En la mañana del 5 de noviembre Johnny Paredes dejó el plano terrenal para comenzar a brillar con la misma luz que brilló en los terrenos de juego de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, Grandes Ligas y Japón donde su calidad se mostró durante su época de pelotero activo, en la memoria de quienes disfrutamos de su carrera.
Paredes a quienes muchos compararon con su mentor Jesús Marcano Trillo a quien emuló en su elegante e inconfundible estilo para fildear los roletazos, fue una figura importantísima dentro del seno de Águilas del Zulia.
Participó en tres de los seis campeonatos rapaces como uno de los titulares indiscutibles de los jerarcas de la LVBP en las temporadas 1983-84, 1991-92 y 1992-93, teniendo la fortuna de efectuar el último lance para los títulos del 83-84 y 92-93, primero y cuarto en la historia de la divisa zuliana.
Ganador del premio novato del año en la histórica y siempre bien recordada temporada 1983-84 para Águilas del Zulia, Johnny Paredes se convirtió en una referencia en el clubhouse, en un líder para la mejor generación de nativos en la historia del conjunto zuliano que llegaron de la mano de Rubén Amaro ‘Mora, Noé Maduro, Cesar Tovar y Pompeya Davalillo en el terreno, junto al apoyo de Luis Rodolfo y Ruperto Machado Silva como jerarcas de las oficinas del club.
Johnny fue primer pelotero originalmente firmado por Águilas en llegar a las grandes ligas, siendo el encargado de recibir a Carlos Quintana, Pedro Castellano, Cristobal Colon, Wilson Álvarez, Julio Machado, Danilo Leon, Eduardo Zambrano, Alex Delgado quienes siguieron su camino a las grandes ligas y conformaron junto a otros que no llegaron al big show como José Solarte, Henrique A. Gómez, Blas Cedeño, la generación dorada de Águilas del Zulia.
Pelotero de mucha inteligencia, uno de los mejores tocadores de pelota de los últimos tiempos, maestro dragando la bola al pasar al pitcher y sacar al inicialista de su posición, siempre estaba en el juego y eso era una gran ventaja tanto defensiva como ofensiva para los equipos en los que jugará.
Nunca olvidaremos como en un juego de la temporada 86-87 vs Tiburones en Maracaibo, dragó la pelota su sello característico para apuntarse un infield hit, robo la segunda y anotó desde esa base con un wild pitch, provocando después una de las tanganas más espectaculares en la historia del Luis Aparicio.
Jugó además con La Guaira y Caribes en Venezuela y en la gran carpa con Montreal y Detroit, además de ser uno de los primeros en ir a jugar en el béisbol japonés.Hoy no está físicamente con nosotros pero por su carrera será un inmortal en la memoria de sus familiares, amigos, y amantes en especial los fanáticos de Águilas del Zulia.
Será hasta la próxima Dios Mediante, recuerden sintonizarnos en nuestro canal YouTube Beathespreadbet.
Columna Hit & Run
Johnny Paredes Un Guerrero del béisbol
Por: Antonio “Toño” Soler