El presidente Trump aseguró desde la Casa Blanca que habrá una investigación y acusó de la manipulación y engaños ante el proceso electoral, pese a que aún no ha presentado ninguna prueba sobre el supuesto fraude. «Esto tal vez va a terminar en el tribunal más grande del país».
Ya para el viernes 6 de noviembre diversos medios tienen al demócrata Joe Biden a la cabeza del conteo. Podría llegar a los 270 delegados necesarios para asegurarse el triunfo, aunque quedan por definir al ganador en Carolina del Norte, Georgia, Nevada y Pensilvania.
Pese a estar abajo en las proyecciones, Trump afirmó que cree va «a ganar la elección muy fácilmente».
Una vez finalizado el proceso y con el conteo de votos como la dinámica que determinará al ganador de la contienda, el equipo del republicano ejecutó acciones legales en varios estados, dos de las cuales (en Michigan y Georgia) fueron desestimadas.
Sobre esto, el republicano insistió en aplicar más medidas «para demostrar que se están manipulando los comicios». Estas demandas, aseguró, «van a consternar a muchas personas».
En sus acusaciones apuntó al estado de Georgia, donde reclamó que el aparato electoral estaba siendo manipulado por demócratas, mientras que en Carolina del Norte dijo haber contado con una amplia diferencia sobre Biden, pero algunas «papeletas de un mismo partido (el demócrata) increíblemente aparecieron».
«Estábamos ganando por mucho en los lugares clave y de repente nuestras cifras empezaron a perderse milagrosamente», siguió el presidente.
Trump recordó que hay varios estados por definir al ganador y mencionó el caso de Arizona, entidad donde Fox News y AP proyectaron como el ganador a Biden; sin embargo, el mandatario aseguró que se quedará de su lado si obtiene el 55% de los votos que quedan por escrutar.
El jefe de Estado indicó que «no hubo una ola azul como muchos pronosticaron» y celebró el triunfo en varias entidades «pese a la intervención de medios».