Dámaso Jiménez
Napoleón Bravo refiere que el crecimiento de la migración venezolana profesional es cada vez mayor en Orlando, lo que le ha cambiado un poco la cara a esta metrópolis de la Florida Central. Actualmente es la voz de la libertad y la democracia para miles de migrantes que lo siguen a través de su canal Bravo24 en You Tube.
La noticia aún rechinaba extraña en el titular de los periódicos del 12 de mayo del año 2.000. Napoleón Bravo, el reconocido periodista de Venevisión y conductor de 24 horas, uno de los programas de opinión de mayor audiencia en el prime time de las mañanas, denunció haber recibido amenazas de muerte por parte de los cuerpos de seguridad del recién instalado gobierno de Hugo Chávez Frías, el hombre más popular del mundo populista de entonces.
De hecho, Bravo responsabilizó al propio presidente Chávez de cualquier cosa
que le pudiese pasar a él y a su familia. Las acusaciones siguieron a la
suspensión del programa en la que intervinieron diversos factores, entre ellos
su multiministro Luis Miquilena y el presidente del más importante medio
privado del país, Diego Cisneros, para calmar los ánimos.
Napoleón y su programa pudieron regresar al aire, pero solo por poco tiempo, porque el programa terminó siendo suspendido de forma definitiva poco después del referéndum revocatorio que ganó sorpresivamente Chávez con Francisco Carrasquero al frente del CNE.
– Chávez me expulsó. Miquelena trató de detenerlo, pero luego amenazó a Cisneros. La verdad es que nos metimos con Chávez más que ningún otro. Reconozco que le hicimos muchas barbaridades. Recuerdo que una vez fuimos a la calle y le enviamos a Miraflores como 15 niños en taxi para que reclamaran comida y educación, porque Chávez decretó que iba a acabar con los niños de la calle, pero jamás hizo nada por ayudar a esa infancia perdida.
Bravo acusó al principal consejero de Chávez en materia comunicacional, José Vicente Rangel, de la fuerte presión ejercida para generar su salida del aire, tanto de Venevisión como de Unión Radio. Bravo fue el primer periodista expulsado de la naciente dictadura chavista que ya lleva casi 21 años en el poder.
Una fachada del narcotráfico
– ¿Cómo ves el trabajo que viene realizando Guaidó para liberar al país de la dictadura de Maduro después de tantos intentos fallidos de la oposición?
– Guaidó es una esperanza, una salvación para el espíritu del venezolano. Lo malo es que el venezolano siempre anda buscando un jefe de tribu. Por eso apareció Wolfang Larrazabal, luego Chávez y ahora Guaidó. No tengo la menor duda de que el tirano Maduro va a caer por la fuerza. Ellos no son políticos ni comunistas. Maduro es la cabeza visible de un cartel narcotraficante. En todo caso, su socialismo es una fachada del narcotráfico. El narcotráfico en Cuba es algo viejo y el encargado de todos estos negocios sucios es Raúl Castro, y eso no lo digo yo, lo guardo de buena fuente, de un escolta del mismo hermano de Fidel que se enteró, sin querer, del nivel de incursión que tenían los principales personeros del narcotráfico en el Caribe, en una conversación entre ambos hermanos. El pretexto que siempre utilizaron para justificar tales acciones delictivas ante las ilusas mentes izquierdistas, era que distribuir la droga a EEUU era una misión necesaria para debilitar el imperio. En Cuba siempre vivieron narcotraficantes perseguidos.
– Siendo así, el comunismo fracasó. ¿Por qué sigue siendo una tara que destruye a Venezuela y esclaviza toda una nación?
– No sé hasta qué punto los EEUU acepten eso. En la URSS el comunismo fracasó, Rusia y China realmente no son comunistas. No entiendo porqué los EEUU no proceden. Creo que los EEUU tienen la presión de los países del grupo de Lima y la UE para que no invada, que vergüenza que nos invadan, dirán algunos, pero si alguien es capaz de hacerlo es Trump. Lo mismo pasó en Chile y en España donde, salir de la dictadura, significó miles de muertes.
