Ricardo Cusano ha sido acusado de representar el lado blando de Fedecámaras, lo ha hecho en el artículo del día miércoles Carlos Blanco, vocero de María Corina Machado y es el encargado por ella de ejercer los linchamientos de rigor.
¿Qué ha dicho Cusano?, según los guerreros del teclado, Cusano ha dicho una herejía: Hay que sentarse a dialogar con lo que detentan el poder de facto.
Blanco ha llamado esta iniciativa “peripecia dialogante y compulsión dialogante”. En lo personal no tengo calificativos para la propuesta de Cusano, pero entiendo que ha introducido una variable interesante que consiste en destrabar una polarización que es totalmente improductiva y que nos afecta a todos y que ha hecho invivible un país que no merece morir de desgobierno.
La propuesta del presidente de Fedecámaras a pesar de ser aplaudida por el gobierno en la voz de Jorge Rodríguez se hace difícil saber hasta dónde ha sido sincero el aplauso de un gobierno que ha incumplido reiteradamente hasta la nausea lo acordado en algunos avances de dialogo.
Aunque la propuesta del presidente de Fedecámaras no contiene ninguna coletilla que aluda a cambios de régimen sino que hace referencia a la libertad de elegir puede abrir una discusión que se deslice hacia una salida pacífica, democrática y electoral, pero admito que eso depende de la presión de la sociedad civil organizada que hoy mas que nunca es necesaria su intervención política, aunque eso suene contradictorio.
Pero es sumamente difícil, puesto que el gobierno parece preferir no tanto la transformación de la sociedad, la reinstitucionalización del sistema político venezolano o la ampliación de la legitimidad sino que ha demostrado ser incapaz de llegar a los acuerdos necesarios que permitan una salida de la terrible crisis que vivimos porque ha descubierto que resulta mucho más confortable gestionar la intolerancia que ceder.
Por su parte la oposición que lidera, por ejemplo, Guaido y compañía está en una posición en la que el poder se simboliza pero no se ejerce y cómo?. Además aparece abrumado por el linchamiento relativamente fácil de la que ha sido objeto en las redes que lo han paralizado.
Asi que quedan vivos los que han conformado un sistema caracterizado por la “vetocracia” donde la posibilidad de bloqueo es infinitamente mayor que la capacidad de construcción de salidas.
Yo le tengo una gran desconfianza y creo que hasta repudio aquellos sectores que en nombre de un radicalismo de todo o nada estos terminan siendo, como dice Daniel Innerararity y lo estoy parafrasando, simulacros de transformación, no solamente compatibles con la falta de cambio, sino en muchas ocasiones estimuladores para no cambiar. A veces quienes más agitan las banderas del cambio radical suelen ser igualmente vagos para pensar de qué modo puede realizarse eso que supuestamente quieren y se convierten así en aliados involuntarios de quienes desean que nada cambie.
@enderarenas