Cada 10 de mayo, desde 1983, a propósito que desde el gobierno de Luis Herrera Campíns y siendo Luis Pastori el ministro de Cultura, se emitiera el decreto donde se debía día celebrar el Día del Artista Plástico en honor al natalicio de Armando Reverón, en Venezuela recordamos a quienes, con lienzos y pinceles, expresan su arte.
Mucho se ha dicho sobre este mágico pintor venezolano, pero fue el poeta cantor Alí Primera quien lo dibujó para el pueblo con versos que capturan su esencia: “Amarillo de su mango, azul de su litoral. Con rojo de sol poniente, pincelada al despertar”.
Nacido en Caracas en 1889, Reverón creció en tiempos de cambios. A los 19 años ingresó a la Academia de Bellas Artes, donde conoció a Manuel Cabré, futuro pintor del Ávila. En 1911 viajó a España para continuar su formación en Barcelona y Madrid.
Al regresar, se estableció en La Guaira, donde impartió clases privadas de pintura. En los carnavales de 1918 conoció a Juanita Mota, su musa y compañera inseparable. Desde su Castillete, creó un estilo único, influenciado por la luz del sol y materiales poco convencionales.
En 1933, su obra salió del Castillete rumbo al Ateneo de Caracas y luego a París. Décadas después, Alí Primera le rindió homenaje en su canción: “Reverón titiritero, Reverón el muñequero. Reverón pintor del pueblo, con pinceladas de sueños”.
En nuestro suelo patrio han nacido y se han forjado innumerables artistas plásticos de reconocida trayectoria nacional e internacional, destacando Jesús Soto, Federico Brandt, Alejandro Otero, Mercedes Pardo, Francisco Narváez, Cesar Rengifo, Cristóbal Rojas, Carlos Cruz Diez, Manuel Cabré, Arturo Michelena, y Jacobo Borges, entre otros.
Hoy, en el Día del Artista Plástico, rindo tributo a mis amigos pintores Edgar Queipo, Ángel Peña, Ender Colina, Robert Arcaya, Luis Bermúdez, Luis Cueva y por supuestos a nuestros pintores zulianos Ender Cepeda, Henry Bermúdez, Manuel Vargas, Francisco Bellorín, Emerio Lunar, Paco Hunt.
A todos ellos y a todos los artistas plásticos rindamos homenaje con la fuerza y belleza que merece. ¡Que viva el arte!