– ¿Quizás porque ven a Venezuela con la misma óptica de Cuba?
– Los venezolanos no somos como los cubanos. Ellos no conocen la democracia. En Cuba hubo fusilamientos, el pueblo fue aislado, los intelectuales creyeron en el cuento del comunismo, eso no sucede en Venezuela. Cuba pasó de una dictadura a una tiranía. Fidel no se enfrentó nunca a ningún ejército, pero hicieron fusilamientos, eran al mediodía y por TV.
– En Venezuela tenemos la violencia de los colectivos y los saqueos…
– Si algo temió Lenin dentro de su revolución era al lumpen proletario. El peligro de toda revolución es cuando el lumpen se hace con el poder, que es lo que abiertamente está sucediendo en Venezuela.
– ¿Alguna vez imaginaste que esta historia de la revolución terminaría así?
– Nadie lo imaginó. El amigo más entrañable de Chávez, que lo acompañó en la asonada del 92, Jesús Urdaneta Hernández, así como su amante de años, Herma Marksman, lo dijeron en una oportunidad al ver tanta arrogancia en sus discursos y el giro que había dado ese hombre hacia la dictadura fascista y el totalitarismo: “a nosotros que nos lo presenten, porque a ese señor no lo conocemos”.
– ¿Votaste por Chávez alguna vez?
– Jamás. Nunca voté por Chávez. Soy hijo de republicanos españoles, mi abuelo iba a ser fusilado por el pelotón de fusilamiento en la era de Franco. Una vez le dije a Chávez que un militar en el poder era un fracaso de la sociedad civil. Lo que tenía Chávez es que cada vez que se presentaba en Televisión se la comía para el público venezolano, no pasaba lo mismo con Salas Romer. La política se ha vuelto un show y a la gente le gustan los populistas.
Me encanta Disney
– ¿Cómo descubriste Orlando?
– Vine de vacaciones y ya llevo 15 años en Orlando. Yo pasaba por Miami 2 veces al año porque escribía para una revista sobre éxitos musicales, Record Word, que era la competencia de Bilboard. Nunca se me había ocurrido pasar por Disney porque tenía la imagen de que todo era mentira y era un engaño, hasta que un buen día unos amigos nos pagaron unos pasajes. A pesar de que veía todas las películas por RCTV desde los años 50, tenía la imagen de que todo eso era mentira y era un engaño, cuando pasamos por Magic Kingdom le saqué la madre a todos esos estudiosos de la semántica que impidieron que viniese para acá con anterioridad, después trajimos a todos nuestros hijos.
– ¿Qué te enganchó de Orlando?
– Las vacaciones, porque me gustaba venir de vacaciones, pero para vivir, a mí siempre me hubiese gustado estar nuevamente en la Caracas de los años 60 ó 70, que era mi ciudad, o en la isla de Margarita de los años 90, que entonces ya no era un pueblo, pero tampoco una ciudad, que era un poco como esa Caracas de los años 60, o en una cala catalana en Cataluña, o en Roma donde tengo tantos amigos, pero nunca pensé que viviría tanto tiempo en Orlando y aquí estoy. Lo que pasa es que soy latino y los latinos tenemos un sentido de la vida, la amistad y la gastronomía un poco distinto al de los anglosajones, es una versión que tira un poco más hacia lo humano y la amistad.
– ¿Qué te parece la migración que ha llegado a Orlando?
– Me parece muy buena la migración elevada de hispanos y de venezolanos que ha llegado a La Florida. En Orlando el crecimiento de la migración venezolana profesional es cada vez mayor. Una vez le preguntaron a un alcalde de Miami qué aportaron los venezolanos a la ciudad y dijo: «cultura y dinero», lo mismo pienso en Orlando, no tanto dinero como en Miami, pero veo que muchos de los venezolanos que llegaron a Miami comienzan a mudarse e instalase en Orlando, de hecho, el primer lugar a donde llegué fue a Miami y me mudé para Orlando porque Miami se ha puesto prácticamente insoportable. Los restaurantes y negocios también se están mudando y Orlando deja ver un cierto rostro cada vez más venezolano, junto a los puertorriqueños, colombianos y brasileños. Ahora los venezolanos con tiempo de haber migrado, como yo, vivimos en el exilio pero con la maleta preparada para regresar.
