Neuro Villalobos: El oportuno virus

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“Robar es malo. Disfrazarlo de revolución es perverso. Creerlo es enfermizo. Y defenderlo es patético.” Waldo Wolff

Hemos escuchado, visto, y leído hasta la saciedad todo lo que supuestamente es o no es el COVID 19. Virus o bacteria? Sus sintomas, Teatro o realidad?, y sus consecuencias: condiciones pre-existentes o causadas?. Lo cierto es que dentro de la confusión reinante, el régimen venezolano expertamente asesorado por el régimen cubano, intenta derivar ventajas a su favor con la llegada del terrible agente transmisor del mal. Preparó todo su aparato propagandístico y  represivo para aprovecharlo políticamente, antes que hacerlo científica y sanitariamente. Mientras más muertos, más votos aparecerán sufragando por sus candidatos en los listados.

El virus ha servido al régimen para profundizar su control social. Mantener obligatoriamente a la gente en sus casas mientras él se apodera de las calles. Al restringir la circulación aérea, marítima y terrestre, intenta encubrir la falta de gasolina, lo cual también le sirve para entorpecer cualquier movimiento sedicioso en su contra, al mismo tiempo que le permite justificar la escasez de bienes y servicios en nuestra economía y culpar de esa situación al odiado imperio.

El virus también le ha servido al régimen para hacer sus movimientos tácticos en su lucha interna con sus aliados. Maduro le propinó un duro golpe a Diosdado en las F.A.N y en sus operaciones de narcotráfico y éste se aísla para ocultar su rabia y preparar su ofensiva culpando al virus. Pero Maduro no le traspasa todo el poder a Padrino, de eso saben los Castro y sus discípulos, Mientras tanto, El Aissami utiliza la cuarentena, recurriendo al virus, para moverse subrepticiamente, tratando de no ser visto, en cumplimiento de sus planes con sus aliados del narcoterrorismo internacional.

Como el miedo es libre, el régimen utiliza su gigantesco aparataje comunicacional para culpar a los venezolanos que desgraciadamente retornan decepcionados a su patria, de ser utilizados como armas biológicas, como en las películas de terror, para disfrazar sus acciones inhumanas contra sus derechos al dificultar su ingreso al país porque se presume que todos vienen infectados con el virus, inoculado por el perverso gobierno de Colombia.

Todo se justifica y defiende con tal de conservar el poder. La revolución terrible es refractaria a todo mal, así lo pregona la religión chavista. Así lo creen los ilusos y lo defienden los fanáticos. Increiblemente patético e indignante. Sin embargo, son muchos los militantes y simpatizantes del chavismo que están de vuelta, no sólo a su patria, sino arrepentidos de sus errores y de sus costosos apoyos a tanta barbaridad. A ellos no les es indiferente la suerte que corremos todos los venezolanos. Lo han sufrido también.

Confío en que este aislamiento al que nos vemos sometidos como medida de protección contra el virus no lo tomemos como un castigo divino, sino como una oportunidad para conocernos y reencontrarnos con nosotros mismos. Sin temor a descubrir lo que somos y no como queremos que nos vean los otros. Tenemos que asumir con coraje la defensa de nuestra libertad y del país que nos merecemos. Esa será la clave de nuestra felicidad. Con coraje derrotaremos el virus y al régimen.

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