El Gobierno de Donald Trump prohibió a la Universidad de Harvard matricular en adelante a estudiantes extranjeros, en una fuerte escalada en el conflicto que enfrenta al mandatario con la institución educativa desde hace varios meses por cuestiones ideológicas.
La decisión ha sido comunicada en una carta remitida este jueves 22 de mayo a Harvard y firmada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que reza: «Les escribo para notificarles que, con efecto inmediato, el programa de la Universidad de Harvard de Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado».
«Esto significa que Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y que los estudiantes extranjeros actuales deben trasladarse o perderán su estatus legal», anota un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS).
La universidad reconoció el daño que esa medida le puede suponer: «Esta acción de represalia amenaza con dañar gravemente a la comunidad de Harvard y al país, al igual que socava nuestra misión académica e investigadora dijo Jason Newton, director de relaciones con los medios de la institución, al The New York Times.
Sin embargo, se dijo «comprometido a mantener nuestra capacidad de alojar a estudiantes y académicos internacionales, que proceden de más de 140 países (…)».
No está claro el alcance inmediato del «traslado» para los estudiantes que actualmente se encuentran cursando una carrera, señala EFE.
La matrícula en Harvard es de 59.320 dólares para el año escolar que comienza a finales del 2025, y los costos a los estudiantes pueden ascender a casi 87.000 dólares si se incluye alojamiento y comida, según el mismo diario.
A las habituales acusaciones de tolerar o promover el antisemitismo en sus campus, el Gobierno introdujo un nuevo elemento, como es el de la presunta injerencia china: «Esta Administración -continúa el comunicado del DHS- considera a Harvard responsable de fomentar la violencia y el antisemitismo, y de coordinarse con el Partido Comunista chino en su campus».
Agencias