Si algo ha dejado claro el genio del coronavirus que azota el planeta en su cruzada mortal, es que no está dispuesto a retornar fácilmente a la botella o a la lámpara de la que provino.
Tardará años en implementarse una vacuna que pueda contrarrestar sus efectos en el corto plazo para parar la trágica cifra que el monstruo invisible devora a su paso en su quinta semana de cuarentena mundial: Casi 2 millones y medio de casos y 170 mil muertes, según la viralizada tabla de la Universidad Johns Hopkins, que ha hecho seguimiento cada segundo de las 24 horas del día al score de la pandemia.
En segundo lugar la manipulación de la información se ha convertido en otra plaga paralela denominada infodemia, ocultamiento o sobrecarga de una gran dosis de hechos y datos imprecisos e inexactos, que pudieran dar cabida a una confrontación aún mayor de nefastas proporciones, de descubrirse que tal enfermedad no fue un asunto espontaneo proveniente de los sombríos agujeros del caos de las casualidades, como un mercado húmedo donde venden murciélagos para el consumo, sino parte de un plan calculado para destruir las democracias y los mercados libres más importantes del planeta, imponer candidaturas en elecciones previstas, apoderarse de las principales acciones bursátiles de las mega transnacionales y marcas más apetecidas de la globalidad, tomar ventaja de un macro desempleo inmanejable e imponer la esclavitud como nuevo orden mundial a través del terror que infunden las enfermedades como arma biológica del siglo 21, para imponer la sumisión del planeta ante un cartel de criminales.
170 mil muertes en 5 semanas es una baja enorme para un escenario de guerra mundial.
Muchos trasnochados comunistas han salido a celebrar desde las redes sociales el triunfo de China en la breve estratagema de la pandemia que se originó en Wuhan, provincia de Hubei, 11 millones de habitantes, la ciudad más poblada en la zona central de China, sin haber disparado un arma y con una baja de solo 3 mil muertos.
El país más afectado de este pandemónium bacteriológico es EEUU, que ha invertido enormes esfuerzos por detener la mortandad y destrabar su economía que recibió un misil en la línea de flotación y se ha visto afectada de la noche a la mañana.
Luego de suspender la ayuda a la OMS hasta que culmine la investigación, debido a las crecientes dudas por ocultamiento de información en 6 días que pudieron haber resultados claves para evitar el contagio con la cepa proveniente de un laboratorio de Wuhan, Trump ha decidido buscar respuestas ante la masacre china.
Como todo comunismo, el régimen de Xi Jinping rechaza la hipótesis estadounidense sin dar mayores argumentos, por considerarla una teoría de la conspiración, sin embargo medios estadounidenses han revelado en varias investigaciones esta semana que “el paciente cero” trabajaba en el Instituto de Virología de Wuhan, donde se contagió en los ensayos y luego lo transmitió a la población donde se inició el brote.
Según el trabajo periodístico de FoxNews firmado por Bret Baier, quien tuvo acceso a “múltiples fuentes» conocedoras de los detalles de las primeras acciones del Gobierno de Pekín ante la enfermedad, en el mercado “húmedo” de Wuhan, identificado como el probable punto de origen del coronavirus, nunca se vendieron murciélagos, y señalarlo como origen fue un esfuerzo del régimen chino para quitar la responsabilidad de la pandemia al laboratorio.
Según la investigación, las autoridades de Pekín suprimieron y modificaron datos, destruyeron muestras, borraron informes preliminares, censuraron artículos académicos y desinfectaron áreas contaminadas para ocultar evidencia de la transmisión accidental del virus. Ya el mundo conoce la suerte que corrieron los médicos y periodistas que advirtieron sobre la propagación del virus y su naturaleza contagiosa y de transmisión de persona a persona. Todos murieron.
El director de la unidad de investigación del Instituto de Virología de Wuhan, Yan Zhiming, ha negado que el laboratorio sea responsable del origen del coronavirus, alegando que es «imposible» que el COVID-19 naciese allí.