– ¿Te regresarías a Venezuela?
– Si, claro, aunque no inmediatamente porque aun cuando caiga Maduro, todo seguirá envuelto en el caos.
– ¿Pero la Venezuela que dejaste seguramente ya no existe?
– Pero espero reencontrarme con una mejor. Sueño con volver para ayudar a reconstruir a Venezuela.
– ¿Qué crees que haya aprendido el venezolano de esta migración?
– El venezolano es como una esponja, como decía Cabrujas, somos herederos de Einstein, de Bethoven, de tantas culturas y de tantya educación. El más grave problema que sufrió nuestra democracia venezolana fue la reelección indefinida, hizo que cayera todo el aprendizaje hacia las nuevas generaciones, hacia los jóvenes. Gracias a Dios ahora los escuchas hablar y sientes que es diferente, que van más allá, que no tienen experiencia, pero que tienen ideas mejores.
¿La TV entró en crisis?
La población migrante de venezolanos en Florida tiene una interpretación veraz de los hechos en el noticiero que realiza a diario Napoleón Bravo a través de su programa Bravo 24 por su canal homónimo en la red social YouTube.
Está consciente de que la TV, tal como fue concebida hace unas décadas en la Venezuela que le tocó vivir, desapareció. Las televisoras quedaron casi arruinadas, muchas sin credibilidad y otras sin posibilidad de captar audiencias
“La TV necesita reinventar toda su programación para poder competir. En Venezuela eran 2 ó 3 canales, más los del Estado, que mantenían a raya los costos de producción. Luego vinieron los canales especializados en las cableras que competían fuertemente. El problema ahora es que ya no puedes decir que los que mandan o te informan son 2 ó 3 canales, porque ahora la noticia puede verse por TV, pero también por Youtube, por Twitter o hasta por Instagram. La internet es una verdadera revolución que lo cambió todo. Ahora ya nadie soporta un programa de una hora, los programas son de 10 minutos o hasta menos. Yo trato de hacerlo en 20 minutos. Informo a través de Bravo24 porque siento que los venezolanos ya no tienen ningún medio que los informe. La nueva narrativa es ahora un mensaje directo.
Actor, escritor y periodista
Según Wikipedia, José Ovidio Rodríguez Cuestas, más conocido como Napoleón Bravo, es un periodista venezolano de origen español, nacido en Caracas el 13 de noviembre de 1947, casado con la escritora y profesora universitaria Ángela Zago, con quien tiene tres hijos, Argimiro, José Vicente y Natalia. Estudió Letras y Filosofía en la Universidad Central de Venezuela. Comenzó en el teatro universitario como actor en una obra dirigida por Nicolás Curiel junto a Gustavo Rodríguez llamada “Yo, William Shakespeare”, la mayoría del elenco saltó a la televisión inmediatamente. De allí saltó a la radio, medio en el que admiraba a Eduardo More y Clemente Vargas junior, importantes disjockeys de la época. Empecé haciendo un programa llamado «Gente en ambiente», producción muy cuidada que llevó a cabo hasta enero del 2019.
“La radio y la tv en Venezuela están quebradas. Napoleón ha escrito tres libros: Cinco Voces Populares, el cual fue publicado por El Diario de Caracas, Súper Estrellas, publicado en los años 70, y Especialísimo, que escribió sobre la base de los libretos de un programa por el cual ganó Primer Premio Nacional de Periodismo. Luego escribió y adaptó obras de teatro como Fiebre de Miguel Otero Silva, que fue el segundo gran éxito del grupo Rajatabla, después de “Tu país está feliz”
@damasojimenez