El régimen y la oposición venezolana iniciaron una nueva ronda de reuniones bajo el mecanismo promovido por Noruega.
El anuncio fue hecho por el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González, quien dijo en su cuenta de Twitter que “insistimos en la búsqueda de una salida constitucional que ponga fin al sufrimiento de los venezolanos”. González señaló que el pueblo necesita “resultados definitivos” para salir de la crisis, pero no ofreció más detalles.
En la imagen, tomada el 16 de mayo de 2019, un vendedor en un mercado de segunda mano cuenta billetes de bolívares en Maracaibo, Venezuela. Maracaibo es la segunda ciudad de Venezuela, que en su día fue el corazón de la floreciente industria petrolera nacional.
Poco después, Delcy Rodríguez confirmó que la delegación del régimen había llegado a la isla caribeña de Barbados para participar en el proceso promovido por Noruega, y aseguró que mantienen la disposición para lograr un “acuerdo de convivencia en el marco del respeto mutuo y en el marco también del respeto de la soberanía”.
En una transmisión de la televisora estatal, Rodríguez acusó a Guaidó de dirigir, con el apoyo de Estados Unidos, una operación internacional para lograr la “apropiación” de los activos de la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. en el exterior, el oro del Estado y la deuda pública, y cuestionó, dirigiéndose a la comunidad internacional que “¿este tipo de operaciones no atenta contra el espíritu mismo del diálogo?”.
La vicepresidenta cuestionó con dureza a Guaidó, al que llamó “ladrón” e integrante de un “grupo criminal trasnacional”, y sostuvo que a la cabeza de esa organización está el gobierno de Estados Unidos, que impone “sanciones ilícitas” para facilitar operaciones recurrentes de toma de activos venezolanos en el exterior.
Durante las dos primeras semanas de julio se realizaron dos rondas de negociaciones en Barbados. El dictador Nicolás Maduro indicó que en el marco de esos encuentros su delegación propuso el establecimiento de una “mesa permanente de diálogo”.
Por su parte, las autoridades noruegas informaron a mediados de mes la continuación de las negociaciones iniciadas en mayo en Oslo y exhortaron a las representantes del régimen y la oposición a mantener la “máxima precaución” en sus comentarios y declaraciones sobre el proceso.
El régimen y la oposición reiniciaron el 8 de julio las conversaciones luego de varias semanas de suspensión. Los representantes de ambas partes viajaron entre mayo y junio en dos oportunidades a Noruega para tratar de avanzar en la negociación.
El líder opositor Juan Guaidó ha insistido en que la oposición trabajará en todas las áreas, incluida la iniciativa de Oslo, para lograr una pronta salida a la profunda crisis que ha desatado la migración de más de cuatro millones de venezolanos.
Guaidó, quien ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países, ha planteado que independientemente del mecanismo al que se llegue la oposición seguirá trabajando en los objetivos que se propuso a inicios de año: el cese del mandato de Nicolás Maduro, el establecimiento de un gobierno de transición y nuevas elecciones presidenciales.
La oposición sostiene que Maduro está “usurpando” el cargo desde enero tras ser reelecto el año pasado en unos comicios a los que considera fraudulentos. Estados Unidos y varios gobiernos de la región y Europa también objetaron la reelección del mandatario.
Con información de AP