anunciado este viernes por el Banco Central de Venezuela no representa ninguna devaluación, no deja de generar dudas.


Los venezolanos han terminado refugiándose en otras formas de realizar transacciones en un momento en el que sigue escaseando el bolívar. Todo indica que la medida intenta resolver el tema de la escasez de billetes en bolívares para algunas transacciones básicas como pagar un pasaje en el transporte público o cualquier otra menudencia, pero los análisis más sagaces apuntan hacia una nueva reconversión que le sustraerá nuevos ceros al sistema monetario venezolano, aún no muerto pero en un estado de coma muy beneficioso para la trampa de mantenerse en el poder.


El billete de un millón de bolívares implicará a la larga una nueva devaluación que realmente ya se cuenta en billones por cada dólar.


Devaluación que será negada y convertida en el nuevo Fake, hasta que al régimen le dé la gana de exponerla como la nueva realidad.


@damasojimenez