Florida respiró aliviada ante cambio de dirección de Isaías

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La ciudadanía se preparó para lo peor, y respiró aliviada cuando el peligro del huracán Isaías se disipó al cambiar de dirección los vientos.

El domingo por la tarde, la región retomó lentamente la normalidad tras el paso tangencial de la tormenta por el litoral floridano, casi en armonía con la demarcación territorial de la península.

El fenómeno meteorológico se saldó con intensas precipitaciones, múltiples inundaciones, apagones por cortes del servicio eléctrico y árboles caídos, pero hasta el momento, no provocó pérdidas humanas, ni en Florida ni en Bahamas, de acuerdo con los informes disponibles.


Si bien en un principio se esperaba que Isaías golpeara la costa con fuerza de huracán, vientos de unas 65 mph no supusieron la gran amenaza anticipada por los pronósticos meteorológicos.

“Parece que estamos bien, aunque no declararemos ‘misión cumplida’ hasta que esta cosa se aleje”, indicó el director de la oficina estatal de manejo de emergencias, Jared Moskowitz, en declaraciones a la agencia AFP, al explicar que el episodio sirvió como simulacro de cómo atender un desastre meteorológico mientras el estado intenta contener la pandemia del coronavirus.

El Centro Nacional de Huracanes, en su boletín de las 5 p.m. del domingo, indicó que Isaías se había fortalecido levemente en su traslación noreste, justo al borde de la costa central de Florida, con vientos máximos sostenidos de 70 mph y ráfagas más altas.

De acuerdo con el pronóstico, la trayectoria lleva al meteoro hacia las Carolinas, donde pudiera tocar tierra a principios de semana. Previendo esto, las autoridades del CNH emitieron una alerta de huracán para porciones de ambos estados costeros, aunque esperan que el fenómeno se mantenga con fuerza de tormenta tropical.

Stacy Stewart, especialista en huracanes del CNH, explicó que fueron los vientos en altitudes elevadas los que suprimieron gran parte de la fuerza de Isaías, sumándose a esto la considerable disminución de su velocidad.

“Preveíamos que iba a formarse un huracán y no ocurrió”, dijo Stewart, en declaraciones a la AP. “Es una historia de dos tormentas. Si vives del lado oeste de la tormenta, no pasó gran cosa. Si vives al este, hay mucho clima horrible allí”.

Florida, donde las autoridades cerraron playas, parques y centros de pruebas para el coronavirus como medidas preventivas, se benefició al estar en el costado oeste de Isaías.

No obstante, los residentes del sur de la Florida ciertamente sintieron algunos efectos climáticos de la tormenta.