Maduro impone parlamentarias consideradas fraudulentas en un país con 80% de pobreza extrema

497

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha asegurado que la maquinaria está a punto para la realización de estos comicios considerados fraudulentos, que coinciden además con la pandemia de coronavirus, que ha dejado 912 muertos en el país sudamericano.


Venezuela llega este domingo, 6 de diciembre, a unas elecciones legislativas que, más allá de los cuestionamientos sobre su transparencia, se celebrarán en medio de una gravísima crisis que tiene al 80% de los ciudadanos en situación de pobreza extrema.

El escenario

Poco más de 20 millones de venezolanos están llamados a escoger 277 diputados entre unos 14.400 aspirantes. En toda esa gama de candidatos no están los líderes tradicionales de la oposición, pues optaron por abstenerse de participar en estos comicios por considerarlos fraudulentos.

Pese a que los grandes nombres de la oposición no acudirán a las elecciones, sí lo harán algunos de sus partidos, intervenidos por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Tras la intervención, el Supremo nombró como líderes de los partidos a antiguos militantes expulsados de las organizaciones y acusados de corrupción por sus excompañeros, dejando de lado a aquellos políticos que los encabezaban hasta ese momento.

Las votaciones no serán reconocidas por la Unión Europea (UE) ni por la Organización de Estados Americanos (OEA) y, según proyecciones, la abstención será la protagonista de la contienda.

Crisis económica

El 96 % de los venezolanos se encuentra en la pobreza, según las mismas estimaciones que aseguran que el 80 % vive en la miseria y debe soportar los problemas diarios de la crisis, como los fallos eléctricos, la escasez de combustible, agua potable y gas doméstico o la depauperación de los servicios de salud, transporte e internet.

Le puede interesar
Desde 2015, el Parlamento de Venezuela estaba en manos de la oposición, que este año decidió no participar unida en el proceso. Así, este órgano clave volverá a manos del oficialismo.

Esto piensan los venezolanos de las elecciones legislativas
Venezuela llega el domingo a unas elecciones legislativas con una sola certeza: su política es más enrevesada que nunca.

“El que no vota, no come” y “si la oposición gana, me voy de la Presidencia” son algunas de las sentencias que han hecho eco en esta polémica campaña.

El país petrolero, además, acumula este año una inflación de 3.045,92 % mientras que su moneda, el bolívar, se devalúa casi a diario frente al dólar estadounidense, la divisa con que se completan la mayoría de las operaciones comerciales en Venezuela.


Solo en noviembre, el bolívar se depreció un 50,90% frente al dólar. Además, el salario mínimo legal, devengado por unos 10 millones de obreros y pensionistas, se mantiene en 400.000 bolívares mensuales -es decir, menos de 40 centavos de dólar- mientras que una familia necesita cerca de 300 dólares para cubrir los gastos más básicos.

El resultado

Quienes ganen mañana ocuparán sus escaños desde el 5 de enero de 2021, cuando se constituya la nueva Asamblea Nacional (AN, Parlamento). Esta nueva asamblea disputará el reconocimiento internacional con la actual Cámara de contundente mayoría opositora y liderada por Juan Guaidó.

Los diputados que respaldan a Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unos 50 países, han dicho que darán continuidad a sus gestiones pese a que la Constitución establece que su período acaba en cinco años, y ellos fueron investidos en enero de 2016.

El oficialismo, por su parte, desarrolló una intensa campaña política que violó las medidas sanitarias de la pandemia al incluir numerosas concentraciones multitudinarias que contaron con la participación de representantes del Ejecutivo.

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, encabezó varios actos proselitistas y planteó, en la recta final de la campaña, que dejará la Presidencia si la oposición vuelve a ganar el Parlamento, un escenario prácticamente imposible debido a la configuración del proceso electoral.

El Espectador