Bernie Sanders anunció este miércoles que no seguirá buscando la nominación presidencial por el Partido Demócrata para las elecciones de noviembre.
«La vía a la victoría es virtualmente imposible (…) He concluido que esta apuesta por la nominación presidencial no será exitosa», dijo el senador por Vermont durante una intervención de 14 minutos vía streaming para explicar las razones de su retiro de la contienda.
«Hoy felicito a Joe Biden, un hombre muy decente, con quien trabajaré para avanzar nuestras ideas progresistas. Unidos avanzaremos hasta derrotar a Donald Trump», agregó.
Sanders ya había participado horas antes la decisión a su equipo de campaña.
El senador deja así libre el camino para que Joe Biden se convierta en el nominado demócrata que enfrentará a Donald Trump.
Biden reaccionó inmediatamente al anuncio, escribiendo en Twitter que «juntos derrotaremos a Donald Trump» y expresando su apoyo a las aspiraciones principales de Sanders: el calentamiento global, la educación universitaria y la atención médica gratuitas.
Trump también compartió su opinión en Twitter, expresando sorpresa por el anuncio de Sanders de que seguirá acumulando delegados con la meta de incluir la mayor cantidad de modificaciones en el programa de gobierno demócrata.
«Permaneceré en las papeletas en los estados aún pendientes y seguiré reuniendo delegados, pero Biden será el abanderado», dijo Sanders. «Debemos seguir reuniendo la mayor cantidad posible de delegados en la convención demócrata, donde podremos ejercer una influencia considerable en la plataforma partidista».
Los analistas coincidían en que Sanders estaba muy rezagado en el conteo de delegados para la Convención Demócrata ante Biden y que era virtualmente imposible que alcanzara el número necesario para obtener la nominación.
Biden acumula actualmente 1,217 delegados frente a los 914 de Sanders. Son necesarios 1,991 para alzarse con la nominaci´ón del partido durante la Convención Nacional que debido al coronavirus fue aplazada un mes hasta agosto.
Este fue el segundo intento del senador por Vermont de ganar la nominación demócrata. En 2016 perdió las primarias ante Hillary Clinton, tras una campaña cuyo éxito resultó sorpresiva para el establishment del Partido Demócrata.