«Como hemos dicho antes, es imposible que el virus haya venido de nosotros. Tenemos una regulación estricta y un código de conducta para las investigaciones», añade. Yuan encabeza el laboratorio P4 de alta seguridad del instituto de Wuhan, que en 2018 se convirtió en el primero de Asia en manejar patógenos de clase 4 como el ébola.
Sin embargo en un ejercicio realizado como internautas comunes y corrientes, pretendiendo ingresar a la website del Instituto de Virología de Wuhan bajo la URL http://www.cas.cn/ pudimos constatar, al pasarla del mandarín al español y buscar los estudios realizados para coronavirus que podían seguir publicados, que el instituto estaba al tanto desde el 2016 de una potencial reaparición del SARS-CoV de virus que circula actualmente luego de numerosos experimentos en poblaciones de murciélagos.
“Se ha encontrado que varias especies de murciélagos de herradura en China albergan coronavirus genéticamente diversos como el SARS. Algunas cepas son muy similares al SARS-CoV incluso en la proteína de la espiga y pueden usar el mismo receptor que el SARS-CoV para la entrada celular. La aparición del coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) -CoV subraya la amenaza de eventos de transmisión entre especies que provocan brotes en humanos. Recientemente, el Prof. Zhengli Shi y Xingyi Ge de WIV, en cooperación con investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, la Escuela de Medicina de Harvard, el Instituto de Microbiología de Bellinzona, etc., examinan el potencial de enfermedad de un virus similar al SARS, SHC014-CoV, que es actualmente circula en poblaciones de murciélagos de herradura chinos. Utilizando el sistema de genética inversa SARS-CoV, los científicos generaron y caracterizaron un virus quimérico que expresaba el pico del coronavirus de murciélago SHC014 en una columna vertebral de SARS-CoV adaptada al ratón. Los resultados indican que los virus del grupo 2b que codifican la espiga SHC014 en un esqueleto de tipo salvaje pueden usar de manera eficiente múltiples ortólogos de la enzima convertidora de angiotensina humana II (ACE2) del receptor del SARS, replicarse eficientemente en las células primarias de las vías respiratorias humanas y lograr títulos in vitro equivalentes a la epidemia cepas de SARS-CoV. La evaluación de las modalidades inmunoterapéuticas y profilácticas basadas en el SARS reveló una eficacia deficiente; tanto los enfoques de anticuerpos monoclonales como los de vacunas no lograron neutralizar y proteger contra la infección con CoV utilizando la nueva proteína espiga. Sobre la base de estos hallazgos, derivaron sintéticamente un virus recombinante SHC014 infeccioso de longitud completa y demostraron una replicación viral robusta tanto in vitro como in vivo. El trabajo sugiere un riesgo potencial de reaparición del SARS-CoV de virus que circulan actualmente en poblaciones de murciélagos».
Según la website del instituto de virología del centro para las enfermedades infecciosas emergentes de Wuhan, China, comprender el origen del murciélago de los coronavirus humanos les será útil para la predicción y prevención de otra emergencia pandémica en el futuro, que en este caso es hoy.
Luego de la presión de países como EEUU, Reino Unido y Francia, el régimen de Xi Jinping reveló hace unos días, un cambio en las cifras de muertes y contagios en China, luego de los estragos provocados por el COVID-19 en Europa, América Latina y Estados Unidos, lo que claramente indica que el jefe de Estado asiático ha mentido sobre este sensible tema.
Varios líderes han exigido al gobierno chino respuestas verdaderas sobre la propagación y origen del virus, ya que como refiere el presidente francés, Emmanuel Macrón, “están sucediendo cosas que no sabemos”.
Existen fuertes sospechas además de manipulación forzada en el manejo de los informes del nuevo coronavirus (SARS-COV-2), y las escasas medidas de seguridad en el Insituto de virología donde el mundo entero tiene clavados sus ojos por la masacre del coronavirus de los murciélagos.
Para China llegó la hora de responder las preguntas difíciles.
@damasojimenez