Para el alcalde metropolitano de Caracas en el exilio, Antonio Ledezma, los buques enviados por el régimen de Irán en vez de traer gasolina y repuestos para refinerías seguramente traerán equipos para consolidar en Venezuela una base del terrorismo internacional. Además, considera Ledezma que, “ese gesto de los terroristas iraníes no es gratis porque a cambio se llevan nuestro oro manchado de sangre de los trabajadores que son explotados para sacarlo. Igualmente vienen a buscar nuestro coltán, nuestros recursos minerales”. “Por lo tanto, no permitamos que sigan saqueando a Venezuela”, precisa.
Tal apreciación la hizo en un video que hizo circular por las redes sociales, donde entre otras cosas se hizo algunas preguntas para precisar las fallas que hay en los servicios públicos y lo que ha sido el exterminio de Venezuela como país productor que la llevó a la tragedia que se vive. Por ejemplo, pregunta Ledezma, “un país donde no hay comida, no hay gas doméstico, no hay luz, no hay agua potable, no hay seguridad, no hay transporte público digno y no hay gasolina, es porque nos olvidamos que un caudillo delirante se inclinaba en las plazas publicas ordenando expropiar a diestra y siniestra, para arruinar mas de 9 mil empresas y liquidar nuestro sector agropecuario”.
Igualmente insiste Ledezma que “nos olvidamos que esta narcodictadura heredó en 1999 una pujante industria petrolera que producía mas de tres millones 500 mil barriles diarios de petróleo, y hoy estamos por el suelo en materia de producción. Nos olvidamos que este país era propietario de 18 refinerías ubicadas en Alemania, Inglaterra, Suecia, Jamaica, Curazao, Republica Dominicana, Estados Unidos y en Cuba, que por cierto esta última nos la robaron. En Venezuela de las cinco refinerías que teníamos, estaba la mas grande del mundo que fue destartalada”. “También nos olvidamos que mas de cinco millones de hectáreas están expropiadas y desoladas. Por eso no hay comida ni gasolina”, apunta.
En ese sentido, Ledezma vuelve a preguntar, “ustedes creen que trayendo unos buques cargados de gasolina de Irán vamos a resolver esta tragedia. Ustedes creen que reponiendo la señal de Globovisión, el canal de la cohabitación, vamos a conjurar esta catástrofe humanitaria”. Inmediatamente él mismo responde, “no, esa gasolina que traen de Irán, seguramente la mitad se la robaran los mismos que trafican el combustible y las cupulas podridas. Otra parte la usarán para poner en funcionamiento a los grupos que desarrollan la represión en Venezuela y el resto la mandarán para Cuba”.
“Por eso los admiramos venezolanos, ustedes que son parte de un pueblo heredero de libertadores que sabe que no hay glorias sin sacrificios, nos vamos a rendir ahora en la orilla cuando hemos venido soportando un océano de dificultades. Estamos claros que es una hora de sacrificio y más sacrificio, porque hoy estamos mas cerca que ayer de lograr la ansiada libertad. Además, no estamos solos, Venezuela es hoy el blanco de la mirada del mundo civilizado que está consciente de que nosotros estamos lidiando contra una corporación militar”. “Por lo tanto, respaldemos esas acciones al mismo tiempo que reclamamos una solidaridad oportuna”.
Ledezma afirma enfáticamente que si hay futuro, que Venezuela saldrá adelante y se va a recuperar, que van a rehacer las instituciones de la república, que volverá a brillar el sol de libertad y habrá instituciones que garanticen un solido estado de derecho con seguridad jurídica, con confianza y con gobernabilidad que hagan posible atraer los capitales necesarios para levantar de sus cenizas todas las industrias nacionales y dejar de lado el mito de que somos ricos porque tenemos petróleo. Considera que “la riqueza estará en la cabeza de nuestros niños, en el talento humano y la educación con calidad, pensando en un desarrollo integrar y en un desarrollo donde el protagonismo lo tengan los ciudadanos, entendiendo que solo con trabajo creador sacaremos de la ruina a nuestro país”, afirma convencido.
Ledezma reflexiona y dice: “No perdamos nunca la fe ni la esperanza, nos habrán podido robar mucho, pero no nos podrán arrebatar el honor, la dignidad ni el decoro. Tenemos que liquidar esta narcotiranía que ha somalisado a Venezuela. Que Dios bendiga a Venezuela. Arriba corazones.