Este lunes 13 de julio arrancó el proceso de flexibilización de la cuarentena en la mayor parte del país. Se incrementaron los rubros que pueden trabajar en la mayoría de los estados, mientras que el Zulia, junto con unas pocas ciudades (Cumaná, El Vigía, la isla de Coche), algunos municipios fronterizos y ahora también Caracas (Distrito capital y Miranda), quedaron exceptuados de dicha medida debido al repunte en la tasa de contagios del COVID-19.
Esto a pesar de que tuvimos tiempo para prepararnos cuando aún no había ningún caso registrado o muy pocos. Con un sistema de salud en franco deterioro y ante la ausencia de políticas públicas sanitarias coherentes con los protocolos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un aumento relevante en la tasa de contagios era solo cuestión de tiempo.
Recordemos que Venezuela vive la más larga y profunda crisis económica de su historia republicana. Son seis (6) años, es decir más de veintiséis (26) trimestres de caída consecutiva de su Producto Interno Bruto y de su producción petrolera, que han dejado a la Nación y a la gran mayoría de los venezolanos sin ahorros con que hacer frente a períodos de escasez. Por lo tanto, era previsible que el trabajador informal y por cuenta propia, no iba a respetar la cuarentena estricta a la cual era sometido, ya que la necesidad de buscar alimentos no puede esperar muchas veces ni un día.
El mismo se arriesga a trabajar (lo hizo, lo hace y lo seguirá haciendo), ya que morir por culpa del COVID-19 es una posibilidad, pero morir de hambre por no trabajar es una certeza. En el Zulia, las autoridades equivocadamente pensaron que cerrando el noventa por ciento (90%) de las empresas formales y limitando a pocas horas el funcionamiento de las empresas esenciales, se iba a evitar un aumento en la curva de contagios, cuando desde un principio, todo el sector privado formal regional se movió rápidamente para adoptar los protocolos sanitarios probados por la OMS.
El tiempo nos dio la razón y de allí que los mercados populares y el comercio informal, poco o nada supervisados por la autoridades, han sido hasta la fecha los focos principales del contagio de la pandemia.
Varias autoridades han querido reducir nuestras reiteradas solicitudes de flexibilización a un afán de lucro de los accionistas de las empresas a costa de la salud del pueblo, cuando en realidad es un problema global que afecta a todos (trabajadores, clientes y proveedores). Incluso las Alcaldías en el Zulia sufren al no percibir los impuestos y tasas necesarios para su funcionamiento y el de importantes servicios públicos de la ciudad. El sector informal, pese a la prohibición, va a trabajar de todas formas, por lo que acentuar la quiebra de empresas formales en beneficio de la actividad informal, solo profundizará más las crisis económica y social que nos quedarán una vez superado el COVID-19.
Hoy en día se siguen cometiendo errores. La OMS señala claramente que toda persona contagiada de COVID-19, debe permanecer en su casa e iniciar el tratamiento preventivo de acuerdo a los síntomas, y que solo si presenta problemas respiratorios, lo cual sucede en un bajo porcentaje de las personas contagiadas, se debe acudir a cualquiera de los centros de salud habilitados para tratar la enfermedad.
Sin embargo, y contrario a lo afirmado por la OMS, las autoridades decidieron trasladar y recluir a toda persona que se sospeche pueda estar contagiada, a lugares improvisados que no reúnen las más mínimas normas sanitarias para tratar la enfermedad como hoteles, moteles y recintos de espectáculos.
Esto solo termina por aglomerar a gran cantidad de personas en un solo recinto y exponerlas aún más al contagio. Una vez allí, la asistencia médica es precaria ante la carencia de facilidades sanitarias, sometiendo a la familia a una gran preocupación y ansiedad por desconocer la evolución de los individuos confinados. Aún estamos a tiempo de hacer lo correcto para salvar vidas, pero también hacer lo correcto para salvaguardar a las empresas y mercados populares, que constituyen el sustento de muchísimos trabajadores formales e informales.
De allí que la Cámara de Comercio de Maracaibo propone: Se debe incluir al Zulia dentro del proceso de flexibilización que inició este lunes 13 de julio, extendiendo las horas de funcionamiento de los sectores considerados como esenciales y permitiendo la apertura paulatina de nuevos rubros.
Las autoridades deben supervisar que el comercio formal e informal cumplan con los protocolos sanitarios ya probados por la OMS: uso obligatorio de mascarillas, desinfección de las manos, aforo máximo y distanciamiento social. En el caso de los empleados y trabajadores, el uso de guantes debe ser obligatorio.
Iniciar un proceso de distribución masiva y gratuita de mascarillas en los sectores informales y mercados populares de toda la región. Nadie puede salir de su hogar sin el uso obligatorio de la mascarilla, so pena de ser sancionado por las autoridades. Las mascarillas son parte fundamental de una estrategia integral de medidas para suprimir la transmisión y salvar vidas. Por lo tanto, además de las autoridades, deben ser los mismos ciudadanos quienes además de usarlas, exijan su utilización a todaslas personas a su alrededor.
La prevención empieza por casa. Todas estas recomendaciones van a tener éxito solo si los ciudadanos tomamos conciencia de la grave situación que vivimos, por lo que hacemos un llamado a todo el pueblo zuliano a respetar y aplicar las medidas sanitarias ya comprobadas.
El estado Zulia necesita trabajar. Entremos todos en ese proceso de flexibilización controlada y por fases. Podemos trabajar de inmediato sin que haya un aumento en la tasa de contagios, si cada uno hace la parte que le corresponde de manera segura. Juntos somos la solución para vencer la pandemia y sacar adelante al Zulia, pero debemos empezar sin demoras.
La mayor parte del sector formal de la economía regional representado por la Cámara de Comercio de Maracaibo, está preparado para trabajar de inmediato y con todos los protocolos sanitarios. ¿Y tú, estás listo para trabajar de manera segura?
Cámara de Comercio de Maracaibo Julio 16, 2020